La banca acreedora de Duro Felguera ha vuelto a endurecer su posición y condiciona la activación de avales por 31 millones a que la compañía (y no ya los accionistas mayoritarios) aporte garantías por la mitad de ese importe, para lo que los acreedores emplazan a la sociedad a que acelere la venta de activos.

La compañía se había comprometido con la banca a desprenderse de activos no estratégicos, como la sede de Madrid, la filial mierense DF Rail y las sociedades tecnológicas madrileñas Núcleo de Comunicación y Control y Epicom. Estas ventas forman parte del plan de saneamiento de la sociedad, junto con la entrada de nuevos accionistas, la recapitalización de la sociedad y la refinanciación de la deuda, además del cambio de gestión y primer ejecutivo.

Anteayer, la banca y la empresa alcanzaron un clima de consenso. La reunión de los bancos y representantes de la empresa supuso que los acreedores vieron despejadas las principales incertidumbres y, según personas partícipes en los contactos, el plan expuesto por la dirección de la empresa habría sido convincente para que los bancos considerasen asumir un mayor riesgo financiero con el grupo. Medios financieros dieron por hecho anteayer el entendimiento y habían avanzado que, con el plan planteado por la empresa a los acreedores y el previsto cambio en la cúpula y relevo del presidente, la banca ya no haría causa de la exigencia de garantías personales a los accionistas mayoritarios de Duro: Álvarez Arrojo y Arias.

Sin embargo, tras el traslado de estas conclusiones a las direcciones y los comités de riesgos de los bancos, los acreedores han pedido a Duro que debe comprometerse más y aportar garantías con los recursos que obtenga con las desinversiones. Aunque la empresa dijo semanas atrás que hay negociaciones avanzadas para vender los activos, de momento no han culminado. La banca pide celeridad pero la duda es si la compañía puede aguardar sin avales a que se materialicen las desinversiones. El presidente de Duro, Ángel del Valle, dijo el 26 de septiembre a los sindicatos que las nóminas están garantizadas sólo hasta este mes.

La banca se comprometió a remitir a Duro una propuesta de financiación cuyos términos deben ser aceptados por el consejo de la empresa. De momento no está convocado este órgano, aunque se estima que podría serlo en un plazo de siete a diez días.

Lo previsto es que en esa misma reunión el consejo aborde el relevo del presidente y primer ejecutivo quien, tras el tenso y dilatado consejo celebrado durante los días 23 y 24 de octubre, aceptó considerar su renuncia aunque supeditada a su continuidad en el máximo órgano ejecutivo como vocal en representación del mayor paquete accionarial: el 24,4% de Álvarez Arrojo, su familia política. El relevo de Del Valle (que la banca reclama desde hace más de un año) se prevé que se formalice como una iniciativa autónoma del consejo por pérdida de confianza en el presidente a causa de la marcha de la sociedad y de la querella de la fiscalía, y no como una exigencia impuesta por los bancos.