El roscón de Reyes cada día se corona antes en las casas de los asturianos: "Ya se vende hasta en diciembre"

Los confiteros destacan la gran afluencia de clientes desde hace días para hacerse con el dulce típico

El repostero Albert Ojeda, en su negocio de La Felguera.

El repostero Albert Ojeda, en su negocio de La Felguera. / M. A. G.

Víctor Delgado / S. García / Noé Menéndez / Lucía Rodríguez / Miguel Gutiérrez

Los confiteros asturianos confiesan que, desde hace días, están desbordados con la gran demanda de roscones de Reyes que el público les viene reclamando los últimos días. Y es que, si bien es cierto que la más pura tradición señala que es para disfrutarlo en familia en el día de Reyes, sin embargo, son muchos los que ya se lo han comprado iniciadas las Navidades sin poder resistir la tentación de esperar a tan señalada fecha.

Desde el clásico roscón de bollo de toda la vida, elaborado con una masa dulce y adornado por encima con fruta confitada o escarchada, bien sin rellenar o bien relleno con nata, crema o almendra, hasta otro también con mucha demanda, el de hojaldre, igualmente con o sin relleno, pasando por otros más novedosos como los cubiertos con chocolate, lo ciertos es que pocas vedes como este año se ha demandando tanto este dulce navideño en las pastelerías asturianas, un dulce que lleva, como marca la tradición, su sorpresa: un haba, que a quien le toque tendrá que pagar el siguiente roscón, o bien la figura de un rey, que se presume dará buena suerte a quien le toque. A Unas horas de que sus majestades de Oriente pasen por los hogares asturianos, y teniendo en cuenta el frío que se barrunta para estos días, bueno es tener a mano, para estas fechas y dado el frio que se barrunta para estos días, un buen tazón de chocolate caliente, el mejor de los acompañamientos para disfrutar de esta joya gastronómica de la Navidad.

El roscón se corona antes

María Asunción Porrón muestra uno de los roscones en su confitería ovetense. / V. D.

No hay nada como ser previsor para que no falte en la mesa un producto tan demandado por las familias, en estas fechas, como es el roscón de Reyes. Así lo afirma María Asunción Porrón, de la confitería Ovetus, en Oviedo, quien ayer decía que los clientes adelantaron este año sus pedidos, por lo que lleva despachando roscones ininterrumpidamente desde principios de diciembre. "Estamos acostumbrados, pero estos días el ritmo es frenético", indicaba. El precio se mantiene y el producto más demandando es su clásico roscón de hojaldre relleno de almendra. Los confiteros atienden estos días sobre todo a familias con niños pequeños. "Muchos nos piden también roscones rellenos de nata o crema. Estamos desbordados", indicaba Porrón. En el mismo sentido se manifiesta otro confitero ovetense, Javier Alvarez, de La Mallorquina. Asegura que, tras el covid, la demanda va al alza y que la gran cantidad de gente que hay en las calles de Oviedo también se nota en el negocio. "Este año se ha producido un regreso a lo clásico, sin rellenos ni alardes, el de bollo es el que más triunfa entre los ovetenses mientras que los turistas flipan con el de hojaldre", explicaba ayer. Este profesional ya está acostumbrado a trabajar de madrugada estos días y destaca la importancia de la primera remesa de roscones debido al cambio de usos: "Antes recibíamos la oleada de clientes a la vuelta de la Cabalgata, pero ahora la mayoría de ellos prefieren venir a buscarlos por la mañana". Paloma de Blas, de la Confitería de Blas, también en Oviedo, destaca que su obrador ya elaboró, esta temporada, más de 2.000 roscones. Llevan a pleno rendimiento desde noviembre, cuando empezaron a preparar los primeros pedidos para las cestas de Navidad. Los clientes apuestan por el tradicional roscón de hojaldre y reciben muchísima gente joven que mantiene viva la tradición. "Una gran parte de los roscones se vende a través de nuestra página web", destaca.

El roscón se corona antes

Ainhoa Covadonga de Pedro muestra uno de sus roscones en su establecimiento gijonés. / Marcos León

