Las personas sin hogar pasan más días en el albergue de Avilés y con programas intensos

El número de usuarios desciende a cuenta de la pandemia un trescientos por ciento desde 2019: de 1.480 a 491 durante el pasado ejercicio

Interior del centro de personas sin hogar de Avilés

Interior del centro de personas sin hogar de Avilés / Mara Villamuza

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

La crisis sanitaria es un momento de tiempos acelerados y cambios. Ha variado, por ejemplo, la forma de intervenir con los usuarios en el centro municipal de personas sin hogar de Avilés, con 24 plazas y ubicado en la calle de La Estación, que hasta hace pocos meses colgaba el cartel de “completo” en la puerta principal. En 2019, los profesionales de este albergue trabajaron con 1.480 usuarios y el año pasado con 491. Si bien el descenso es muy llamativo, el número de pernoctas aumentó, pasando de 7.401 en 2019 a 7.060 en 2020 y 7.496 el año pasado. La explicación: “Las plazas del centro han estado siempre ocupadas”. Pero por una misma persona y durante más días.

Estas prolongaciones en las estancias han generado cambios en los modelos de intervención con 179 usuarios. “Se ha podido poner en marcha planes de intervención más estables e intensos con las personas. Esto ha facilitado abordar problemas de salud, relaciones familiares…”, explican fuentes municipales. La disminución del número de usuarios se debió, en un primer momento, a la situación generada por la pandemia: confinamientos, cierres perimetrales…

“Con el inicio de 2022 se está dando continuidad a los modelos de intervención que se han ido desarrollando el año pasado, promoviendo una intervención más individualizada y prolongada en el tiempo”, agregan. Del total de usuarios que hicieron del albergue de personas sin hogar su casa, 61 eran nuevos. Y del total de las personas con la que se realizaron intervenciones más específicas, 169 eran hombres y diez mujeres.

El 13 de marzo de 2020 (el día que se declaró el estado de alarma, confinamiento domiciliario incluido), fue crítico para los responsables del centro: surgieron dudas sobre si debían cerrar o seguir abiertos. “Esa elección no fue difícil: cerrar –cosa que se hizo en otras partes de España– hubiera supuesto un drama para las personas sin hogar. Pero seguir abiertos generó muchas dudas en relación a cómo reorganizar la actividad y cómo proteger tanto los trabajadores como los usuarios frente a la amenaza del virus”, explicaba este verano Cruz Fernández Heres, la responsable del albergue desde su apertura.

Entre otras medidas obvias (uso de mascarillas e hidrogel, suspensión de las salidas a la calle no imprescindibles durante los días de confinamiento forzoso, etcétera) el albergue de transeúntes de Avilés decidió crear una burbuja. Para ello dio la posibilidad de extender el tiempo de permanencia en el centro –de hecho lo fomentó– y procuró tender vínculos “familiares” entre los residentes al objeto de conseguir la deseada “burbuja”.

De esta forma fue cambiando la forma de trabajar con las personas acogidas. Del mismo modo que se reajustaron horarios, protocolos y medios humanos para mantener la actividad residencial del albergue de transeúntes a pleno rendimiento, las ocho trabajadoras sociales del albergue –que se reparten entre educadoras, integradoras y cuidadoras– reprogramaron los proyectos de intervención social al darse cuenta de que disponer de más tiempo para trabajar con los beneficiarios les daba la oportunidad de mejorar la eficacia de los mismos.

Para algunos usuarios, esta atención “extra” ha sido la motivación necesaria para buscar más techo que el de la calle, que es el objetivo final de casi cualquier intervención que se realiza con estas personas que encuentran en Sabugo el techo bajo el que cobijarse, ahora en tiempos de pandemia.

El albergue para personas sin hogar de Avilés se inauguró en el año 2005 y, desde entonces, ha prestado atención a miles de personas, mayoritariamente hombres. En 2019 el centro fue sometido a una importante obra de mejora y ampliación. Actualmente, el centro de atención a personas sin hogar del Ayuntamiento de Avilés lo gestiona Grupo 5.

Desarrolla un programa combinado de actividades que van desde un modelo integral de intervención, de respuesta a las necesidades de alojamiento, manutención, información y orientación, así como al desarrollo de habilidades sociales y de apoyo a la reestructuración personal de las personas sin hogar.

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