Decía Virginia Woolf, hace ya algo menos de un siglo, que "el anónimo, quien escribiera tantos poemas sin firmarlos, fue a menudo una mujer", poniendo así luz a la realidad de tantas mujeres escritoras que habían permanecido invisibles en el relato de la historia. Nosotras vemos claro que el mandato de construir la Asturies acogedora que queremos, no puede hacerse sin poner nombre y rostro a la esperanza de miles de personas que, habitualmente silenciosas, alzan la voz para protestar contra la injusticia o, lo que es lo mismo, trabajan cotidianamente por que tengamos una tierra inclusiva, acogedora y que garantice vidas dignas para todo el mundo, en referencia a quienes estamos aquí pero, del mismo modo, a quienes tuvieron que marchar.

Poner nombre y rostro quiere decir hablar de Ana Taboada, referente en Uviéu de la posibilidad de desalojar al PP después de más de veinte años de gestión despilfarradora de la ciudad y de espaldas a la ciudadanía. Pero también quiere decir hablar de muchas mujeres están a día de hoy al frente de proyectos municipales en Asturies, encarnando la esperanza ciudadana de cambio. Su mera presencia ya es evidencia de que las mujeres instituciones. Y esta forma de hacer política pasa por hacer que todas y todos tengamos voz hemos venido para quedarnos y dar un giro a la forma de hacer política hasta ahora en las en ella y que nuestra presencia esté garantizada. No hay marcha atrás.

Nombrar también implica hablar de quiénes han tomado las riendas de la movilización social y se han organizado desde la sociedad civil. En otras palabras: reconocer que somos las mujeres quienes estamos hoy en día al frente del proceso de cambio social y cultural, quienes somos el referente de otras formas de liderazgo eficaz y de disputa por los derechos y libertades que nos han sido arrebatados en estos años de mal llamada crisis y políticas austericidas. ¿Podrían pensar por un momento cuántas movilizaciones hemos visto lideradas por mujeres en la actualidad? Con la respuesta a la pregunta, ponemos rostro y voz a la lucha de las camareras de piso, Las Kellys, por unas condiciones de trabajo dignas y justas para todas y todos. También a las trabajadoras de Modultec, a las que un día hicieron creer que eran compañeras del metal y que ahora luchan por dejar de encarnar, por combatir, las políticas de igualdad low cost que el gobierno asturiano promueve. Pero también pasa por nombrar a las trabajadoras del Servicio de Atención a la Dependencia, que ponen en el centro la necesidad de un sistema de cuidados público, de proximidad y de calidad para todas y todos. La lucha en contra de la precarización laboral y de las condiciones de vida de toda la población está siendo liderada por mujeres, precisamente porque esta precariedad, y esto no es una casualidad, está presente en los sectores laborales más feminizados.

Hay que nombrar también el papel de liderazgo de las mujeres en la defensa de vidas justas y vivibles para todos y todas. Somos nosotras quienes luchamos día a día para terminar con la impunidad de la violencia machista y los pactos por arriba y sin garantías de nuestros gobernantes. Quienes estamos al frente de la disputa por conquistar espacios, físicos y simbólicos, en manos de esta forma injusta (y letal para nosotras) de entender y organizar el mundo que es el patriarcado. Una mayoría de nosotras nos afanamos por combatir prácticas asociadas a una única manera privilegiada, antigua y excluyente de ser hombre, que se refugia en la infame solidaridad de las manadas. Somos mayoría, estamos al frente y no estamos dispuestas a que haya marcha atrás. Porque estamos convencidas que la presencia de mujeres y del feminismo en el proceso de cambio es la única garantía actual de que haya una lucha compartida que asegure derechos para todas todos y que profundice en la democracia.

Por eso, Asturies 2019 creemos que necesitamos organizaciones feministas y feminizadas que se abran en canal para renovar sus estructuras y ponerse al servicio de toda la sociedad. Necesitamos un Podemos Asturies que apueste por el feminismo y la diversidad, por una política transversal que no se quede en el gesto y la retórica. Asturies 2019 nos hemos comprometido radicalmente con un programa feminista y LGTBI y para ello, nos hemos dotado de compromisos concretos que cuenten con recursos y plazos específicos, a diferencia de las propuestas de otras candidaturas. En todo caso, no podemos dar vueltas sobre nosotras mismas hablando de la forma en la que queremos organizarnos internamente, porque si por algo estamos aquí es para ayudar a construir la Asturies que queremos y que nos merecemos.

En uno de los encuentros de nuestras primarias, una de las asistentes nos contó en primera persona cómo tuvo que dejar de lado su vida laboral para dedicarse en exclusivo a cuidar de su hijo en situación de dependencia, que no es sino la elección de muchas mujeres que tienen que elegir entre su vida personal-familiar y laboral. Aunque también ocurre que un buen número de nosotras no tengamos posibilidad de elección y debamos entregarnos a una vida de malabarismos permanente. Nosotras queremos participar en una organización política que entienda que estos no son casos particulares, sino una cuestión social que hace referencia a quién, cómo, cuándo y en qué condiciones se encarga de cuidar de nuestras personas mayores y menores, que hace referencia a cómo organizamos el sostén de las vidas de nuestras sociedades. Participamos en Podemos Asturies porque deseamos una Asturies que consiga reorganizar los cuidados de forma justa, equitativa y sostenible. No podemos reducir las exigencias con un gobierno socialista que regatea la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años, olvidando que el cuidado y la educación de nuestra infancia es un pilar fundamental para las y los más pequeños y supone un abandono de las familias y para las mujeres en ellas, más aún si hablamos de las monomarentales. Estamos decididas, como integrantes de Asturies 2019, a que la situación de los cuidados en nuestra tierra sea uno de los ejes principales de nuestra actividad política y nuestro futuro programa de gobierno. Prueba de ello es que, en Uviéu, donde gobernamos, lo estamos demostrando con la apertura de comedores en periodos vacacionales, aumento de las becas escolares para libros y comedores, el programa pionero de desayuno en los colegios, etc.

Además, en una de las sociedades más envejecidas de Europa, las familias necesitan más, mucho más apoyo. Las feministas tenemos ideas y programa para combatir el declive demográfico.

Del mismo modo, nos comprometemos a seguir impulsando la movilización feminista porque todo lo que hemos logrado en estos últimos años no habría sido posible sin un movimiento de mujeres cada vez más activo y organizado. Ahora bien, somos plenamente conscientes de que el feminismo no es sólo un movimiento para las mujeres jóvenes urbanas. Necesitamos políticas feministas para combatir la desigualdad que sufren nuestras abuelas, más pobres que nuestros abuelos, para que las mujeres jóvenes y mayores que viven en el medio rural tengan vidas buenas y vivibles.

Las mujeres ya sabemos qué hacer para transformar las organizaciones y las sociedades en el sentido de la justicia social para todas y todos, ya existe un plan y una agenda feminista que hemos heredado y en la que hemos participado activamente. No queremos que nuestros compromisos queden en papel mojado. Nosotras no vamos a esperar. No hay marcha atrás.