Barbón alerta sobre la alianza de la derecha tras el 28-M: "Vox es la última esperanza del PP para poder gobernar en Asturias y es triste, porque ustedes son involución"

El nuevo reglamento de la Junta, con la incorporación de la indemnización por cese a los diputados, saldrá adelante por amplia mayoría

Adrián Barbón y Beatriz Polledo, en la Junta

Adrián Barbón y Beatriz Polledo, en la Junta

El último "cara a cara" de Adrián Barbón con la portavoz del PP, Beatriz Polledo, de la legislatura en la Junta General elevó la tensión y eso que el presidente autonómico empezó teniendo un recuerdo para la ausente Teresa Mallada. Barbón señaló a Vox como "la última esperanza del PP para gobernar en Asturias" tras el 28-M y lanzó su particular aviso aprovechando su careo final con su portavoz, Sara Álvarez Rouco, en el parlamento regional: "Sería triste que ustedes marquen la política de futuro en Asturias porque ustedes son involución". Todo ello pese a que socialistas y populares habían manifestado plena sintonía en el debate sobre la reforma del reglamento, que incluye, entre otras novedades, la incorporación de la indemnización por cese a los diputados que finalizan su vinculación al parlamento; tanta que la bancada del PSOE, con Barbón al frente, aplaudió "la defensa de la política" del diputado Pablo Álvarez-Pire (PP) en respuesta "al bochorno" por las críticas más duras con el futuro reglamento de la Junta. Las intervenciones de los diputados más críticos con el resultado final de esta reforma sacudieron el pleno que, además de cerrar la undécima legislatura autonómica, aprobará por amplísima mayoría unas normas de juego en el parlamento asturiano que llevaban sin tocarse, de forma integral, más de 25 años.

Hasta ahí duró la cortesía en el día de la despedida. “Llevamos mucho aguantado”, esgrimió Polledo cuando el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, tuvo que llamarla al orden al inicio de la última réplica de Barbón. Antes, la portavoz popular cargó contra el ”peor” mandato autonómico “de los últimos 40 años” y contra “el tándem Sánchez-Barbón, que ha sido nefasto para Asturias”. Beatriz Polledo puso de ejemplo el estatuto de la industria electrointensiva, “que no recogió ninguna de las propuestas de Asturias”; los “sucesivos retrasos” en la variante de Pajares; la autovía del suroccidente “que no llega ni a la Espina” o la protección del lobo “que pone en peligro la viabilidad de las explotaciones ganaderas”. La portavoz del PP también aprovechó para preguntar al presidente del Principado si “las 25 reducciones de condena y las dos excarcelaciones por la ley del sí es sí no afectan” a las mujeres asturianas. Polledo apuntó asimismo en el “debe” no haber abordado reformas fiscales y el deterioro de “la joya de la corona”, la sanidad pública para acabar reprochando al presidente y líder de la FSA que “haya premiado con el número dos de la candidatura autonómica a la gerente del SESPA, responsable directa de tener 170.000 asturianos en lista de espera”.

“A ver si va a terminar expulsada en el último pleno”, señaló Barbón ante el aviso de Líndez a la portavoz del PP después de que Polledo no se quedara callada cuando el presidente autonómico dijo ver en su última intervención la tarjeta de presentación “para hacer puntos en el objetivo de ser la ‘número uno’ de su partido” en las elecciones al Congreso. Barbón replicó con las mejores cifras en empleo, exportaciones, inversión extranjera, movilidad empresarial y saldo migratorio.

 El presidente del Principado aprovechó su último “cara a cara” con los populares asturianos para pasarles factura: “Me cuesta entenderme con ustedes y sobre todo cuatro cosas: que en el momento más duro de la pandemia no apoyasen el Presupuesto y no fueran capaces siquiera de abstenerse; su actitud en la reforma del Estatuto porque no entiendo su manía persecutoria contra el asturiano, a ver cómo hacen campaña en el Occidente; que cada vez que salen fuera es para hablar mal de Asturias y que acepten un candidato impuesto y no decida su militancia”.

El portavoz de Foro, Adrián Pumares, convirtió su última pregunta al presidente Adrián Barbón en un repaso a las asignaturas que deja "pendientes" el Gobierno socialista., haciendo parada en las infraestructuras, "No hay ley de Puertos, uste mismo dijo que sería un fracaso no lograr la apertura del AVE y su Gobierno perdió una buena oportunidad tras el escándalo de los trenes porque seguimos con unas cercanías que no llevan a los campus, ni a los polígonos, ni a los centros tecnológicos, ni a los hospitales, ni al aeropuerto. Queda muchísimo por hacer". En materia demográfica, Pumares calificó de "muy tímida" la aceptación de algunas iniciativas de Foro por parte del Gobierno regional en estos cuatro años y reprochó que "la estabilidad de medidas como las ayudas directas a la natalidad y la fiscalidad diferenciada requieren de una ley de reto demográfico".