No se quedan atrás, en este "maratón de elaboración de roscones", en Avilés. Es el caso de la confitería La Casería, donde Rosa García no daba abasto ayer a entregar roscones. "Estamos totalmente desbordados, no podemos ni parar, tengo una cola tremenda", señalaba. Por su parte, Carmen González, de Confitería Carmen, en Salinas, destacaba que "nos viene gente de Avilés, Gijón y Oviedo". "Aquí llevamos unos seiscientos hechos, estamos a tope", indicaba. Prueba de ello se ve en su local, hasta arriba de clientes un día antes de que los Reyes Magos aterricen en Asturias: "Tenemos un montón encargados ya y a eso hay que sumar los que tenemos en los escaparates, para vender directamente". Mientras, en la Confitería Polledo, Cecilia Suárez, recordaba que "siempre hemos tenido mucha clientela y este año ha ido todo sin novedad". En cuanto al favorito de los avilesinos, y en opinión de los profesionales consultados, es el de hojaldre. "No sé qué tiene, pero es el que más nos piden con diferencia", concuerdan las confiterías consultadas, ya sea relleno con nata o cono avellanas. En Confitería Grao, también crecen las ventas año a año, como indica Paula Menéndez: "mucha gente que el año pasado se acercó a nuestro establecimiento, repite. Hoy tenemos más de sesenta encargados a los que hay que sumar los que tenemos también en los escaparates. Además uno de sus roscones está premiado con 200 euros". Afortunado aquel que se lo lleve.

En Siero, José Miguel González , propietario y maestro confitero de La Imperial, en Lugones, junto con su compañero, Manuel Mesías, afirma que "sólo durante los días 5 y 6 de enero, de nuestro obrador suelen salir una media de 700 piezas". "A este número hay que sumar la cantidad que la gente compra durante la semana, antes de la fiesta, que no son pocos", indicaba.

El roscón se corona antes

Rosa García atiende a unos clientes en su confitería de Avilés. / Mara Villamuza

Par a estos profesionales, el secreto de un buen roscón es, además de usar productos de primera calidad, "prestar mucha atención al proceso de fermentación de la masa". Agua de azahar, leche, harina de fuerza, ralladura de naranja, azúcar, huevo, mantequilla y levadura fresca. Esos son los ingredientes de un buen roscón. El de hojaldre es el que tiene una elaboración más sencilla. En su pastelería elaboran roscones para todos los gustos: "bollo dulce, hojaldre, clásicos o rellenos con nata, crema o trufa, sin embargo no sabría decir cuál de todos triunfa más entre los clientes. Entre los de bollería y los de almendra, están bastante a la par, aunque sí que es verdad que el clásico se impone al relleno", afirmaba José Miguel González.

La fiebre por los roscones de Reyes se ha dejado sentir también, como en toda Asturias, en Gijón, donde la confitera Ainhoa Covadonga de Pedro, lleva cociendo esta joya de la repostería navideña desde el pasado 31 de diciembre. "No antes. La gente los pide desde el 1 de diciembre pero me niego a elaborarlos tan temprano. Cada cosa a su tiempo", matiza con una sonrisa esta profesional en pleno pico de trabajo, que llevan adelante mediante dos turnos en el obrador. "Lo que más se nota en los últimos años es el tamaño de los roscones, que ha bajado. Al ser menos en las familias, quieren roscones más pequeños", dice. Como en el caso de los anteriores profesionales del sector, fruto de su esfuerzo, de los hornos de De Pedro han salido estos días decenas de roscones que apenas duran unos minutos en las vitrinas de su confitería gijonesa. "Los hacemos tradicionales, de bollo suizo, que puede ir con relleno o sin él y también de hojaldre, que llevan el relleno de almendra", explica la confitera quien estima que en los últimos 20 años es cuando el dulce hojaldrado ha ganado mucha fuerza. Lo que no cambia, atestigua De Pedro, es compartir el roscón con la familia. "Gusta a todos y pasa de abuelos a padres y nietos".

El roscón se corona antes

Elisabeth González muestra uno de los roscones de un negocio de Lugones. / Lucía Rodríguez

También sin parar trabaja elaborando roscones en su confitería Albert, en La Felguera, otro maestro pastelero, Albert Ojeda. Para él es muy importante "que un roscón de Reyes tenga una buena masa madre, con buen agua de azahar, ralladura de naranja, limón y mantequilla. Normalmente suele ser seco pero nosotros lo rellenamos de almendra", recuerda. Además de mantener la tradición, también le gusta innovar introduciendo algunas variaciones en los últimos años. "Cada año se vende más de nata o trufa porque la gente va pidiendo cremas diferentes. Ahora se llevan también mucho las de kinder u oreo, y se vende también mucho el de hojaldre".

Ojeda explica que la demanda sigue al alza y que hay un hábito consolidado entre la clientela para disfrutar del roscón en la jornada de Reyes Magos. "De ventas vamos muy bien, más o menos como el año pasado. Sigue habiendo mucha tradición. Es un dulce muy familiar que no falla en casa en el Día de Reyes", argumenta el repostero de La Felguera que añade: "Aquí se vende más el día 6 por la mañana mientras que en otros sitios el día de mayor venta es hoy, el cinco de enero. La gente madruga para poder venir a por él y que lo les falte a los niños por la mañana en casa, así de esta forma no cabe duda que los regalos van a tener un buen acompañamiento".

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