Barbón, investido presidente del Principado con los votos de la izquierda mientras "acelera" la negociación para un gobierno con IU

La Junta le dio el «sí, quiero» a Adrián Barbón y él también está dispuesto a dárselo como socio de gobierno a Izquierda Unida. En primera votación y por mayoría absoluta, el líder socialista fue investido este miércoñes presidente del Principado por segunda vez gracias al respaldo confluente de todos los grupos de la izquierda, juntando los 19 diputados del PSOE con los tres de IU y la de Podemos, que votó a favor tras el lío interno, la «asamblea abierta» y la consulta a la militancia, añadiendo el apoyo número 23. Así se evitó que los parlamentarios tengan que volver a la Junta el viernes. La abstención de los 22 parlamentarios del bloque de centro-derecha –PP, Foro y Vox– completó el panorama de arranque de una legislatura que echa a andar mientras «se está acelerando» (esto dice Barbón e IU no le desmiente) el intercambio de documentación y las conversaciones para que Asturias vuelva a tener, doce años después, un Ejecutivo compartido por las dos fuerzas de la izquierda.

Queda por saber cómo y cuándo, pero la disposición de las dos formaciones quedó clara en la sesión parlamentaria en la que los grupos debatieron con Barbón y votaron su candidatura. El presidente, que al principio empezó pidiendo un «gobierno progresista», acabó haciendo suya la coletilla que le propuso el coordinador de IU, Ovidio Zapico, y al salir del hemiciclo nada más ser investido ya hablaba sin problemas de formar un Ejecutivo «progresista y reformista», de acuerdo con el apellido que el líder de la coalición le había reclamado poniendo en el frontispicio de sus demandas la divisa de «un reformismo fuerte». Es el propósito de Barbón tenerlo todo cerrado para que los consejeros tomen posesión el 1 de agosto, como había dejado dicho. «Tengo el convencimiento de que lo mejor es que un Consejo de Gobierno cierre su ciclo y otro lo inicie coincidiendo con el cambio de mes y cuando está por delante la inauguración de la Feria de Muestras, les piragües y yo tengo actos políticos importantes a los que atender como el de La Camperona, en San Martín del Rey Aurelio», indicó. Para ello, las dos fuerzas han encarrilado la parte de sus conversaciones que busca un acuerdo político y programático previo a abordar el reparto de las consejerías. Todo apunta a que esta fase más programática podría incluso cerrarse antes del fin de semana.

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Este miércoles, de momento, en un pleno de intervenciones, réplicas y contrarréplicas mucho más corto de lo previsto, en el que sólo el presidente agotó por completo su tiempo de intervención y sólo Vox mantuvo un fuerte y desabrido intercambio de pareceres con el presidente, Barbón y Zapico dieron a entender que habrá boda. «Doy un ‘sí, quiero’ a culminar esa negociación», dijo el presidente después de recoger el relato de las coincidencias y discrepancias que hizo en su turno el portavoz de la coalición. «Lo hago», siguió con el símil, «dentro de ese amor de conveniencia» a que se ve impelido por la insuficiencia de los apoyos que le proporcionaron las urnas del 28 de mayo, pero dispuesto a configurar «un gobierno valiente» que «marque la agenda política y social de Asturias, sea moderado en las formas» y más allá del acuerdo de Gobierno «esté abierto a dialogar con otras fuerzas políticas». Llegó a decir que pretendía tenerlo ya «en los próximos días y horas». Hizo expresión de sus ganas con tanto frenesí que Zapico hubo de refrenárselas pidiéndole tiempo para cubrir el trámite de consultar con la militancia de su partido el acuerdo que alcancen las delegaciones negociadoras de los dos partidos. «Sería un poco exagerado», reconoció después Barbón, decir que el acuerdo puede ser cuestión de horas, porque de momento «lo máximo que podemos alcanzar es un preacuerdo que luego debemos someter a las militancias».

"Doy un ‘sí, quiero’ a culminar la negociación con IU, aunque sea un amor de conveniencia"

Adrián Barbón

— Presidente del Principado investido

El ya renovado presidente del Principado agradeció los cuatro votos gratis, «a cambio de nada», con los que IU y Podemos completaron su mayoría absoluta. Si el martes, el discurso de investidura con el que abrió el debate sólo lo aplaudieron los diputados socialistas, tras la votación del miércoles se sumaron a la ovación los tres de IU y la de Podemos, pero el presidente venía de dejar claro que para el Gobierno los contactos de su partido tienen al otro lado de la mesa exclusivamente a Convocatoria por Asturias, la marca electoral de IU, Más País e Izquierda Asturiana. Con los morados, ahora mismo, «no se dan las condiciones». Que las dos fuerzas de la izquierda no están en el mismo plano quedó claro en el tono del debate previo. Cuando Covadonga Tomé, disipadas ya las dudas en torno a su voto en la investidura, hizo un guiño para tratar de convertir en «trío» el dúo negociador que forman Zapico y Barbón, éste cerró con un portazo, recordó los problemas internos de Podemos y quiso aclararle que «hablo de un gobierno estable. Si una organización política no lo es, ¿qué estabilidad puede dar al gobierno?»

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No tardaría Tomé en recordarle de vuelta los problemas que también tuvo el PSOE asturiano, señalando por ejemplo los que terminaron con la exalcaldesa de Gijón, Ana González, fuera de la candidatura a la reelección. Tampoco dejó Barbón de contragolpear recordando que no entraría en su conflicto si no le afectase directamente, o que en estos meses ella fue invitada a una reunión entre el PSOE y Podemos a la que decidió no asistir.

