Desde la Meseta

Aumenta la guerra

Miremos al cielo y confiemos en que se solucionen los problemas, ya mundiales, de toda esta revolución

Luis Alonso-Vega

Luis Alonso-Vega

Si teníamos el interminable problema de Ucrania, Hamás recrudece el viejo existente y duro percance que intenta liderar contra Israel, atacando desde la Franja de Gaza, aprovechando que sus salvajes yihadistas se mezclan con la inocente población Palestina.

Las bombas caen de todos los lados. Los muertos y los heridos, así como los apresados, dan lugar a numerosos civiles, tanto hombres, mujeres y niños. En Gaza las existencias se agotan. No hay agua, alimentos, ni medicamentos. Por supuesto, ni tampoco combustible, necesario para los generadores que proporcionan luz y fuerza en las máquinas de los hospitales. En la obligada huida del norte de Gaza hacia el sur, los que tenían vehículo se quedan a mitad de camino al acabarse el combustible. Los hay que recurren a carros tirados por burros. Los que nada tienen para huir, se refugian en viejos hospitales, donde ya no hay comida, durmiendo en el suelo y su manta son las estrellas.

Un centenar de camiones, cargados de alimentos, medicinas y ropa, esperan a que Israel autorice su entrada en Gaza. Hamás afirma que si ellos son destruidos, se creará otro Hamas más duro y potente. Se ha pensado que con la visita de Joe Biden y Rishi Sunak, Netanyahu ablandaría su postura y solo autorizó la entrada de 20 camiones en Gaza, insuficiente para las necesidades de tantos habitantes.

Miremos al cielo y confiemos que se solucionen los problemas, ya mundiales, de toda esta revolución.

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