Las lluvias se cebaron ayer con Asturias, especialmente con su costa central y oriental, desde Carreño hasta el límite con Cantabria, donde la jornada dejó calles anegadas, argayos e inmuebles parcialmente arruinados por la fuerza del agua. Los concejos más afectados por desbordamientos y destrozos fueron Villaviciosa, Colunga y Ribadesella.

Villaviciosa amaneció empantanada. El parque del Ayuntamiento fue una de las zonas donde más se dejaron notar las inundaciones. También la calle ubicada junto a La Barquerina, que se cerró al tráfico, al igual que la vía Doctor Pando Valle. Y Marqués de Villaviciosa quedó anegada frente a la antigua estación de autobuses. En este tramo, los coches circularon con problemas. La capital del concejo registró más de medio centenar de litros por metro cuadrado desde el pasado sábado y en la jornada de ayer.

El alcantarillado no fue suficiente para canalizar todo el agua que llegó al núcleo urbano procedente de los arroyos de Fuentes. La marea alta complicó la situación. Los Bomberos y Protección Civil trabajaron desde las once de la noche del sábado para evitar el caos en las calles. "Las alcantarillas fueron levantadas por la fuerza del agua, que empezó a salir con intensidad hasta inundar toda esta zona", aseguró Josefina Martínez, vecina del entorno del Ayuntamiento. Las bolsas de arena sobre las alcantarillas intentaban evitar la salida del agua. Aunque los daños fueron escasos, afectaron a varios garajes y al teatro Riera, que sufrió filtraciones desde la calle.

Al hostelero Jesús Suárez el agua se le coló en el local, aunque sin la virulencia de otras ocasiones. Durante la mañana se vieron bombas achicando en garajes en el entorno de La Barquerina y de otras calles. Hubo quien no guardó la fregona y el cubo en toda la mañana. "Por si debo secar el agua que consiguió entrar", comentó José Manuel Fernández.

Nicolás Rodríguez y José Luis García clavaron maderas en las entradas y a ras del suelo de los bajos del edificio que alberga la Fundación Cardín y donde estos días está instalado el belén de La Oliva. El alcalde, José Felgueres, que acompañó a los Bomberos y a Protección Civil durante las labores de atención, explicó "que la gran cantidad de agua que baja de Fuentes hace imposible que puedan soportarlo las alcantarillas".

En Ribadesella se inundaron cuatro garajes de la urbanización "Astursella". "Había coches dentro, pero se sacaron a tiempo", indicó Manuel Rey, vecino de la zona. Otra residente no pudo rescatar de la cochera una moto y una máquina de segar. "Espero que vuelvan a funcionar", decía con resignación. Junto al polideportivo de La Atalaya, un enorme argayo dejó incomunicado un parking con coches. A golpe de excavadora se llenaron quince cargas de camión con barro y piedras. Además, se detectaron desprendimientos en la carretera que une Ribadesella con Colunga y se cortó el acceso a una vivienda en Xuncu de Abajo. En San Miguel un puente quedó taponado, y en Sebreñu se mantuvo cortada la calzada que pasa sobre el río. La carretera del Carmen sufrió también el temporal con algún desperfecto.

En Colunga se registraron varias incidencias. La más significativa tuvo lugar en Gobiendes, donde se inundó la parte baja de una vivienda. Sus habitantes tuvieron que refugiarse en el piso superior, mientras aguardaban con impaciencia la llegada de los Bomberos.