La línea de alta velocidad Asturias-Madrid tendrá trenes "low cost"

La francesa Ouigo y la hispano-italiana Iryo muestran interés por competir con el AVE de Renfe en el corredor Madrid-Gijón

Un tren de la compañía Ouigo.

Un tren de la compañía Ouigo. / Javier Cebollada

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Adif ya prepara la segunda fase de liberalización del mercado ferroviario español, que incluirá la futura línea de alta velocidad Madrid-Gijón, que el Ministerio de Transportes pretende abrir al tráfico comercial el próximo mes de noviembre, con la inauguración de la variante de Pajares. Es muy probable que el AVE (marca comercial de Renfe) tenga competencia, pues tanto la francesa Ouigo como la hispano-italiana Iryo, entre otras compañías, han manifestado su interés por operar en los corredores que ya conducen a Galicia y Murcia, así como en el que dentro de seis meses suplirá a la decimonónica rampa de Pajares.

El anuncio fue lanzado este lunes por la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, durante la jornada "Balance de la liberalización del sector ferroviario de pasajeros", organizada en Madrid por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con motivo del segundo aniversario de la entrada en el mercado del primer competidor del operador histórico en alta velocidad, la "low cost" Ouigo.

"La liberalización del transporte de viajeros por ferrocarril es un proceso imparable e irreversible en nuestro país", ha subrayado Domínguez, aunque ha reconocido que la situación no es la misma que la de 2019, cuando se abrió el sistema ferroviario español a nuevos operadores, y que la nueva fase de liberalización deberá desarrollarse de forma coordinada, con las disponibilidades reales de las vías y los andenes en las estaciones.

Esta segunda liberalización del sector ferroviario será, por tanto, más selectiva que la primera, de tal manera que, además del número de plazas, se valorará a las compañías que dispongan de trenes de ancho variable (necesarios para las líneas a Asturias y Galicia), entre otros criterios, aún por definir. De momento, únicamente Talgo dispone de trenes de ancho variable para alta velocidad. Entre esos convoyes estará el próximo mes de noviembre, cuando reciba la homologación definitiva el Avril (serie 106), con el que el Ministerio pretende inaugurar, salvo imprevistos, la variante de Pajares.

Adif dará prioridad a las operadoras que tengan trenes de ancho variable, necesarios para llegar a Asturias

De momento, Domínguez ya ha creado un grupo de trabajo que se ha marcado como objetivo buscar las fórmulas para romper el monopolio de Renfe en aquellos corredores donde aún no hay competencia, así como en los que, como ocurre en el caso de Asturias, están a punto de ser inaugurados. Todo indica que la próxima fase liberalizadora incluirá las líneas de Madrid a Murcia, Galicia, Asturias y Extremadura. Para más adelante quedará la del País Vasco, a la que todavía le faltan unos años para estar operativa.

Tanto Ouigo como Iryo, no obstante, ya han advertido al administrador ferroviario la necesidad de abordar una importante rebaja de las tarifas por el uso de las vías, ya que en ninguno de los tres corredores liberalizados hasta ahora –Madrid-Barcelona, Madrid-Levante y Madrid-Andalucía– la demanda se acerca a la oferta de plazas existente actualmente.

Si no hay rebaja, ambas operadoras ya han advertido que no será posible mantener los actuales precios de bajo coste. Han reclamado un test de mercado, como exige la normativa comunitaria, para determinar el peso de los cánones en su balance de resultados, que juzgan excesivamente elevado. También han abogado por la promoción del trasvase de viajeros del avión y la carretera al tren.

Entre las fórmulas para conseguirlo, los responsables de Ouigo e Iryo plantean medidas como implantar peaje en todas las autovías y autopistas y prohibir los viajes cortos en avión si existe alternativa por ferrocarril, tal y como ya se ha hecho en Francia.

Trenes de la compañía Iryo.

Trenes de la compañía Iryo. / T.E.

