Tribuna

La Felguera, gran centro cultural y minerosiderúrgico

El Valle merece un museo a la altura de su rico pasado industrial

Fernando Granda

Fernando Granda

La Felguera fue un importante centro cultural y un núcleo minerosiderúrgico en el ranking europeo. Lo que hoy es una población casi nueva, con renovados barrios, población joven e importante nicho de desempleo, antaño fue un clúster que destacó en Europa. Tanto fue así que Unesco señaló a La Felguera en 1961 como el "kilómetro más culto de Europa".

Leo en LA NUEVA ESPAÑA que a Superman le ha salido competidor por el título de "hombre de acero". Se llama Jerónimo Blanco, vive en La Felguera y está jubilado, pero durante las próximas semanas se convertirá en un superhéroe, "Supersiderúrgico". Su meta: lograr la ampliación del Museo de la Siderurgia de Langreo. Para ello se manifestará, enfundado en un traje plateado que protege del calor radiante, frente a los ayuntamientos de la comarca, la sede del Principado en Oviedo y el Congreso de los Diputados en Madrid. Su rival: la "desidia de los políticos" que, según relata, han hecho caso omiso de sus peticiones hasta ahora.

Esto es un perfecto resumen de la situación actual. Apoyo a Jerónimo, a quien personalmente no recuerdo, porque lo que podría ser un magnífico museo no pasa de un paseo por la nostalgia. Al menos esa fue mi impresión en mi última visita al MUSI.

Negar u olvidarse de la historia es decir que "el tiempo pasado fue mejor". Y no es eso. La Felguera tiene una historia que merece la pena recordar como cimiento para construir un gran futuro. Porque la gloria no llegó gratuita. La vida fue difícil en el alle. Lo explicamos hace unos meses en el artículo "Sobrevivimos en aquel Langreo" (https://www.lne.es/opinion/2021/10/05/sobrevivimos-langreo-58017885.html). Pero el MUSI no refleja esos años industriosos que llevaron a La Felguera a ser un referente en Europa.

Jerónimo Blanco, el "Supersiderúrgico", como cabeza visible de la asociación Musi-Pedro Duro, que estudia llevar a cabo movilizaciones para exigir lo que sería la segunda fase del Museo de la Siderurgia, reivindica un museo digno de lo que fue un centro neurálgico de la industria y la minería española, que superó numerosas dificultades, años de leyenda negra sobre conflictividad, pero que se sobrepuso hace décadas a su precario estado y fue considerado el pueblo más culto de Europa por su muy intensa actividad cultural.

Aquel pequeño Turiellos en el que Pedro Duro Benito instaló la gran industria siderometalúrgica, aquella Mesopotamia entre Nalón y Candín fue un núcleo donde nacieron también empresas químicas y complementarias de la industria pesada, minas de carbón y otros minerales… donde se llevaron a la práctica pioneras acciones sociales como escolarización y sanidad gratuitas, donde se promovieron certámenes culturales como el veterano Concurso de Cuentos, el pregón literario, el Concurso Internacional de Cortometrajes y Documentales…Y donde se celebraba durante décadas el Certamen Provincial de Trabajo en el que se exponían curiosas obras de los trabajadores, artísticas y prácticas, que bien podrían ser objetos de exposición en ese Museo de la Siderurgia que hoy ocupa un edificio emblemático de lo que fue una gran industria.

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