Opinión

Un grupista de corazón

Con un profundo sentimiento de gratitud me despido a través de estas líneas como presidente de nuestro querido Grupo, una incomparable sociedad polideportiva que apenas admite comparaciones a todos los niveles.

Lo hago, como decía, desde la emotividad y el agradecimiento, pero también desde el orgullo que me produce el trabajo realizado durante ocho años en los que he tenido el privilegio de haber estado acompañado de un extraordinario grupo de trabajo.

He tenido la inmensa suerte de formar parte de una junta directiva comprometida, leal y de enorme talento. Muchas gracias de corazón.

También todo mi agradecimiento al personal laboral del club, constituido por unos extraordinarios profesionales de los que aprendí muchísimo y sin cuyo trabajo, el Grupo no sería el que ahora mismo todos conocemos.

También quiero expresar mi agradecimiento a nuestros veteranos, el Senado del Grupo, por haber sido un faro para quienes, con menos años y experiencia, estamos obligados a guiarnos por su legado.

Y especialmente muy agradecido a todos los socios y socias de la entidad por su compromiso, respeto y apoyo durante estos ocho años.

Dejo para el recuerdo momentos entrañables, como la fusión con el Centro Asturiano, en lo que supuso una recuperación de la paz social en el Grupo.

Tampoco puedo olvidar cómo logramos superar, con reconocido éxito, una pandemia mundial, en la que a nuestro esfuerzo se sumó el de los profesionales grupistas, unido al excelente comportamiento de los socios. Momentos tan complicados, nos reforzaron y unieron de forma extraordinaria.

En este pequeño repaso a estos ocho años no puedo dejar de recordar con emoción la creación de la Sección de Diversidad Funcional, así como el logro de la igualdad real entre socias y socios asegurando que todos ellos, sin importar su género, hoy tengan acceso a todas nuestras secciones y modalidades deportivas.

Aunque quizás los logros de los que me siento más orgulloso fueron el de haber logrado modernizar la gestión de la entidad y hacerla más transparente para los socios.

O la implantación de acciones que permitieron incrementar la práctica deportiva, tanto la federada como la dirigida directamente a los socios, para lo que ordenamos los gimnasios, implantamos la figura del técnico, las clases gratuitas y el bono fitness, entre otras iniciativas.

No obstante, el verdadero aval de gestión se traduce en el cumplimiento del programa. No hay nada que más lo evidencie: el 92,2% en el primer mandato y el 92,9% en el segundo. Porcentajes que representan nuestra firme voluntad de cumplir y no defraudar la confianza que los socios habíais depositado en nosotros.

No puedo finalizar estas líneas sin desearle la mejor de las suertes a los tres candidatos que concurren a estas elecciones. Es sabido que mi apoyo es para Joaquín Miranda, no solo por el extraordinario equipo que le acompaña y el programa que presenta para estos próximos cuatro años, sino también porque su victoria supondría un respaldo al trabajo realizado durante estos ocho años.

En cualquier caso, los otros dos candidatos, que apuestan por el cambio, tienen también todo mi reconocimiento y estoy convencido de que, gane quien gane estas elecciones, el Grupo tendrá un gran presidente.

De corazón, muchas gracias y hasta siempre.

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