La economía española es la quinta que más crece en Europa

El avance del PIB nacional es el mayor entre los pesos pesados del área y triplica la media de la UE y de la eurozona

Una persona realiz la compra en un supermercado. | FERRAN NADEU

Una persona realiz la compra en un supermercado. | FERRAN NADEU

España está manteniendo una baja tasa de inflación pese a que está protagonizando un crecimiento alto y una fuerte creación de empleo. La previsión es que la inflación repunte en lo que resta de ejercicio por el efecto base hasta el 3,9% ó 4%, según la OCDE, Comisión Eurpea, Funcas y otros centros de predicción. Aun así, será inferior a la UE pese a que se espera que el PIB español crezca en el conjunto del ejercicio casi el doble que el promedio europeo.

Con datos al cierre del segundo trimestre, difundidos el miércoles por Eurostat, España es la quinta economía más dinámica, con un crecimiento interanual del 1,8%, solo superada por Irlanda, Rumanía, Chipre y Portugal. España sigue siendo por ello la más pujante de las grandes economías del área. Francia creció el 0,9% (la mitad que la economía española); Italia, el 0,6% (un tercio que España) y Alemania decreció una décima. España triplica el crecimiento medio de la zona del Euro (0,6%) y de la UE (0,5%).

Los datos de Irlanda suelen ser vistos con prevención porque están determinados por una declaración de beneficios por operaciones de multinacionales que no han realizado realmente en el país sino en otras jurisdicciones y que se contabilizan en Dublín por una práctica de estricta optimización fiscal.

El crecimiento español contrasta con el decrecimiento en el que se mueven nueve países, incluida la mayor potencia europea.

En tasa interanual, el avance español se ha moderado de manera apreciable: en el anterior trimestre había crecido el 4,2% y había liderado –a mucha distancia del resto– la pujanza en Europa.

En tasa intertrimestral (respecto al trimestre precedente), España creció al 0,4%, con lo que mantuvo prácticamente constante el tono de trimestres precedentes, aunque cedió una décima respecto a los tres primeros meses del año. Por variación trimestral, España es el séptimo país que más crece, superado por Irlanda, Lituania, Eslovenia, Rumanía, Finlandia y Francia. Este último país progresó el 0,5%, una décima más que España. El promedio de la zona cero se quedó ligeramente por debajo (0,3) y la Unión Europea se estancó (0%).

Las previsiones apuntan a una desaceleración durante este año en España y el resto del área, como corresponde a un fin buscado de modo premeditado y con ahínco por el Banco Central Europeo para atajar lo que hace solo unos meses apuntaba a convertirse en la mayor espiral inflacionaria desde fines de los años 70, con el incremento del IPC en dos dígitos. En estos niveles persisten los precios de los alimentos (10,8% en la zona del euro y en España), golpeados por la guerra de Ucrania, la carestía de la energía en el último año y medio, y por la sequía.

Con la incertidumbre por los signos de debilidad de la industria y los síntomas de enfriamiento de las exportaciones tras tres meses con variación anual negativa por el menor pulso europeo (pese a lo cual las ventas en el exterior marcan máximos históricos), y con el turismo al alza y en récord, los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), OCDE y Comisión Europa mantienen a España a la cabeza del crecimiento europeo al cierre de este año y el FMI espera que sea la que más crezca entre las grandes economías avanzadas.

Lo hará al 2,5%, lejos del 5,5% de los dos años anteriores (que batieron las predicciones), pero muy lejos del desastre ("precipicio") que se viene anunciando con afán predictor desde mediados de 2022 sin que se haya materializado, pese a la interrupción de los suministros y cadenas globales de distribución, la crisis energética, la inflación, la subida de tipos, la guerra en Ucrania y otras adversidades internacionales que no han dado tregua desde la pandemia de 2020.

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