Las aulas asturianas despiden el curso de las dos leyes educativas a la vez: "Estamos aún adaptándonos"

Más de 102.000 alumnos acaban hoy las clases, tras un año "complejo" por la convivencia de dos leyes educativas y el aumento de la burocracia

Escolares del colegio Jovellanos de Gijón, ayer, muy contentos en el patio del centro. | Juan Plaza-

Escolares del colegio Jovellanos de Gijón, ayer, muy contentos en el patio del centro. | Juan Plaza- / P. Palomo (Gijón), J. Sámano Lucas (Oviedo), I. García (Avilés) y D. Orihuela (Langreo)M. G. S.

Esta información ha sido elaborada por P. Palomo (Gijón), J. Sámano Lucas (Oviedo), I. García (Avilés) y D. Orihuela (Langreo)

Asturias dice hoy adiós a un año escolar "complejo" en el que convivieron dos leyes educativas: la Lomce en los cursos pares y la Lomloe en los impares. La implantación de la reforma Celaá fue agitada durante los primeros meses –el profesorado salió a la calle a protestar contra su aplicación "exprés"–, aunque las aguas volvieron poco a poco a su cauce. Gracias, eso sí, remarcan en los centros, "al esfuerzo extra de los docentes". Pero esto no acaba aquí; en septiembre vendrá la segunda parte de la Lomloe, con su implantación total, llegando a los cursos pares. "Estamos aún en proceso de adaptación, nos queda mucho por hacer. Este curso fue una toma de contacto", reconocen los equipos directivos.

En los colegios e institutos de la región están conformes con "los principios" de la norma, que apuesta por un enfoque más competencial y menos memorístico, pero cargan contra el aumento de la burocracia. Hoy empezarán las vacaciones de verano un total de 102.666 estudiantes de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Con motivo del fin de clases, LA NUEVA ESPAÑA visitó ayer cuatro centros en Oviedo, Gijón, Avilés y Langreo.

"Este año fue un curso muy complejo en el que tuvimos que compaginar dos legislaciones distintas, y estamos aún en proceso. El profesorado debería haber estado formado antes de comenzar el curso, y a pesar de ello, y con esfuerzo de todo el claustro, hicimos todo lo posible por sacar el año lectivo adelante", detalló Víctor Carreño, jefe de estudios del IES Carreño Miranda de Avilés. A su lado, la directora del centro, Natalia Menéndez, coincidió con su compañero de directiva en "la implicación del profesorado".

Los alumnos de 4.º de Primaria del colegio Santa Teresa de Jesús, de Oviedo, y la profesora Lorena Fernández, despidiendo ayer el curso. | Miki López

Los alumnos de 4.º de Primaria del colegio Santa Teresa de Jesús, de Oviedo, y la profesora Lorena Fernández, despidiendo ayer el curso. | Miki López / P. Palomo (Gijón), J. Sámano Lucas (Oviedo), I. García (Avilés) y D. Orihuela (Langreo)M. G. S.

"Las mayores dificultades fueron los plazos de implantación de la Lomloe. Destacamos el esfuerzo del profesorado en adaptarse a la nueva forma de organizar las programaciones y de aplicar la metodología de la ley, pero pensamos que todavía estamos en un proceso de adaptación y queda aún mucho por hacer", manifestó. Menéndez insistió además que el curso que ahora finaliza comenzó con "mucha incertidumbre y sin instrucciones muy claras", cuestión que fue aclarándose con el paso de los meses en el instituto público con más alumnado de la tercera ciudad asturiana en población.

María Rodríguez es profesora de Francés y defiende que, pese a que su asignatura apenas sufrió cambios "por trabajar desde hace años de manera competencial", sí que notó el incremento de la burocracia por la Lomloe. Gabriel Villa García, estudió 1º del Bachillerato General, uno de los cursos donde comenzó a aplicarse la nueva ley educativa. "A principios de curso pensé que me iba a suponer un reto grande, entré con mucho miedo pensando que no iba a dar la talla, pero la verdad es que ha sido lo contrario", señaló el joven, que percibe que "con la Lomloe los exámenes son más fáciles".

Para Manel Álvarez, alumno de 6º de Primaria del colegio Jovellanos, en Gijón, el de hoy no solo será su último día de curso sino también la última jornada en su centro. Este estudiante, como el resto de su clase, empezará la ESO el año que viene y se trasladará al instituto. Esta situación provocó ayer un mar de sensaciones entre los pequeños de este centro público, que, como los del resto de la región, encara el final de un curso que ha sido el primero en el que ha entrado en vigor la Lomloe. Una ley, que, para las docentes, "tiene buenos principios", pero que "todavía tiene que ponerse en marcha".

