Mieres del Camino,

Antonio LORCA

Carlos Señorans doblaba la edad de muchos de sus compañeros de clase cuando decidió matricularse en FP. La licenciatura de Física por la Universidad de Oviedo que había cursado tiempo atrás no le ayudó mucho a la hora de encontrar un futuro profesional, por lo que este joven de Mieres, que trabajaba en una gran superficie comercial, decidió dar un cambio de rumbo a su vida y volver a las aulas. La jugada salió bien. A sus 36 años, Señorans ha sido galardonado con un premio nacional de Formación Profesional (FP) por su intachable expediente, el mejor de todo el país en la rama de grado superior de Informática y Comunicaciones.

No ha sido el único reconocimiento obtenido por Señorans, que cursó sus estudios de FP en el colegio Sagrada Familia El Pilar de Pola de Lena. El Gobierno regional también distinguió los méritos del estudiante en los Premios Extraordinarios que concede el Principado. Mientras cursaba el módulo superior de FP, Señorans tuvo que compaginar sus estudios con un trabajo de atención al público en unos grandes almacenes. «Por las tardes trabajaba 5 horas y por las mañanas venía a clase. Estudiaba algo cuando llegaba a casa a las 11 de la noche y en el tiempo que me quedaba después de terminar las clases, justo antes de entrar al trabajo», explica este vecino de Mieres. En la mañana de ayer, Señorans estuvo junto a los alumnos que ahora estudian en el centro educativo de Pola de Lena para darles consejos sobre cómo conseguir buenos resultados académicos: «Siempre digo lo mismo, lo más importante es ir a clase siempre».

El módulo de Informática y Comunicaciones, como el resto de módulos de Formación Profesional, incluye un periodo de prácticas profesionales. Según explica Señorans, «la mayoría de alumnos que cursan este módulo se quedan trabajando en la empresa donde hicieron las prácticas». Pero, a pesar de su envidiable expediente y de las cualidades que todos sus profesores destacan en él, Señorans no se pudo quedar en la empresa a la que le enviaron para hacer la parte práctica del curso. Tuvo que pasar algún tiempo más antes de incorporarse a trabajar a una nueva empresa. «En mi caso no me quede en la empresa donde hice las prácticas pero, al mes siguiente, ya estaba trabajando», dice.

Uno de sus profesores en el Colegio Sagrada Familia El Pilar de Pola de Lena, Luis Cunquero, no se cansa de enumerar las cualidades de este alumno: «Compañerismo, constancia, responsabilidad, esfuerzo, ...». Son los méritos añadidos que se suman al expediente de un estudiante modelo.