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Mantener abierta la rampa de Pajares y otras peticiones de los ingenieros ante la apertura de la Variante

La “revolución” que supondrá el AVE requiere que empresarios y políticos definan ya “el futuro ferroviario de la región”, resalta el colegio profesional

Dos trenes Alvia en la rampa de Pajares. Antonio Corral Fernández

Mantener en servicio la rampa de Pajares tras la apertura de la Variante es una de las peticiones que el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Asturias ha lanzado. En un escrito, elaborado por el Grupo de Trabajo de Ferrocarriles del Colegio, trata de responder a la pregunta que figura como titular: “Y después de la Variante, ¿qué?”. Este colectivo cree que la llegada del AVE supondrá la “revolución definitiva” en la conexión con la Meseta, y pide que Asturias esté preparada para aprovechar al máximo las posibilidades que propiciará la alta velocidad. Pero hasta ahora “nada se sabe sobre el futuro ferroviario de Asturias tras la inauguración de la Variante”, apunta.

Los ingenieros destacan en el escrito dado a conocer en el último número de su revista, “Qanat”, que la construcción de la Variante ha tenido un desarrollo “muy complicado” tanto por razones técnicas como políticas, que “han dilatado de una manera inapropiada la fase final de esta faraónica obra”. Subrayan que el debate sobre qué hacer tras la apertura de la Variante, que debería haberse puesto sobre la mesa “hace mucho tiempo”, no se ha abordado aún al haber estado los dirigentes políticos “enfrascados en disputas pueriles, carentes de los mínimos argumentos técnicos para apoyarlas, y con la inevitable pérdida de tiempo y de dineros”. Por ejemplo, el ancho de vía.

Pero, ni siquiera una vez adoptada una solución definitiva para la superestructura y explotación (triple hilo y tráfico mixto), “todavía no se tiene noticia de los siguientes pasos”. Una circunstancia que se debe, según los ingenieros, al “altísimo grado de improvisación que prima en el desarrollo de las infraestructuras ferroviarias de nuestro país, con una clarísima carencia en la parte planificadora a medio y largo plazo para definir las necesidades o las prioridades o siquiera determinar las carencias”.

Denuncian asimismo la “deplorable situación” en la que se ha sumido al ferrocarril (de ancho convencional y métrico) en Asturias, “tras un largo periodo escatimando en mantenimiento, desatendiendo en grado sumo las mínimas necesidades de los viajeros o renunciando expresamente al transporte de mercancías”. Y llaman a la reflexión sobre “qué servicios de cercanías debe tener Asturias a medio plazo” para “determinar el dimensionamiento de parque material y de personal que se precisaría”. Otros dos aspectos sobre los que reflexionar son: la coordinación entre el ferrocarril y otros modos de transporte terrestre, y la prioridad que se pretende dar realmente al tren frente a la carretera, en atención a su mayor sostenibilidad social, económica y medioambiental. “Ello debería determinar la priorización de inversiones en favor del ferrocarril y en detrimento del transporte por carretera”, apuntan.

Qué se pretende hacer realmente con el transporte de mercancías en la región es otra cuestión a decidir, como también qué tipo de economía aspira a tener Asturias. Porque ayudaría a definir “la estrategia de búsqueda de nuevos nichos de actividad económica una vez que han desaparecido prácticamente las grandes fuentes económicas en el sector primario y secundario (extractivo e industrial)”.

Entre las cuestiones directamente relacionadas con la Variante, incluyen los ingenieros el futuro de la rampa de Pajares. “Nuestro Grupo cree decididamente en el mantenimiento en servicio del actual trazado, con fines estratégicos, para permitir alternativas a los nuevos túneles en caso de incidencia, trabajos, o necesidades de capacidad que pudieran surgir”. Y todo ello sin olvidar “el indudable valor patrimonial del trazado y su potencial turístico o como trazado de experimentación y pruebas”.

“Asturias no puede permitirse nuevos juegos de trileros que retrasen aún más las inversiones ferroviarias”

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Políticos y empresarios deberían reflexionar sobre qué acciones se han de tomar en el corto plazo para coordinar los nuevos servicios a través de la Variante con los servicios interiores en la región (mercancías y cercanías). Puesto que se supone que habrá un aumento de los servicios ferroviarios de largo recorrido que en el interior de la región han de compartir vías con los servicios existentes, se deberían definir “soluciones a los cuellos de botella, itinerarios alternativos, terceras vías para segregación, pequeñas variantes, etcétera”, indican los ingenieros.

¿Qué va a suceder con el ancho de vía convencional en el interior de la región?, se preguntan. “Como integrante del Corredor Atlántico en la Red Básica de la Red Transeuropea de Transportes de la Unión Europea, se debería lograr la interoperabilidad de la totalidad del trazado hasta los puertos de Gijón y Avilés en 2030”. Esto implica, entre otras condiciones, adaptar las vías al ancho AVE y adecuar la alimentación eléctrica de tracción a los 25.000 voltios de corriente alterna interoperables”, señalan. Claro que este cambio requiere la adecuación de todo el trazado para cumplir estándares de gálibos y seguridad, “con las complicadas obras a que ello obliga”.

Debe decidirse también qué tipo de mercancías se quiere que atraviesen la Variante. “Los radicales cambios en la composición económica asturiana en los últimos años han provocado la práctica desaparición del transporte de graneles, quedando algunos transportes de productos semielaborados”, detallan los ingenieros. La reducción de tiempos y la mejora de condiciones de trazado favorece la posible incorporación de nuevos tráficos “pero es la economía asturiana la que debería buscarlos y sacar provecho a la Variante (transporte contenerizado y logístico, de automóviles, etcétera)”.

Una duda más a despejar: “¿Qué papel se quiere que juegue la nueva traza ferroviaria en la conectividad con los puertos de Avilés, de Gijón, en la Zalia y en otros polígonos industriales?”, escriben los autores del texto, que alertan de que ya existe “retraso en la estrategia ferroviaria para Asturias en los próximos años” aunque “no por ello se debe renunciar a emplear un tiempo en la discusión y definición de soluciones para las cuestiones planteadas o para otras que se estimen oportunas”.

Insisten en la necesidad de “planificar adecuadamente actuaciones de calado y de amplio espectro”, que permitan “una correcta coordinación de las inversiones”, de modo que “todos los actores intervinientes tengan claro el camino a seguir y puedan adoptar las medidas necesarias para llegar al fin propuesto en un tiempo razonablemente breve”.

“Asturias no puede permitirse nuevos juegos de trileros que utilicen como instrumento las futuras inversiones ferroviarias y retrasen aún más las actuaciones”, advierten los ingenieros. Porque la región no solo corre el riesgo de perder la competitividad ferroviaria, sino que incluso podría “perder para siempre la competitividad económica, así como que no se desarrollen actuaciones que faciliten la movilidad de los ciudadanos”, añaden.

“Nadie quiere ver a Asturias convertida en un parque temático improductivo. Para evitar volver a caer en errores recurrentes, la base de las diferentes alternativas que pudieran ponerse sobre la mesa, debe ser principalmente el criterio técnico, objetivo, que permita eliminar sesgos únicamente partidistas o caprichos personales como en otras ocasiones”, concluyen.

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