La draga que recogerá muestras en la ría adelanta su llegada para acelerar los trabajos

La embarcación "Amarradores Doscientos" sacará más de 4.000 toneladas de sedimentos

La draga «Amarradores Doscientos» en el muelle de Raíces. | Ricardo Solís

La draga «Amarradores Doscientos» en el muelle de Raíces. | Ricardo Solís / Marián Martínez

Marián Martínez

Marián Martínez

El gánguil "Amarradores Doscientos" llegó a la ría de Avilés en la madrugada de ayer procedente de Ferrol para iniciar los trabajos de recogida de sedimentos en el puerto de Avilés. Los materiales que drague se analizarán y se someterán a distintos tratamientos, con el objetivo de encontrar un sistema de limpieza económico para su reposición en la playa de Salinas. Se calcula que esta draga, atracada en el muelle de Raíces, permanezca en la ría avilesina tan solo unos días.

La previsión inicial era que "Amarradores Doscientos" iniciara las tareas el pasado lunes, pero los temporales de la semana pasada obligaron a cambiar de planes y modificar su llegada al puerto de avilés para el domingo día 7. Una vez más, la repentina mejoría del estado de la mar provocó que se decidiera adelantar el traslado desde el puerto coruñés de Ferrol para iniciar las tareas lo antes posibles.

Esta draga o gánguil es una embarcación plana, con un depósito para almacenar el material dragado y transportarlo hasta el lugar de vertido.

La toma de muestras se realizará en el canal de entrada, en la dársena de San Juan y en el muelle de Raíces. En total se extraerán más de 5.000 toneladas de sedimentos. La mitad se la repartirán varias empresas, mientras que al "Batán Recovery", en Mieres, se destinarán las otras 2.000, con el objetivo de realizar pruebas piloto en estas instalaciones de Hunos.

La previsión es que esta toma de muestras se prolongue durante unos cinco o seis días. Sin embargo, el complejo proyecto de I+D puesto en marcha por la Autoridad Portuaria de Avilés tiene un plazo de ejecución de tres meses. En ese tiempo se tiene que dar con la fórmula maestra que permita una solución económica factible ante las exigencias del Gobierno central.

La Autoridad Portuaria de Avilés también se quedará con unas muestras, que enviará a analizar para conocer exactamente el estado de los sedimentos en cada uno de los emplazamientos. Y posteriormente comparará estos resultados con los que se obtengan de los análisis realizados en los distintos laboratorios que forman parte del proyecto y del resultado de los procesos de limpieza y tratamiento a los que sean sometidos.

La clave en este proceso no se circunscribe exclusivamente a saber cómo se puede conseguir un resultado final óptimo, sino que tiene que ser económicamente asumible por las arcas del puerto avilesino. En 2021 se realizó el último dragado en la zona de la bocana, con la extracción de 94.909 metros cúbicos. Según los cálculos de la Autoridad Portuaria, el coste económico para devolver esta cantidad limpia y tratada a la playa de Salinas supondría más de 742.000 euros.

En el caso de que se encontrara una solución, vendría una segunda parte: el proyecto a desarrollar, la financiación para su ejecución y los plazos.

El proyecto de I+D tiene su origen en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de 2018, que obliga al Puerto a reponer la arena que se extrae de los dragados. Este condicionante se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para la Autoridad Portuaria de Avilés, que no encuentra material sedimentario de las mismas características para verter a los arenales castrillonenses, y la propuesta del que ha encontrado para volcar en el arenal de Salinas fue rechazado desde el Ministerio de Medio Ambiente.

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