E. V.

Nadie pudo salvarle la vida. Las heridas de Andrés Avelino González López, un transportista gijonés de 57 años, eran tan graves que los servicios de atención médica de la Fábrica de Armas de Trubia y del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), no fueron suficientes. El trabajador pertenecía a la Sociedad Cooperativa de Transportistas Setrali, subcontratada por la factoría, y era entrenador de fútbol de las divisiones inferiores del Montevil. Ayer, en torno a las ocho de la mañana, sufrió un terrible accidente cuando trasladaba una carga dentro del propio recinto trubieco. Según fuentes sindicales de la Fábrica, el siniestro se produjo porque una de las piezas que el trabajador cargaba en su camión se movió durante el trayecto y, por causas desconocidas, se le cayó encima. El médico y el ATS de la Fábrica de Armas le atendieron de inmediato pero, ante la gravedad de su estado, llamaron a una uvi móvil. Los sanitarios del servicio de emergencia lograron estabilizarle, pero le trasladaron al HUCA en estado muy grave. El trabajador ingresó en el centro sanitario hacia las nueve de la mañana para ser intervenido en el quirófano, pero finalmente falleció en la mesa de operaciones hacia las doce de la mañana.

La Policía judicial investiga las causas del accidente, del que no ha trascendido el tipo de material que transportaba la víctima de una taller a otro de la Fábrica de Armas de Trubia, ni la razón por la que una de las piezas se cayó sobre el transportista. Según fuentes sindicales de la Fábrica, la carga del camión eran sobrantes de «Leopard», la versión española de un tanque alemán, construida con piezas que pueden alcanzar los 1.500 kilos de peso.

Hombre muy conocido en el ambiente deportivo de Gijón, el transportista había entrenado a las categorías inferiores del Gijón Industrial y el Montevil, y su único hijo también trabajaba en Setrali.

Los sindicatos CC OO, UGT y USO han convocado hoy, a las 12.30 horas, una manifestación por la muerte ayer de Andrés Avelino González López, y de un trabajador en Corvera. Los asistentes guardarán cinco minutos de silencio en las calles Santa Teresa, Cervantes y la avenida de Galicia.