Entrevista | Julio Fernández Presidente del Consejo Regulador de la IGP Miel de Asturias

"En Asturias tenemos una de las mejores mieles, no solo de España, sino del mundo"

"Mucha gente quiere seguir viviendo en la zona rural y la apicultura es una de las actividades a desarrollar, de ahí el aumento de profesionales"

Julio Fernández muestra dos tarros de miel de Asturias con el sello de la IGP.

Julio Fernández muestra dos tarros de miel de Asturias con el sello de la IGP. / Ana Paz Paredes

Cada vez son más las nuevas incorporaciones al sector de la apicultura en Asturias, aún teniendo que seguir peleando con los problemas de la avispa asiática, los vaivenes meteorológicos y la varroa, esta última causante del mayor número de bajas en los colmenares. Son cuestiones que están siempre sobre la mesa a la hora de hablar sobre el trabajo de los apicultores, a quienes sin duda, y por el modo en que les afecta, no les pasa desapercibido el preocupante descenso del número de estos imprescindibles insectos polinizadores en todo el mundo, tal y como señala a este diario el presidente del Consejo Regulador de la IGP Miel de Asturias, Julio Fernández, quien destaca que uno de los grandes logros de la miel asturiana es el haber conseguido, hace año y medio, la Indicación Geográfica Protegida (IGP).

–A la hora de comprar miel de Asturias recomienda al consumidor que busque el sello de la IGP en el tarro, que para eso costó tanto conseguirlo.

–Es cierto. Conseguimos este sello hace un año y medio después de muchos años de trabajo y de otras generaciones que lucharon por él. Contar con esta marca de calidad sirve para garantizar al comprador que, cuando adquiere un tarro con una contraetiqueta IGP Miel de Asturias, puede estar seguro de que lleva una miel de calidad, producida y envasada en el Principado, cien por cien asturiana. Teniendo en cuenta que está entrando mucha miel de fuera, es normal y lógico que luchemos por la que se hace en Asturias, por eso es tan importante ese sello identificativo a la hora de adquirirla y apoyar a los productores asturianos.

–¿Cuántos apicultores y apicultoras hay en la IGP?

–Somos cien operadores, entre 70 productores y 30 envasadores. Vamos creciendo poco a poco. De hecho en poco tiempo abriremos de nuevo el plazo para que la gente que quiera incorporarse a la IGP lo haga, y que la marca de calidad vaya creciendo en productores, envasadores y en kilos de miel asturiana certificada.

–¿En los últimos años hay un notable incremento de nuevos apicultores y apicultoras?

–Así es. Es uno de los sectores que más está creciendo en la ganadería asturiana. Se incorporó mucha gente joven así como muchas mujeres, cada vez más presentes en esta profesión. La gente poco a poco ha ido apostando por la apicultura. Mucha gente quieren seguir viviendo en la zona rural y la apicultura es una de las actividades que puede desarrollar.

–¿Se puede vivir de la apicultura o es una economía de apoyo a la general de una familia?

–Se puede. Hoy hay en Asturias bastante gente viviendo de la apicultura con un número importante de colmenas, entre 700, 1.000 o 2.000. Hay un importante número de apicultores como actividad principal. También puede ser un actividad complementaria con otro trabajo, es perfectamente viable.

–¿A qué problemas se enfrenta hoy en día la apicultura en Asturias?

–Además de los factores externos como es el cambio climático, seguimos enfrentándonos a la velutina además de los problemas sanitarios como la varroa, que llevamos desde los años 80, que cada año causa un número de bajas importante en los colmenares.

–¿Qué le parece la recuperación de algunos cortines por parte de algunos apicultores que se están incorporando estos años?

–Algo digno de admirar. Los cortines son una joya de nuestra etnografía que sólo existe en nuestra zona y que crearon para evitar el acceso del oso a los colmenares. Uno de los problemas es, quizá, que están muchos en sitios un tanto inaccesibles pero no estaría mal, por ejemplo, restaurarlos y enfocarlos al turismo y las visitas guiadas. Los cortines forman parte de nuestra identidad.

–¿El viajero muestra el mismo interés por la miel que por la faba o la sidra cuando llega a Asturias?

–Yo creo que lo estamos, poco a poco, consiguiendo. Es un trabajo a largo plazo y el camino estamos con el esfuerzo de lograrlo.

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