Hablan los afectados de los incendios provocados en El Llano y Laviada: "Pudo pasar algo gordo”

“Fue un susto, solo veíamos fuego por la ventana”, dice un vecino de la calle Bobes que vio cómo las llamas quemaban su vehículo y causaban importantes daños materiales

I. Peláez

I. Peláez

Un fuerte ruido despertó ayer por la mañana a Juan Roza, vecino de la calle Bobes, en el barrio de El Llano. Los cristales comenzaban a reventar y un fuerte olor a quemado se hacía paso por la zona. Cuando se asomó a la ventana vio una gran lengua de fuego que provenía de la furgoneta de reparto con la que trabajaba todos los días y que había dejado aparcada a la puerta de casa. “Fue un susto muy grande. Afortunadamente son solo daños materiales y los bomberos y la policía actuaron muy rápido, pero pudo pasar algo muy gordo. Solo veíamos fuego por la ventana”, relata este gijonés, conductor habitual de la furgoneta, tras uno de los incendios provocados que en cuestión de unos minutos se sucedieron en vehículos estacionados en la calle Bobes y la avenida de la Constitución. Dos sucesos que la Policía sospecha están relacionados y que tendrían presumiblemente al mismo autor, un hombre al que llegaron a identificar varios vecinos pero que todavía no ha sido localizado a pesar del amplio dispositivo desplegado en la zona para su localización.

La jornada dominical fue intensa para policías y los miembros del servicio de Extinción, Prevención de Incendios y Salvamento de Gijón. Poco después de las ocho de la mañana recibía el aviso de un fuego en la avenida de la Constitución. A su llegada, la Policía Nacional ya estaba presente y habían utilizado extintores de polvo previamente, pero el fuego ya había provocado daños en el interior del vehículo y en el material que transportaba. Con agua se logró enfriar la furgoneta y dar por finiquitada la intervención. Pero aun quedaba más por hacer.

Apenas unos minutos después se desplazaron hasta la calle Bobes por el incendio que calcinó la furgoneta de reparto de Juan Roza. Esas llamas provocaron importantes daños materiales en dos edificios, con cristales rotos en las primeras plantas, azulejos y hasta el cableado eléctrico, que pocas horas después fueron a inspeccionar los técnicos. La cercanía de las calles hizo sospechar que podía tratarse de la misma persona y todo apunta a que los incendios fueron provocados. “Mientras estaban aquí apagando el fuego –los bomberos sofocaron las llamas con agua y espumógeno– recibieron otro aviso, de un contenedor de basura”, afirmó otra vecina de la calle Bobes. Era el tercer incidente, y también a escasos metros, en la confluencia de la calle Caveda y la avenida de El Llano. “Dada la proximidad y la coincidencia horaria, y ante los indicios de una posible intencionalidad se trasladaron los vehículos para su examen por parte de la Policía Científica”, afirmaron fuentes municipales.

Poco después, agentes de la Policía Local interceptaron a un individuo con la ropa ennegrecida y con antecedentes por piromanía, pero testigos presenciales aseguraron que no había sido el responsable de los incendios, por lo que no se procedió a su detención aunque sí se dio informe a la Policía Nacional, al frente de las pesquisas. Sí cuentan los investigadores con una descripción del posible autor de los incendios, pero a pesar de las batidas de los agentes por la zona no ha sido aun localizado.

El pasado viernes efectivos del servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Gijón tuvieron que acudir también hasta el barrio de Viesques por una furgoneta que comenzó a arder, en principio de manera fortuita. Las llamas envolvieron el vehículo, provocando una gran nube de humo visible desde varios puntos de la ciudad, lo que motivó gran expectación en la zona y una rápida actuación de bomberos y Policía.

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