La respuesta de Domínguez durante la jornada madrileña fue contundente, al subrayar que los cánones que Adif cobra a las operadoras son más bajos que en otros países de Europa. Ha puesto como ejemplo los cánones de Madrid-Barcelona, que son similares a los que se aplican en Alemania o Italia y mucho más bajos de los que se cobran en Francia. "Con la bajada del 21% de la tarifa aplicada en 2021, que se han mantenido hasta ahora, no se puede afirmar que nuestros niveles de cánones sean elevados", ha subrayado. No obstante, ha dejado la puerta abierta a su revisión este mismo año.

La presidenta de Adif ha resaltado el aumento del 35,2% durante el primer trimestre de este año del número de usuarios de alta velocidad en larga distancia, respecto al mismo periodo de 2022. Un dato que, a su juicio, invita a avanzar hacia la "consolidación" del ferrocarril como el transporte preferido por los viajeros para medias y largas distancias.

En todo caso, Domínguez ha reconocido que los buenos resultados del corredor Madrid-Barcelona, cuya demanda se ha disparado un 57% gracias a la bajada de los precios en un 22%, contrastan con los registrados en Madrid-Sevilla y Madrid-Alicante, en los que los resultados están siendo mucho más modestos.

De hecho, no se ha cumplido ninguno de los planes de negocio de las tres operadoras que compiten en las líneas alta velocidad, ya que las agresivas campañas de precios, con bajadas medias del 22% en los billetes, no compensan los costes de explotación, en los que destacan el gasto en energía y los pagos de los cánones de Adif.

Las competidoras de Renfe piden una rebaja de las tarifas por el uso de las vías, para cuadrar las cuentas

Domínguez ha destacado que el modelo español de liberalización del sector ferroviario ha sido reconocido por otros países europeos por su "singularidad y originalidad", al conseguir contar con hasta tres operadores concurriendo en libre competencia en un mismo corredor de alta velocidad.

El precio del billete del Avlo (marca "low cost" de Renfe) entre Madrid y Barcelona se sitúa entre 15 y 39 euros, en función de la hora elegida. Viajar en Ouigo supone un desembolso de entre 25 y 39 euros, mientras que hacerlo en un Iryo se sitúa entre 16 y 40 euros. El viaje en AVE entre las dos ciudades más pobladas de España cuesta entre 17 y 107 euros, en función del horario y el número de paradas intermedias. A Levante y Andalucía hay billetes "low cost" desde 9 euros.

Además de Ouigo e Iryo, hay otros operadores dispuestos a participar en la segunda fase de liberalización ferroviaria. Según ha desvelado el diario "Expansión", entre ellas estarían la andaluza Eco Rail y los operadores regionales Euskotren (País Vasco) y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FCG).

El corredor de alta velocidad a Asturias será inaugurado, salvo nuevos aplazamientos, el próximo mes de noviembre, con trece años de retraso sobre la previsión inicial. Abrirá, además, de forma incompleta, puesto que los trenes avanzarán por una línea homologada como de alta velocidad entre Madrid y León (aunque hay zonas de vía única compartidas con servicios ferroviarios convencionales); pasarán después por el tramo León-La Robla, que seguirá siendo convencional y estando en obras, al menos, hasta el año que viene; discurrirá a continuación por la Variante (La Robla-Pola de Lena), homologada para la alta velocidad, aunque con triple hilo en una de sus vías; y finalmente seguirá desde la capital linense hasta Gijón por la actual línea convencional, compartida con convoyes de viajeros, mercancías, cercanías y media y larga distancia.

La Variante, la obra más compleja de la historia ferroviaria española, acabará costando cerca de 4.000 millones de euros, lo que supondrá un 70% más que los 2.312,8 millones del primer cálculo global del coste de la obra, realizado en 2006 (anteriormente solo se había estimado el gasto en la perforación de los túneles).

Además de la enorme complejidad técnica de la obra (atraviesa 40 formaciones geológicas diferentes, por ejemplo), el retraso acumulado en la ejecución de la Variante tiene que ver con el descenso de la inversión decidido por los sucesivos gobiernos de España a partir del año 2010. Un descenso que se justificó apelando a la crisis económica iniciada en 2008, pero que se mantuvo una vez superado ese bache. Un ejemplo: en 2007 se gastaron en la Variante 525 millones de euros, mientras que en 2016 ni siquiera se alcanzaron los 60 millones.

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