Críticas de cine

Basada en trechos reales

Jean Dujardin.

Jean Dujardin. / LNE

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Cada paso cuesta. Cada paso cuenta. Tras un absurdo accidente provocado por una temeridad banal, un escritor de éxito ve cómo su cuerpo bien engrasado pasa a ser un potro salvaje. de tortura. Y cuando se recupera lo suficiente para poder moverse, aunque sea a trancas y barrancas, emprende una aventura que nadie en su sano juicio haría: recorrer más de 1.300 kilómetros por los campos menos confortables de Francia. Los más bellos también: no hay mejor medicina para rehabilitarse que caminar, caminar, caminar. Y alejarse, alejarse, alejarse del progreso y su pozo de pantallas muertas: "Menuda farsa".

El viaje reparador por "los pasadizos secretos de la geografía", arrodillándose ante los mapas llenos de pistas y soluciones, conduce a este Robinson errante a disfrutar de paisajes aún puros, y también duros: a veces el desafío es tan colosal que la caída es inevitable. Cruzar ríos. Beber agua de manantiales. Hacer fuego. Aceptar la invitación de una campesina para comer queso. Qué rico. Hay dos clases de hombres, según Napoleón. Los que mandan y los que obedecen. Y nuestro personaje apunta un tercero: los que huyen. Huir, reflexiona, es ordenar al destino que no tenga ningún control sobre ti. Cayó de un balcón haciendo el payaso y "envejecí cinco años en ocho metros".

Lo terrible se convierte en purificador en compañía de algo que nunca decepciona: la libertad. Mientras algunos flashbacks informan de momentos vitales influyentes, la película sigue sin prisas y escasas pausas la odisea física y mental de un peregrino que encuentra breves momentos de calor humano en un monasterio, en el encuentro con un extraño fugaz, en la llegada de un viejo amigo, en la irrupción de una hija con la que compartir llanto que no muere por una muerte devastadora. Sanar es un proceso vegetal, afirma. La savia irriga y lo cura todo. Eso piensa este caminante (extraordinario Jean Dujardin) cargado con una mochila de cicatrices por una Francia casi vaciada. "Caminar me había devuelto a la vida". Y 1.302 intensos kilómetros después sabremos si le dice la verdad al horizonte.

Mi camino interior

Director: Denis Imbert.

Con Jean Dujardin, Joséphine Japy, Jonathan Zaccaï

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