La gimnasia rítmica da el salto en Mieres

El club local ya integra a medio centenar de practicantes y empieza a vislumbrar la incorporación de niños a la disciplina

La gimnasia rítmica cuenta en España con más de 40.000 licencias federativas. No es una actividad deportiva mayoritaria, pero sí está en alza. El Club Rítmica de Mieres atestigua el crecimiento de un ejercicio cada más valorado por muchos padres a la hora de apuntar a sus hijas y también a sus hijos: "La gimnasia masculina está en alza y cada vez se organizan más competiciones para ellos", destaca Amanda Fidalgo, responsable del equipo mierense, que actualmente suma medio centenar de integrantes, en colaboración con el club asociado de Cabañaquinta.

El Club Rítmica de Mieres entrena tres veces por semana en el polideportivo Sur. Pese a que los colegios no han respondido a sus llamamientos para poder realizar campañas de captación, la entidad está creciendo. "Tenemos niñas de 3 años y la mayor tiene 20", apunta la preparadora. "El que prueba se engancha", destaca Amanda Fidalgo.

La gimnasia rítmica ofrece un trabajo físico muy completo para la formación de los niños. "Se trata de un deporte en el que se trabaja todo: la fuerza, la coordinación la resistencia y la flexibilidad", señala Fidalgo. Sobre la fama de ser una actividad dura, la entrenadora desmonta el mito: "Aquí no buscamos resultados, sino que trabajamos en base a objetivos. Hay que respetar los tiempos de cada niño, dando espacio a sus ritmos de evolución". Por ello, hay un área de competición y luego está la escuela del club, donde se trabaja con un menor grado de exigencia.

Aunque lo prioritario no es la competición, el club mierense ha cosechado recientemente varios éxitos. Laura Ordóñez es subcampeona de Asturias y Pilar Rodríguez quedó tercera en los juegos escolares del Principado. También los niños despuntan. Alén Martínez ha quedado cuarto en el regional. Se ha integrado sin problemas en un ambiente aún marcadamente femenino, aunque él y otros muchos están contribuyendo a cambiar esta realidad: "Lo único que le incomodaba al principio es que no podía recogerse el pelo como sus compañeras, pero ahora lo ha dejado crecer y ya no hay problema", explican sus preparadoras. En la gimnasia rítmica todo se termina consiguiendo con un poco de esfuerzo y paciencia.

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