Esto lo cuenta María Gloria Velasco, profesora de 5º de Primaria. "Ha sido una toma de contacto. Las primeras sensaciones son que nos falta un punto de apoyo para llevar a cabo lo que se nos exige", cuenta una profesora que reclama más apoyo a la Consejería de Educación. "Estamos un poco despistados con el tema de plazos y documentaciones", expresa.

Nada de esto preocupaba ayer a alumnos como Manel Álvarez ni a compañeros como Isaac García u Olaya Álvarez. Estos pequeños recogieron la mayor parte de sus pertenencias y dejaron despejado su pupitre de cara a que el año que viene lo hereden nuevos inquilinos. "Ahora toca empezar la ESO y eso da un poco de miedo. Vamos a echar de menos a los profesores y al colegio", comentaron.

Arriba, Víctor Carreño, Natalia Menéndez, María Rodríguez y Gabriel Villa, en el IES Carreño Miranda de Avilés. Sobre estas líneas, Asur Cejudo, en el Cislan de Langreo. | M. Villamuza / D. Orihuela

Víctor Carreño, Natalia Menéndez, María Rodríguez y Gabriel Villa, en el IES Carreño Miranda de Avilés. | M. Villamuza / P. Palomo (Gijón), J. Sámano Lucas (Oviedo), I. García (Avilés) y D. Orihuela (Langreo)M. G. S.

En Oviedo, en el colegio concertado Santa Teresa de Jesús, todos, desde los alumnos más pequeños hasta los mayores, ardían ayer en deseos de cerrar las mochilas hasta septiembre y disfrutar de las vacaciones de verano. Con menos afluencia de estudiantes de lo usual, porque ya no quedan exámenes por hacer y con algunos cursos de excursión en la Senda del Oso, los que aún conservaban el entusiasmo, después de nueve largos meses de curso, fueron los niños de Primaria. Como Héctor Rodera, de 4º curso, quien aseguró haberlo pasado "en grande" durante el año.

El sueño adulto de Rodera –ser carnicero, como su familia–, es más austero que el de muchos de sus compañeros, que sueñan con ser futbolistas del Real Madrid o del Real Oviedo. Es por ello que no sorprende que la asignatura con mejor acogida en la clase sea la Educación Física. Aunque también las hay con proyecciones artísticas, como Adriana Díez, que quiere ser directora de cine. Para Elsa Ruiz, de 3º de Primaria, el año fue también "genial", porque se divirtió y además, confesó, "no tuve que estudiar mucho".

Quienes tuvieron un año especialmente movido son los estudiantes de 1º de la ESO. Por el cambio de etapa y por el inicio de la Lomloe. "El curso es difícil de llevar porque hay que adaptarse a muchas cosas nuevas, pero he aprendido a trabajar en serio y me lo he pasado muy bien con mis compañeros", expuso Pablo Granda. Para Ángela Álvarez, el cambio se percibe, principalmente, en materias teóricas como Biología e Historia.

"Al principio, la nueva ley generó cierto desconcierto", admitió Beatriz Flórez, directora del centro. Tanto que en el primer trimestre los alumnos fueron evaluados conforme a la ley anterior. Un "jaleo" que la responsable del colegio teme que los jóvenes y sus familias no entiendan y por ello las notas finales, que se entregarán el próximo lunes, generen cierta incomprensión. Flórez reconoce que incluso al personal del centro le costó entender una nueva norma que genera "opiniones dispares". "Aunque siempre que hay una nueva ley es difícil adaptarse", apostilló.

Después de nueve meses de adaptación, los jóvenes de las Teresianas se las ven y se las desean para descansar al sol hasta septiembre. Todos menos uno. A César Ramos no le apetece que sea verano. Tiene sus razones: "Se acaba el fútbol y no veré tanto a mis amigos".

La consejera Lydia Espina. | Luisma Murias

Asur Cejudo, en el Cislan de Langreo. | D. Orihuela / P. Palomo (Gijón), J. Sámano Lucas (Oviedo), I. García (Avilés) y D. Orihuela (Langreo)M. G. S.

Una ley de FP en camino

El Centro Integrado de Formación Profesional de Comunicación, Imagen y Sonido, el Cislan de Langreo, está ya prácticamente vacío. La mayoría de sus alumnos han terminado el curso, y los que no acabaron ayer su periodo de prácticas que pone fin a sus estudios. Es el caso de Asur Cejudo, de Villaviciosa, alumno del grado superior de Animación 3D, juegos y entornos interactivos, que no tiene muy claro qué hacer en un futuro. Decidió estudiar FP, dice, porque "no sabía muy bien qué carrera universitaria elegir".

