Los hermanos Sánchez-Cabezudo son partidarios de sólidos guiones. A partir de escenarios reales (la serie se grabó en casi ciento sesenta localizaciones asturianas, de Gijón a Ribera de Arriba), inventan un mundo propio en el que transcurre una trama marcada por distintos géneros (del políciaco al "western", entre otros) y sostenida por actores tan solventes como un espléndido Eduard Fernández al frente de un elenco que completan Álvaro Cervantes, Alba Galocha, Alexandra Jiménez, Manuel Solo, Emma Suárez, Juan Echanove, Sergio Peris-Mencheta o Carlos Bardem.

Los dos creadores madrileños hicieron el elogio de uno de sus maestros, en cuyas enseñanzas militan: "Nosotros somos muy de Hitchcock, ni una escena sin suspense". Defienden su propuesta como una "mezcla de géneros. "En 'La Zona' hemos podidos volcar todos nuestros gustos y pasiones cinematográficas". Hay distintos guiños que el público cinéfilo identifica y agradece: desde "El informe Pelícano", de Alan J. Pakula, a ciertos personajes de otros fraternos cineastas, los Cohen.

Los dos hermanos madrileños (hay un tercer Sánchez-Cabezudo, Fernando, director y actor de teatro) contaron cómo fue surgiendo la serie: "La escritura la hacemos a partes iguales, con mucho paseo desde 2 de Mayo hasta la Puerta del Sol". Durante la grabación, Alberto se dedica más a la producción, mientras que Jorge se centra en la primera unidad de rodaje. Ambos lo miran después todo. Es cierto que una primera idea de esta serie surgió durante un visionado de "Saltker", pero aclararon que no están "todos los días" pendientes de las películas de Tarkovski. Y fue antes del accidente nuclear de Fukushima, aquel 11 de marzo de 2011: "Tras la catástrofe paramos el proyecto; nos dio mal rollo y lo dejamos guardado en el cajón durante dos años". Imágenes que se fueron multiplicando como las divisiones moleculares. "La Zona" como un mosaico fílmico. "La serie tiene una estructura de road movie", añadieron.

Los Sánchez-Cabezudo aceptan que, si "Crematorio" ponía el foco en las erosiones éticas de la última crisis económica, con "La Zona" han querido poner el escalpelo en los territorios (humanos, también geográficos) de la poscrisis. "Totalmente, aunque Chirbes huía de los géneros, nosotros queremos seguir siendo fieles al maestro, y de ahí una cierta aspereza expresiva", explicaron.

El punto de partida de "La Zona", hicieron resaltar los realizadores, es tá en una pregunta en busca de respuestas: "¿Qué ocurre después de una tragedia como las de Chernóbil o Fukushima?". Pues que empieza el gran negocio de la reconstrucción y el duelo de las víctimas. Y más: "¿Quién paga la crisis? ¿Quién se beneficia? Miremos lo que pasó con Bankia".

Los directores pidieron que ningún asturiano se moleste por situar las escenas de "La Zona" en el "Paraíso Natural" (la marca turística del Principado), por convertirlo en un espacio postapocalíptico: "Asturias tiene unas carcaterísticas muy determinadas, con unos bosques particulares, con una flora y fauna que podrían recordar a las de Chernóbil y Fujushima; y están además los lugares con minas e industrias abandonadas". Al contrario, el Gobierno parece encantado. El viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez, estuvo el pasado miércoles en Madrid, y ayer en el teatro de Ciudad de la Cultura, en Cabueñes. La serie ha contado con la colaboración de Laboral Cinemateca, a través de la Film Commission.

A los hermanos Sánchez-Cabezudo se les ve, además, muy satisfechos con el trabajo de actores. El barcelonés Eduard Fernández, que encabeza al inspector de policía Héctor Uría, despliega un trabajo meritorio. "Su labor es un lujo. También la del resto del reparto, pero él es el metrónomo de la serie, el que se carga sobre las espaldas una serie que, por otra parte, es muy coral; se lleva el cincuenta por ciento de las secuencias".

El intérprete encarna a un sabueso que es el único superviviente de la primera brigada de rescate tras el siniestro nuclear. Tiene las marcas del dolor y la tragedia apretándole la memoria. Pero, tras la aparición de un cadáver asesinado y canibalizado en la zona de exclusión -tierra contaminada-, pone en marcha una pesquisa que se desarrollará en esos ocho capítulos. Emma Suárez aparece en la tercera entrega de la serie; Echanove, en la cuarta. " Susi Sánchez aparece en la séptima y hace un pedazo de papel", señalaron los directores. En el rodaje de "La Zona" participaron 140 actores y fueron contratados hasta 2.000 figurantes.

"La serie, con un guión muy atado, te permite desarrollar un arco interpretativo; para nosotros 'La Zona' es un viaje en el que el conflicto no viene tanto de fuera, es moral, y genera sus propias tramas", afirmaron los hermanos Sánchez-Cabezudo. Están satisfechos con la libertad que les ha dado Movistar+.