El presidente del Principado intercambió besos y abrazos con todos los suyos y sólo con algunos de los otros. Desde otras bancadas se le acercaron, entre otros, Zapico y los portavoces del PP y Foro, y agradeció «el tono» del primer debate de contenido político de la duodécima legislatura. Sin mencionar los desencuentros que mantuvo con la portavoz de Vox lo calificó de «correcto en la mayor parte de los grupos», «en la línea con eso que demando de que Asturias sea un oasis político de diálogo y respeto», e interpretó los apoyos gratuitos y «sin acuerdos» de las otras fuerzas de la izquierda como una respuesta de ambas a «la ola de involución» que se percibe en España. Su elección en primera votación y por mayoría es, concluye satisfecho, «un mensaje con muchísima fuerza a la sociedad asturiana».

"Si Podemos no es a día de hoy una organización estable, ¿qué estabilidad puede a dar a un gobierno?"

Adrián Barbón

— Presidente del Principado investido

Venía de mantener su primer intercambio parlamentario de pareceres con algunos portavoces que se estrenaban en la tribuna de oradores, entre ellos la única diputada de Podemos, la portavoz de Vox, Carolina López, y el líder de la oposición debutante, el popular Diego Canga. Después de una campaña bronca de algunos enfrentamientos a distancia, este primer diálogo suyo en la distancia corta fue, en efecto, comedido y muy respetuoso en las formas, «sosegada y discrepante» en la versión de Barbón. El Presidente, de hecho, agradeció sus «buenos modales» de su antagonista, que destacan «como una mancha en una pared blanca», le dijo, por su contraste con la intervención de López... 

Canga reanudó ante Barbón la invitación al pacto que guió su negativa a presentarse a la investidura. Repitió que quiere atraer al PSOE para evitar que «se escore una vez más a la izquierda», pero aquí el socialista tiró de la experiencia política que él tiene y el popular no. «No se trata sólo de investir al presidente», le recordó. Está en juego el Gobierno, que «es mucho más que eso y no está garantizado» por el resultado electoral. «Reconociéndole el tono, la historia del PP en Asturias pone en duda que pudiera ser el sostén de la acción de gobierno durante cuatro años». Dicho eso, volvió por un momento al pasado y recordó que en la legislatura recién terminada los compañeros de Canga «no votaron a favor ni uno solo de los cuatro presupuestos que aprobó el Principado. Ni siquiera se abstuvieron. Entienda que tenga prevención a gobernar con pactos con usted», concluyó, «cuando tengo serias dudas de que esto tenga recorrido. Soy muy cercano a Santo Tomás en esto. Si no lo veo, no lo creo».

"La historia del PP en Asturias pone en duda que pueda sostener la acción de gobierno durante cuatro años"

Adrián Barbón

— Presidente del Principado investido

Él es veterano en esto, este miércoles repitió investidura cuatro años después de su primera vez, pero tuvo la sensación, confesó después, de que «era algo completamente diferente» a lo de 2019. «Es extraño, no me pregunten por qué, hasta un punto en que casi me emociono. Me acordé además de mucha gente en mi vida que ya no está físicamente, aunque sí de otras muchas maneras, y que me acompaña...». 

Solventado eso, Barbón agotará los cinco días hábiles del plazo legal para que se celebre el acto solemne de su toma de posesión en la Junta. La cuenta echa a andar al día siguiente de la publicación de la investidura en Boletín Oficial del Estado (BOE) y para que haya tiempo para organizar el acto y cursar las invitaciones se dejarán pasar todos con el propósito inicial de que se celebre el próximo jueves 27. Al día siguiente, el presidente tiene previsto dar a conocer los nombres de un gobierno sobre cuya formación queda dicho que están muy avanzadas las conversaciones entre PSOE e IU. Pensando en su parte, el líder socialista asume que «tengo mucho avanzado mentalmente de por dónde quiero que vaya, pero antes de hablar con los consejeros hay que despejar la incógnita de si es o no un gobierno de unidad progresista». La coalición dijo desde la misma noche electoral que tiene vocación de entrar en las áreas «productivas» del Gobierno y si obtienen el sí es Ovidio Zapico quien tiene opciones de ser el primer consejero. Si hubiese un segundo departamento, al frente estaría una mujer. 

"Tuve la sensación de que esta investidura era diferente a la de 2019, hasta el punto de que casi me emociono"

Adrián Barbón

— Presidente del Principado investido

Sobre la posibilidad de que la entrada de IU obligue a hacer cambios en la estructura actual del Gobierno, Barbón asumió que «siempre hay cambios, es lo habitual», y puso como ejemplo la renovación realizada por otro barón socialista, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que ganó sus comicios por mayoría absoluta.

Bienvenida sindical

Los sindicatos UGT y CC OO, mientras tanto, dieron la bienvenida al apoyo de las fuerzas progresistas a la investidura de Barbón. Ana María Rodríguez, responsable de Política Institucional de CCOO, habló de una «noticia muy positiva» y de la necesidad de poner en práctica una «agenda reformista». El secretario general de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, dio la «enhorabuena» a Barbón y le deseó «mucho acierto a la hora de sacar adelante todas las propuestas que se plantean y que Asturias necesita». 

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