Así describe el exboxeador José Ramón Gómez Fouz a un "maestro", Justo Magdalena, histórico del pugilismo asturiano fallecido este jueves

El ovetense murió a los 94 años

JUSTO MAGDALENA

JUSTO MAGDALENA / Luisma Murias

Antonio Lorca

Antonio Lorca

"Muy buen entrenador, buena persona, honrado en lo económico y un maestro". Así describe el exboxeador ovetense José Ramón Gómez Fouz a Justo Magdalena Paredes, el que fuera su primer entrenador, fallecido ayer en Oviedo a los 94 años de edad. Gómez Fouz, que llegó a ser campeón de Europa, solo tiene buenas palabras para Magdalena: "No creo que nadie pueda decir nada malo de él, fue importantísimo en el boxeo asturiano de los años 60, 70 y 80, con él empezaron ‘Gitano’ Jiménez (excampeón de Europa recientemente fallecido), yo también empecé con él de amateur, Manzano y Rubiera, que fueron también profesionales. Los inicios eran con él".

Magdalena, que trabajó en el servicio de aguas del Ayuntamiento de Oviedo, llegó a ser campeón de Asturias como boxeador, en 1950, y después de ser obligado por la Federación Asturiana de Boxeo a hacerse profesional llegó a ser también árbitro. Gómez Fouz, aunque apenas le vio en el ring, sí que está convencido por sus maneras como entrenador de que "era un maestro". Otra de las cosas que destaca de él como entrenador es lo que se preocupaba por sus púgiles: "Sufría mucho por sus boxeadores, no permitía que llevaran castigo, sus boxeadores tenían buena defensa, si veía peligro tiraba la toalla, pero estaban bien preparados físicamente".

Una faceta, la de entrenador, que explica Gómez Fouz "no hacía por dinero". "No ganaba nada, lo hacía por afición", zanja.

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