La antigua plantilla de Alu Ibérica llama a "poner las pilas" al Fogasa

CC OO y UGT reclaman al juez del concurso que los administradores paguen a los trabajadores

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Los extrabajadores de Alu Ibérica en Avilés hicieron ayer, de nuevo, un llamamiento para "poner las pilas" al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para que puedan cobrar "de una vez por todas" las indemnizaciones que se les adeudan desde el pasado Primero de Mayo –el día Internacional del Trabajo, el día en que salieron de la fábrica de aluminio para siempre más de doscientos trabajadores–.

El Fogasa es una entidad que depende del Ministerio de Trabajo, un departamento que dirige Yolanda Díaz. "Cuando era solo diputada se ponía con nosotros, en nuestras reivindicaciones, pero ahora que tiene capacidad de hacer algo por nosotros, calla", se lamentó José Manuel Gómez de la Uz, el antiguo presidente del comité de empresa de la fábrica de San Balandrán.

El motivo principal para que los despedidos de Alu Ibérica no hayan podido cobrar es que el Fogasa asegura que existe un acuerdo con Alcoa –los primeros empleadores de los despedidos– para pagar las indemnizaciones a cambio de que sacar a la empresa y varios de los jefes de la multinacional del pleito penal que investiga la Audiencia Nacional.

Este acuerdo, sin embargo, está parado porque un grupo de 14 extrabajadores de Alu Ibérica en Galicia –algunos fuera de la empresa hace años– reclama beneficiarse del acuerdo que alcanzaron los que fueron despedidos en mayo del año pasado. Este paso adelante de los excluidos del acuerdo ha dejado a sus compañeros con una mano delante y otra detrás.

Por otra parte, representantes de los sindicatos CC OO y UGT reclamaron al juez de lo Mercantil que vigila el concurso de acreedores que ordene a los administradores concursales que pague la deuda que tiene con los trabajadores con los ingresos de los permisos de emisión del CO. No puede ser por "insuficiencia de masa", les explicó. O sea, porque es ilegal.