Barbón replicó al portavoz forista que "hemos salido ganando" con las compensaciones que el Ministerio de Transportes por el fiasco de los trenes y agradeció a Foro "el camino distinto que siguieron en el peor momento de la pandemia", respecto al PP, a sabiendas, recalcó, de "que van a gobernar juntos si los números dieran, como hubieran hecho en 2019. Soy consciente de que los votos que van a ustedes son votos anti PSOE, pero también que representan un proyecto que tiene democracia interna, no como en otros partidos, que les imponen al candidato".

El presidente del Principado abundó en esa misma línea en el intercambio con la portavoz de Vox, Sara Álvarez Rouco, que no titubeo al calificar "con un cero" la gestión sanitaria, el "mínimo histórico" en el número de autónomos en la región, el cierre de Alcoa y la marcha de Danone o la gestión del lobo. Barbón pidió hacer "un ejercicio de política ficción" para sostener que "si Mallada hubiera ganado y sumado con ustedes y Foro, habría un bloque de derecha en el Gobierno. Y con ustedes jamás habría un centro de crisis para mujeres que sufren violencia de género, o no hubieran existido alianzas con otras autonomías porque ustedes solo van con los suyos y jamás hubiesen apostado por la sanidad pública, y menos en la pandemia". Barbón amplió esa proyección a la cita del 28-M: "Ustedes son la última esperanza para el PP, porque sin ustedes nunca van a poder gobernar. Lo triste es que ustedes marquen la política del futuro en Asturias, porque ustedes son involución", concluyó el presidente del Principado.

Cuando el portavoz de Podemos, Rafael Palacios, puso ante sus ojos la escasa producción legislativa de este ciclo –el más parco desde 1995– y todo lo que se le ha quedado en el tintero, Adrián Barbón restó importancia a la cuenta con el argumento de que “una legislatura no se puede ponderar por el peso del número de leyes que se aprueban. Reconozco que no ha habido una actividad legislativa amplia”, enlazó, y utilizó abiertamente "fracaso" al mencionar la reforma del Estatuto de Autonomía para activar la oficialidad del asturiano y la no nata ley LGTBI, pero invitó de inmediato a considerar los efectos del impacto de “la pandemia, que paralizó incluso el funcionamiento normal de esta institución”. Aceptando la crítica y devolviéndosela a la oposición –“ustedes también pueden instar proposiciones de ley”– , volvió a presumir de haber aprobado “las cuatro más importantes, las de presupuestos”, invitando a valorar que “hay que retrotraerse muchos años para encontrar un Gobierno que lo haya conseguido estando en minoría y sin ser un Ejecutivo de coalición”.

Palacios le reprochó que haya ignorado la mayoría de izquierdas que le dieron las elecciones de 2019 e hizo el inventario conocido de compromisos sin respuesta, de la reforma del Estatuto de Autonomía a la ley LGTBI y trans, la de vivienda, la incorporación de las escuelas de 0 a 3 a la red educativa pública o “el vía crucis de las personas en espera para cobrar sus prestaciones sociales, un espectáculo literalmente bochornoso”. Preguntaba Podemos, pero Barbón tiene bien elegido el enemigo y aprovechó para volver a responder al PP. Abriendo camino hacia el que a buen seguro será un eslogan recurrente en la campaña electoral, y que ya lo fue en la sesión parlamentaria de este miércoles, adelantó que habrá “un debate entre izquierda y derecha”, sí, pero también otro “más profundo que se va a dar: entre avance e involución, entre aquellos que quieren avanzar y los que se van a abrazar a la ultraderecha para intentar gobernar Asturias”. También cuando asumió como propósito para la próxima legislatura “afrontar el fortalecimiento de nuestro sistema de salud” envió Barbón un mensaje al PP, defendiendo la elección de la gerente del SESPA, Conchita Saavedra, como la número dos de su lista autonómica contraponiéndola a la del PP, Pilar Fernández Pardo. Para defender el sistema público, dijo, mejor una persona que “ha trabajado toda su carrera en la sanidad pública” que otra que no lo ha hecho “nunca”.

Con la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, mantuvo Barbón la segunda parte de su tenso debate de hace dos semanas. En sentido curiosamente contrario al del portavoz de Podemos, la diputada naranja lamentó que el presidente hubiera elegido “la muleta de la izquierda” al apoyo que le prestaba su grupo y le acusó de “querer nuestros apoyos no para cambiar el rumbo de Asturias, sino por pura vanagloria de cara a la opinión pública”. Le afeó que “encaja mal las críticas” y le atribuyó “una superioridad moral” que es “un tipo de orgullo muy cercano a la soberbia”. El presidente percibió, por su parte, que su interlocutora “ha ido endureciendo el tono” y había “insultado a la izquierda de Asturias”, y la acusó de vuelta de un comportamiento que “imita al PP” en “la mala costumbre de insultar a Asturias”. “Echo de menos a la anterior portavoz (Laura Pérez Macho)”, dijo después de tratar de rebatir con datos la acusación de Fernández de su falta de atención a la creación de “empleo privado”. Cerró entonces la que era su última respuesta a la oposición leyendo un texto de Adolfo Suárez antes de concluir con un alegato a favor del “respeto, la concordia y la búsqueda de acuerdos. Voy a demostrar que se pueden ganar unas elecciones sin insultar”, terminó.

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