Cejudo pertenece a la primera promoción de Animación 3D y en los últimos meses ha hecho prácticas desde el Cislan en la empresa "Liquid Games". "Ha sido muy interesante y muy enriquecedor porque te sientes como que estás trabajando, lo que haces no se queda en un proyecto de clase, sino que ves que se va a utilizar en realidad", subraya. ¿Y ahora qué? "Eso me pregunta todo el mundo, no lo sé, tendré que ponerme a pensarlo", contesta.

En el Cislan ya miran hacia nueva ley de Formación Profesional, que convertirá toda la FP en dual. "Haremos el trasvase en el curso 2024/25, que es cuando se generaliza la implementación de la norma para toda España", apunta Maribel Lugilde, directora del centro. Por ahora, sus alumnos hacen prácticas en empresas los últimos meses de sus estudios. El Cislan ha logrado este año el hito de ser el único centro de Asturias que ofrece todas las enseñanzas de la familia profesional de imagen y sonido. Tienen un grado medio, cinco ciclos superiores, un curso de especialización en Audiodescripción y Subtitulación, y un máster de FP. Las instalaciones se están quedando pequeñas: este curso fueron 420 alumnos de FP y entre 50 y 70 de cursos de FP para el empleo.

Al hablar de inserción laboral, Lugilde comenta que "un porcentaje muy alto de nuestros alumnos siguen estudiando al acabar la FP". El sector cultura para que el que se forman ha sufrido mucho la pandemia y tradicionalmente está aquejado de temporalidad. "A muchos alumnos de sonido o de producción los llaman para trabajar en festivales", apunta la directora, que añade que "muchos de los que estudian aquí acaban siendo autónomos y freelance, aunque en los últimos tiempos hemos visto que se ha incrementado el número de alumnos que hacen prácticas en empresas y que al finalizar acaban con un contrato".

Espina agradece a los docentes su "esfuerzo": "Tenemos la ley que requiere el siglo XXI"

La consejera Lydia Espina. | Luisma Murias / P. Palomo (Gijón), J. Sámano Lucas (Oviedo), I. García (Avilés) y D. Orihuela (Langreo)M. G. S.

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M. G. S.

El curso de la implantación de la Lomloe ha sido también "intenso" para Lydia Espina, consejera de Educación del Gobierno del Principado, pero a la vez "positivo". "Tenemos la ley que requiere el siglo XXI", hace balance para LA NUEVA ESPAÑA. Espina, que es en la práctica la directora de todos los colegios e institutos de Asturias –más de 100.000 alumnos y 15.000 docentes están en sus manos–, afirma que la ley Celaá ha supuesto "el mayor cambio" desde que comenzó en la docencia. "Y un cambio de esta trascendencia –destaca– requiere tiempo e implicación de la comunidad educativa. Este es el mensaje que hemos intentado transmitir desde el primer momento; un mensaje de tranquilidad. Nadie espera un cambio radical en un mes. Por esa razón, hemos escuchado y hemos adaptado la planificación".

Y lo seguirán haciendo, porque el curso que viene será el segundo de la Lomloe. "Al profesorado, al alumnado y a las familias, les agradezco el esfuerzo y el trabajo realizado. Somos una comunidad educativa que aprende y avanza. Ahora nos toca descansar y cargar las pilas para volver en septiembre con el mismo ímpetu, para afrontar los retos que el sistema educativo nos demanda", afirma Lydia Espina.

Al margen de la reforma educativa, el curso que ahora acaba ha venido cargado de novedades. "Desde septiembre, se adjudicaron dos convocatorias de subvenciones a los ayuntamientos para la ampliación de la red de escuelas infantiles de 0 a 3 años. Son 6,7 millones de euros que permitirán crear 62 unidades con 961 plazas", subraya la Consejera, que dice más. "Hemos seguido reforzando la atención a la diversidad. Esto se ha concretado en la puesta en marcha de la estrategia de detección de altas capacidades en primero de Primaria, hemos mantenido el profesorado especialista covid, en Pedagogía Terapéutica (PT) y en Audición y Lenguaje (AL), se ha extendido la red de aulas abiertas destinada al alumnado con trastorno del espectro autista (ya tenemos 22), y se ha puesto en marcha el plan Vuela".

Otros compromisos de legislatura "se han cumplido", según Espina. El primero, recuerda, la aprobación del decreto y el plan de coeducación. El segundo, la mejora del plan de enseñanzas en otros idiomas, con la presentación del HabLE. El tercero, la publicación de un calendario anual de adjudicaciones de interinos. Y el cuarto, la guía de prevención del suicidio. En su balance, la titular de Educación tampoco se olvida de la renovación de los conciertos educativos, que "ha exigido muchas horas de trabajo", y de otras "alegrías", como el inicio de grandes obras que habían quedado paralizadas, como las de los institutos La Florida, La Corredoria o el Rey Pelayo.

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