Aurora Rodríguez: "La biblioterapia es la cura del alma en el hospital"

La avilesina dirige la biblioteca de Cabueñes, la única que existe en los hospitales asturianos

María Aurora Rodríguez.

María Aurora Rodríguez. / Mara Villamuza

Marián Martínez

Marián Martínez

La avilesina María Aurora Rodríguez Alonso es bibliotecaria de Instituciones Sanitarias y responsable de la biblioteca del Hospital Universitario de Cabueñes, la única que existe en Asturias de sus características. Ayer, con motivo del Día Internacional del Libro, ofreció una conferencia en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés con el título "Las bibliotecas de pacientes: una contribución al proceso de humanización de los hospitales".

La ponente reivindicó el papel de la biblioterapia, como parte no solo de la humanización de los centros hospitalarios, sino también del cuidado y ayuda a los pacientes y familiares. "Leer les ayuda a salir del ensimismamiento de la dolencia y del aislamiento de la habitación, y reduce el estrés", asegura.

El concepto de biblioterapia ya apareció en el antiguo Egipto. "En la Biblioteca de Tebas, se podía leer ‘Medicina para el alma’", relata Rodríguez. Sin embargo su importancia se perdió en el tiempo, hasta que hace dos siglos surgen las bibliotecas para pacientes en los hospitales psiquiátricos de Gran Bretaña, "porque se consideraba que la lectura era beneficioso para las personas que padecían enfermedades mentales", continúa.

En España aparecieron estas bibliotecas en la República de la mano de María Moliner, la autora del "Diccionario de uso del español", que hizo un plan general de bibliotecas y contempla por primera vez como "especiales" las de los hospitales y los centros penitenciarios, por las que apostó la escritora y periodista Rosario Acuña. Pero llegó la dictadura y casi desaparecieron.

Ya en la década de los 90, los ministerios de Sanidad y Cultura firmaron un acuerdo para crear bibliotecas en los hospitales. La de Cabueñes nació en 1991, al firmar un acuerdo el Insalud y el Ayuntamiento de Gijón. "Estamos entre la capilla y el salón de actos, integramos la biblioteca del personal médico y de paciente, tenemos 13.000 volúmenes y la Revista Prímula", dice orgullosa Aurora Rodríguez para reivindicar el papel de este espacio de "autonomía del paciente y de humanización que se debería ver como un derecho y que debería implicar al personal sanitario".

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