Entrevista | Lucía Blanco Jefa de Bomberos del SEPA

"Los incendios actuales precisan estrategias distintas para su extinción"

"No veo como algo especial que una mujer sea bombera y jefa; abordo el cargo desde la más absoluta normalidad, se llega por mérito y capacidad""

Lucía Blanco Costales, delante de la redacción de LA NUEVA ESPAÑA.

Lucía Blanco Costales, delante de la redacción de LA NUEVA ESPAÑA. / Irma Collín

Marta Cercadillo

Lucía Blanco Costales (Gijón, 1978) es la nueva Jefa del Área de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Con más de dieciocho años de experiencia trabajando en el sector de las Emergencias y cinco en el SEPA, Blanco busca con este cargo «dejar huella» en el cuerpo.

–¿Qué le motivó a dedicarse al sector de las emergencias?

–No soy bombera, sino licenciada en Químicas, pero profesionalmente me encaminé a la prevención de riesgos laborales. Siempre me ha gustado el campo de la gestión de las emergencias y la autoprotección, por lo que decidí formarme en ello y finalicé el grado en Seguridad y Control de Riesgos. Luego comencé a asomarme al servicio público en la gestión de las emergencias y me presenté a una bolsa que salió en el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias como técnico. Al cabo del tiempo salió una plaza en oposición que saqué y ahora soy nombrada jefa del Área de Bomberos.

–¿Es la primera mujer jefa del Área Bomberos del SEPA?

–No es la primera vez que los bomberos tienen una mujer al mando. Hace años, cuando esto era el Consorcio, Fina fue jefa de intervención. No coincidí con ella porque cuando entré ya no estaba. Pero me consta que fue una persona que dejó huella. Para mí es muy importante y en ese sentido es un referente.

–¿Y usted se siente referente, como lo fue Fina?

–No, yo este cargo lo abordo desde la más absoluta naturalidad. Me parece lo normal porque entiendo que llegas a los puestos por capacidades y por mérito. Por lo tanto, no veo como algo especial el hecho de que una mujer sea bombera y jefa.

–¿Considera que el techo de cristal ya estaba roto?

–Considero que sí, o al menos, quiero creer que ya estaba roto.

–¿Qué objetivos tiene para el área de bomberos del SEPA?

– Seguir en la misma línea en la que he estado desde que entré, que consiste en la implicación en el trabajo y en apostar por mejorar el servicio. Cuando comencé en el SEPA, en 2017, había entrado la ley de Contratos del Sector Público que supuso una paralización de la administración. Y como las emergencias no pueden esperar a los trámites administrativos para conseguir equipos, tuvimos que adaptarnos para la compra de materiales. Yo, en parte, llevé esto a efecto y seguiré trabajando en ello. De hecho, también estamos reformando los parques y perfeccionando la formación de los bomberos. Aunque tenemos el apoyo de la Escuela de Seguridad Pública, como bomberos debemos demandar la formación que precisamos y luchar porque se consiga y que cada vez sea mejor.

–Estamos en plena ola de calor con un riesgo muy elevado de incendios, ¿cómo está la situación?

–Es un campo en el que hay que trabajar de manera constante y conjunta entre los distintos organismos y administraciones porque afecta a muchas áreas diferentes. Actualmente se están produciendo incendios que no se pueden abordar de la misma forma en la que se hacía antes porque evolucionan muy rápido y precisan unas estrategias distintas para su extinción. Por eso la formación es tan fundamental.

–También se han incrementado los rescates. ¿Se debe a una mayor imprudencia?

–Siempre hay un porcentaje de negligencias en los rescates, pero no hay que culpabilizar a los usuarios de la montaña. De hecho, nuestras mayores intervenciones no son imprudencias de la gente. La mayoría de las ocasiones se trata de gente que está haciendo una actividad de montaña a los que, de repente, les falla algo y necesitan una asistencia. No sé si los asturianos son suficientemente conscientes del grupo de rescate que hay en Asturias, porque tenemos un equipo que es un privilegio. En el parque de La Morgal trabajan y conviven el piloto con el médico rescatador y con los bomberos rescatadores. En cada vuelo van cuatro integrantes y en 20 minutos los puedes tener en el sitio más recóndito de Asturias prestando asistencia medicalizada. Esto no tiene comparación. Es un lujo.

–¿Cómo valora al equipo del SEPA que acaba de coger?

–Es un equipo increíble, muy bueno y con mucha calidad conformado por gente con muchísima motivación que ama su trabajo. Queremos que la gente nos conozca porque es importante que sepan el gran equipo humano con el que pueden contar cuando más lo necesiten.

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