Varadero de Fomento

Recogidos

Un paracaidista para organizar la basura en la localidad

Alejandro Ortea

Alejandro Ortea

Corrían los primeros ochenta y en la puerta de la radio en donde uno prestaba sus servicios compareció un repartidor con un llamativo ramo de flores: era para una redactora. En todos los años siguientes, nunca he vuelto a vivir una situación similar. El remitente era un joven político popular, el ovetense José Ramón García Cañal, que ya apuntaba maneras y carguito. Hoy, tras múltiples destinos de representación, el mando le ha apeado de toda responsabilidad y, quizás para que alcance una cotización adecuada en la Seguridad Social, ha ordenado que sea recogido en Gijón, Ayuntamiento que le ha colocado como nuevo gerente de la empresa de la basura. La situación es curiosa, porque se nos hace raro que en todo el PP gijonés y aledaños no hayan encontrado una persona para fungir de gerente de Emulsa y pusieran a un veterano de Carbayonia para dirigir las operaciones de residuos, cuidado de jardines, playas y demás labores medioambientales. En definitiva, un sapo que han tenido que digerir entre el interesado y los dirigentes populares gijoneses. Lo más llamativo es que, tan extraña operación, ha ocurrido como si fuese algo tan normal, cuando es de lo más extraño, a no ser que el “independiente” y peculiar alcalde carbayón no haya querido encontrarle hueco en su predio consistorial. Eso o que los mandamases provinciales del partido de la derecha no hayan ni tan siquiera osado proponerlo y lo hayan facturado directamente a Gijón, seguro que para cierta incomodidad de la otra parte del bipartito con bisturí. No merecía García Cañal un final político así, por mucho que, por lo menos, le salven sueldo y cotización.

Los terrenos de Naval Gijón están en el candelero municipal y se han convertido en uno de los temas recurrentes de los regidores locales. Tanto ventilar sobre los usos de esos suelos, que si para la economía azul, que si para el uso y disfrute de la ciudadanía, que si para el turismo y, como no, con su toque hostelero, que nos tememos se convierta todo en monumental tiberio burocrático y un lío de gestión. Se nos está vendiendo una moto con dibujitos muy vistosos, pero el Ayuntamiento no ha puesto ni un duro en la caja de la Autoridad Portuaria y ni tan siquiera negociado con la parte del cuarenta por ciento privado. No hace falta más que conocer un poco acerca de los tiempos de los procedimientos administrativos para percatarnos que al gobierno municipal le pillará el final del mandato sin hacer carrera en esa parcela de El Natahoyo. Por ahora, tan solo láminas de colores y mucha palabrería. Así son las cosas del Foro de esta maniobrera cirujana. No esperemos nada por este lado.

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