La historia desembarca en Belmonte

La asociación Arhem recrea con figurantes de toda España la batalla de Carentan, espectáculo de divulgación histórica para sumar aficionados

Mario Martínez y su primo Javi, en una barricada. | Mariola Riera

Mario Martínez y su primo Javi, en una barricada. | Mariola Riera / Mariola Riera,

Mariola Riera

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Mario Martínez y su primo Javi disfrutaron este sábado como niños –que es lo que son– entre carros blindados, jeeps, ametralladoras, motocicletas y barricadas, mientras revisaban de arriba abajo los uniformes de los soldados y oficiales de los ejércitos americano y alemán, además de no perder detalle de sus campamentos y puestos. Tiene Mario 11 años, su primo Javi alguno menos, y ambos comparten una afición y pasión incipientes por la historia, concretamente la del siglo XX. Por eso no es de extrañar lo mucho que disfrutaron en la recreación histórica "Normandía 44", desarrollada en Silviella (Belmonte), en el recinto del Museo de las Ayalgas, y organizada por la asociación histórico-cultural Arhem, que concluye este domingo por la mañana la actividad.

Arriba, Mario Martínez y su primo Javi, en una barricada. Por la izquierda, Beatriz Fernández fotografía a Ángel Álvarez, Carlos Aclé, José Luis Álvarez y Miguel Martínez; Jordi Alfonso, en el puesto de socorro, ante la moto «Dustman», y, a la derecha, Pablo Casiniello y Mario Pereira, sobre el carro blindado «Blondi».  Mariola Riera

Jordi Alfonso, en el puesto de socorro, ante la moto «Dustman». / Mariola Riera

"Mi abuelo Valentín Martínez ha aportado un jeep de la época", apuntó orgulloso Mario, a quien le gusta "saber de guerras" y, confiesa, quisiera ser como Winston Churchill. Él y su primo son el mejor ejemplo de los frutos de la labor de Arhem, un colectivo entregado a la recreación histórica, pero también a la divulgación por los colegios de Asturias. "Queremos mostrarles a los niños que la historia no solo está en los libros, que se puede tocar y también disfrutar aprendiendo", explica Samuel González, presidente de la asociación, con unos 25 miembros y un completo calendario de recreaciones por toda España este año.

La historia desembarca en Belmonte

Beatriz Fernández fotografía a Ángel Álvarez, Carlos Aclé, José Luis Álvarez y Miguel Martínez. / Mariola Riera

El próximo fin de semana estarán en Burgos, pero este jugaron en casa. En Silviella reunieron a unos 100 figurantes procedentes de Bilbao, Lérida, Galicia... Todos bien preparados y equipados para recrear un episodio del célebre Desembarco de Normandía, la batalla de Carentan, el 13 de junio de 1944, una semana después del inicio del despliegue del ejército aliado en las playas francesas. "Intentamos centrarnos en algún episodio porque es inabarcable todo el Desembarco y hemos elegido Carentan, ya tierra adentro y donde se unieron los soldados de Omaha y Utah", describe Samuel González.

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Pablo Casiniello y Mario Pereira, sobre el carro blindado «Blondi». / Mariola Riera

En el pueblo francés se enfrentaron las fuerzas aerotransportadas estadounidenses y la Wehrmacht alemana. El triunfo fue para los primeros. Pero las bajas fueron muchas en ambos bandos. Por este motivo, en la zona alemana no faltó un pastor de las SS dispuesto a "rezar por los soldados desconocidos y a dar fuerzas a la Wehrmacht", explicó él mismo, de nombre ficticio Joseph Smith y de real José Luis Álvarez, natural de La Coruña y que acudió con su hijo Ángel, un teniente de infantería de nombre Engel Schneider "y condecorado con todos los honores en la batalla de Bad Tölz".

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Alejandro Ocón, explicando la operación a los visitantes, en Silviella. / Mariola Riera

Con ambos, y con el soldado raso de la infantería alemana Miguel Martínez, se fotografiaron Beatriz Fernández y Carlos Aclé, un matrimonio de Gijón que iba camino de Pola de Somiedo a la investidura del alcalde, Belarmino Fernández, y paró en Silviella para ver todo el montaje. "Impresionante, es todo muy real y nos gusta mucho. De hecho pararemos a la tarde, si podemos, a ver la batalla", explicaron.

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Samuel González hablando con la bilbaína Virginia Serrano, cabo de la Marina de EE UU. / Mariola Riera

En la misma participaría de forma destacada el carro blindado SdKfz 222 sobre el que se desplazaron Pablo Casiniello y Mario Pereira, transformados para la ocasión en los suboficiales nazis Paul Naschy y Marius Hitmann. Les tocó "explorar el territorio" en el citado blindado, de nombre "Blondi" –así llamaba Hitler a su perra–, de la 9.ª División Panzer SS Hohenstaufen.

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Ángel Menéndez junto a su «Willys». | Mariola Riera / Mariola Riera,

Gran parte del material utilizado por las asociaciones es nuevo –llamó la atención un famoso "Goliath", conocido como el robot suicida nazi, capaz de llevar 100 kilos de explosivos–, pero hay también original. Entre las "joyas", un jeep de 1942, un blindado M8 Greyhound o, ya en zona estadounidense, una moto Dustman de los paracaidistas de la 101.ª División Aerotransportada. Estuvo aparcada entre el puesto de socorro y el centro de comunicaciones. A pocos metros se levantaba el cuartel general, donde Alejandro Ocón, "Bull", explicó la operación a llevar a cabo.

Entre los vehículos hubo aportación de Ángel Menéndez, dueño e impulsor del Museo de las Ayalgas y que lleva tres años colaborando con Arhem. Un "Willys", un Citröen 15 ligero, un Rover de 1934 y dos motos con sidecar de su colección se unieron al resto en el desfile militar hasta Belmonte, que a más de un conductor dejó con la boca abierta. Porque fue todo un desembarco, sí, de historia y además bien contada.

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