BALCONES DEL PARAÍSO

Todo el mar cabe en la mirada desde el faro de Luarca

Situado en La Atalaya, junto a la capilla de la Virgen Blanca, ofrece unas vistas únicas sobre el puerto y permite descubrir uno de los cementerios más bellos de Asturias

Luarca, capital del concejo de Valdés y también conocida como la Villa Blanca de la Costa Verde, es uno de esos lugares que, por más que se visita, nunca se acaba de conocer del todo. El hermoso puerto del occidente asturiano, que invita a recorrerlo sin prisa, descubriendo todo su sabor marinero y su historia, bulle de viajeros en estos días de verano, dispuestos a disfrutar como mejor se hace: callejeando. Vayas donde vayas, en Luarca es fácil encontrarse con miradores con unas vistas, cada cual distinta, sobre este puerto del occidente astur.

Pero, concretamente, el "balcón" ubicado en la zona donde se ubica el faro, junto a la capilla de la Virgen Blanca y también junto a uno de los cementerios más bellos de Asturias, ha sido elegido como uno de los 20 lugares con las mejores vistas en el Principado, tras una encuestra realizada por LA NUEVA ESPAÑA entre cien asturianos. Concretamente ocupa el décimo puesto de este singular ranking encabezado por El Fitu (Parres) y al que le siguen, en orden descendente, los acantilados del Cabo Vidío (Cudillero), el pueblo de Asiegu (Cabrales), La Regalina en Cadavedo (Valdés), Cabo Peñas (Gozón), Los miradores del Espíritu Santo (Soto del Barco), los miradores del Embalse de Salime(Grandas(Allande/Pesoz); Cabo Busto (Valdés) y Brañagallones (Caso).

El puerto de Luarca desde la subida al faro y a la capilla de la Virgen Blanca

El puerto de Luarca desde la subida al faro y a la capilla de la Virgen Blanca / A. P. P.

Llama sin duda la atención que, de estos diez primeros puestos, tres se sitúen en el concejo valdesano. De hecho, camino del faro ya hay unas vistas tremenda de todo el puerto, sus barrios y sus playas.

El faro de Luarca data de 1860 y está situado en la Atalaya, en la punta Focicón, formando parte del conjunto de la capilla, el cementerio y los restos de la muralla defensiva del siglo XVI. Y es que en este lugar existió un antiguo fuerte defensivo, datado entre los siglos XVI y XVIII, para defender la villa especialmente de franceses e ingleses. Se cuenta que al pie de la Atalaya surgieron los primeros núcleos de pescadores en el barrio del Cambaral y también en la zona de La Carril. En el siglo X los hombres del Gremio de Mareantes se reunían en los alrededores del actual faro y se encendían fuegos para orientar las embarcaciones.

Los que visitan la capilla, consagrada a la Virgen de La Blanca y al Buen Jesús Nazareno, pueden leer en su interior la detallada historia de su construcción, siendo una ermita edificada en el siglo XIII por el Gremio de Mareantes. Los marineros pagaban con sus rentas el que se encendiese una luz para guiarlos, luz que se encendía en el campanario y hacía las veces de faro hasta que el Estado levantó uno de aceite en una torre circular.

María Jesús Simón Sánchez y su hijo Jorge Simón Sánchez, ante la tumba de Severo Ochoa y su mujer, Carmen García Cobián

María Jesús Simón Sánchez y su hijo Jorge Simón Sánchez, ante la tumba de Severo Ochoa y su mujer, Carmen García Cobián

Parte resumida de esta información la leen en los paneles informativos, bien atentos, los valencianos Laura Fernández y Alberto Ríos, que se acercaron a la capital valdesana para disfrutar de su gastronomía. "Después de comer preguntamos qué ver y nos hablaron de este lugar, de las vistas que tiene y también del cementerio, que sin duda es bellísimo, ahí asomado al mar", dice ella. "Sin duda merece la pena subir hasta aquí, es una vista impresionante y además con este día. Ha merecido la pena venir", añade él.

Y no les falta razón. Porque uno de los lugares muy visitados, por su enclave y su belleza, es el cementerio luarqués a cuya entrada están escritas las normas que rigen para visitarlo, recordando que es un lugar sagrado y una propiedad privada. Para facilitar las visitas turísticas y no molestar a quienes llegan al recinto por otros motivos, está marcado un itinerario que, siguiendo unas cuerdas, llevará a los curiosos hasta la tumba del Nobel de Medicina, Severo Ochoa y su mujer Carmen García Cobián. Tal y como reza el panel informativo, "su sepulcro destaca por su humildad, siendo hoy uno de los lugares más visitados por los amantes de la ciencia y la cultura".

Turistas junto al faro

Turistas junto al faro / A. P. P.

Entre esos interesados han estado estos días, la madrileña María Jesús Simón Sánchez y su hijo Jorge, aprovechando que el joven iba a participaba en un torneo nacional de futbol-sala. "Nos ha encantado Luarca, es precioso. Yo soy farmacéutica y vinimos al cementerio buscando la tumba de este ilustre científico asturiano, ganador de un premio Nobel. La verdad es que nos ha sorprendido mucho encontrar su tumba entre las demás, una tumba sencilla, sin pateón ni destacándola por nada. Parece ser que fue su deseo. Las veces que le vi, siempre me pareció un hombre sencillo y cercano, incluso hasta en la muerte, como vemos aquí", señala con admiración.

Baste leer una frase del Nobel asturiano que figura a la entrada del camposanto: "Creo que la Humanidad tiene que hacer un gran esfuerzo para progresar espiritualmente y es necesario llevar la cultura y la educación a todas las clases sociales".

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Hay que coger la A-8 en dirección Galicia y, dejado atrás el concejo de Cudillero, hay que tomar en la autovía la salida que indica Luarca. También se puede coger la desviación a Barcia/Almuña y continuar luego por la VA-1 en dirección al faro y al cementerio. 

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El tramo de carretera entre el cementerio y el puerto tiene un pequeño mirador donde se exhibe uno de los cañones de marina del siglo XVIII para la defensa del puerto, con toda la información sobre el mismo. Es un pequeño mirador con bancos. 

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Entre los lugares con encanto, y tiene muchos, Luarca cuenta, por ejemplo, con el puente de la Leyenda del Beso. Otros miradores con buenas vistas son el de La Peña, La Funial y del Chano. La capilla de San Roque y San Martín se sitúan en lo alto del antiguo barrio de pescadores "La Pescadería". 

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