El HUCA busca nuevos espacios para ampliar la unidad de Psiquiatría juvenil

Los cambios buscan dar respuesta al incremento de la carga asistencial

Una habitación vacía en el HUCA.

Una habitación vacía en el HUCA. / IRMA COLLIN

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Los responsables del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) están buscando espacios para cambiar de ubicación la unidad de Psiquiatría de jóvenes y adolescentes, que pasará de ocho a diez camas con el fin de dar respuesta al incremento de la carga asistencial.

En el momento actual, la planta quinta del complejo sanitario ovetense da cabida a las dos unidades de salud mental: la de adultos y la de jóvenes. En las dependencias que ocupa esta última no hay espacio para las dos plazas adicionales que quieren habilitarse. Por lo demás, también existe la posibilidad de que la unidad de adultos, dotada actualmente con 24 camas, crezca en habitaciones y locales para terapias. Conclusión: la quinta planta del HUCA no da para todo y, según ha podido saber este periódico, la unidad infanto-juvenil va a ser trasladada a otra zona del recinto hospitalario.

La mencionada reorganización de los espacios dedicados a atención psiquiátrica constituye un rompecabezas de resolución no sencilla. Es bien conocido el aumento de la demanda de hospitalización registrado en los últimos años. Esta tendencia afecta tanto a adultos como a jóvenes, si bien el panorama de los adolescentes ha tenido más reflejo en la opinión pública. La realidad es que ambas unidades del hospital ovetense se quedan pequeñas casi de continuo para acoger a los pacientes hospitalizados, que están desperdigados por otras zonas del centro sanitario ovetense.

A mediados del año pasado, la unidad de jóvenes aumentó de cinco camas a ocho, y está tomada la decisión de incrementar a diez, pero el problema inmediato es la falta de espacio. Como alternativas, se barajan dependencias anexas a pediatría o a la unidad de trastornos de la conducta alimentaria, pero no hay ninguna decisión tomada.

Los sensores para controlar la glucosa se extienden a los pacientes en terapia intensiva

La Consejería de Salud extenderá este mismo mes el uso de sensores para el control continuo de la glucosa a todos los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 que realicen terapia intensiva con insulina y requieran al menos seis punciones diarias para controlar el nivel de azúcar en sangre. Así lo anunció ayer la titular del citado departamento, Conchita Saavedra, en el marco de la Jornada de Actualización en Diabetes celebrada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La medida, precisó la Consejera, beneficiará a un colectivo de entre 2.600 y 3.500 personas, y su coste superará los dos millones de euros. Estos dispositivos, que los propios pacientes insertan bajo la piel en el abdomen o en el hombro y reemplazan a los pinchazos en la yema del dedo, se prescribirán en toda Asturias desde los servicios de Endocrinología y Medicina Interna o desde atención primaria, lo que evitará que las personas usuarias tengan que desplazarse. Hasta ahora, utilizaban estos sensores cerca de 3.000 pacientes con diabetes tipo 1, todos aquellos con diabetes secundaria a enfermedad pancreática ni tipo 1 ni tipo 2, y todos los de tipo 2 que contaran con la valoración e indicación de los servicios de endocrinología del Sespa, alrededor de medio millar. El control de estas personas se realizaba por parte de especialistas en endocrinología y nutrición. En Asturias, la diabetes afecta a unas 86.434 personas, con una prevalencia media del 8,61 por ciento: 45.467 hombres (prevalencia del 9,49 por ciento) y 40.967 mujeres (7,80 por ciento). "En muchos casos se trata de una enfermedad evitable con una alimentación adecuada y hábitos saludables", subrayan los especialistas.

Suscríbete para seguir leyendo