Asturias vive de las empresas

La necesidad de una estrategia común para aprovechar la llegada de la alta velocidad a la región

Pablo Junceda Moreno

Pablo Junceda Moreno

AVE: Esta semana vamos a vivir un hito histórico. Ni las ansias de alcanzarlo ni los retrasos en lograrlo deben impedir que disfrutemos de un acontecimiento que permite dar un paso de gigante en la movilidad, tener una herramienta que facilita el desarrollo turístico y una plataforma de intercambio económico para las empresas.

Por todos estos motivos y algunos otros, los asturianos debemos sentir alegría por el hecho de que se culmine la apertura de la Variante de Pajares, que, además, es una espectacular obra de ingeniería en la que han participado empresas asturianas. Con la llegada de la alta velocidad a Asturias avanzamos para ser mejores, pero también cerramos alguna puerta al pesimismo que, en demasiadas ocasiones, nos hace perder tiempo y fuerzas para acometer con garantías el futuro.

No sé lo que sintieron los primeros viajeros que subieron las rampas de Pajares a partir del 15 de agosto de 1884, calificado como uno de los pasos montañosos más complejos de Europa. Pero sí sé lo que yo sentiré cuando atraviese en escaso tiempo la Variante; por un lado, esperanza en los tiempos que vienen; por otro, la necesidad de que aprovechemos este –como decía al principio—hito histórico, para armar nuevas estrategias, nuevas ideas, nuevos proyectos que permitan una Asturias con más bienestar para todos.

Entramos en diciembre con la Variante de Pajares abierta; y lo mejor que podemos hacer además de utilizar el ferrocarril, es utilizar la buena nueva como uno de los elementos esenciales para armar una buena estrategia de futuro para Asturias; una estrategia que debe pasar por estar orgullosos de la clase empresarial asturiana, una clase empresarial comprometida y leal, que se codea con las grandes empresas del mundo y para la que el AVE debe ser un paso más en su estrategia de internacionalización y de apertura de mercados. Asturias tiene futuro y lo tendrá más brillante y mejor si arropamos a las empresas y los empresarios como catalizador de la creación de riqueza, esa que genera también puestos de trabajo y paga los impuestos de los que se beneficia toda la sociedad asturiana.

Tan indudable es que el Corredor Mediterráneo lleva la delantera en adjudicación de fondos como que en el noroeste hemos alcanzado un grado de unión nunca antes visto

Y en esa conjunción de estar alerta, generar estrategias de futuro y apostar por las empresas y los empresarios, no podemos olvidarnos de permanecer unidos para lograr que el Corredor Atlántico Noroeste (Galicia, Asturias y Castilla y León) no duerma el sueño de los justos en las dependencias de las autoridades nacionales o europeas. Tan indudable es que el Corredor Mediterráneo lleva la delantera en adjudicación de fondos, como que administraciones, políticos, empresarios, patronales, e instituciones del Noroeste hemos alcanzado un grado de unión nunca antes visto.

Tenemos la obligación de seguir actuando juntos para que esta infraestructura, esencial para nuestras empresas, sea una prioridad en el mapa logístico y de movilidad en Europa.

Una acción positiva, con argumentos técnicos y económicos, que sepa los fines que persigue para planificar bien los medios. Una estrategia, en fin, que nos marque un norte. Nuestras empresas necesitan medios para ser competitivas, porque, en igualdad de condiciones siempre demuestran que lo son.

Desde la esperanza que me genera la apertura de la Variante de Pajares, apelo a que esta espectacular obra sea la puerta a una estrategia común que transforme, definitivamente Asturias, que contribuya a revertir el invierno demográfico que padecemos, que favorezca el entorno para la creación de empresas y empleo y que genere y retenga el talento. La variante es mucho, pero puede ser mucho más o quedar como una oportunidad perdida. Bienvenida AVE: Asturias vive y vivirá de las empresas.

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