España no es Alemania, de momento

El apoyo de la embajadora alemana a Pedro Sánchez

Juan Carlos Herrero

Juan Carlos Herrero

Que salga la embajadora alemana, Gosse, diciéndonos que "lo que se está haciendo en España me parece constitucional" es para hacérselo ver. Igual se refiere a la carta europea.

¿O es de la Alemania constituyente? Vete a saber.

Viendo la posición de Alemania en la guerra de Gaza, la diplomacia germana tiene penitencia durante muchos decenios.

Solo nos faltaba que venga avalar los saques de esquina, córner, lanzados desde Portbou por Nogueras y el "cabecina, tuya y mía" de Carles Puigdemont. Ya está bien de arbitrajes desde embajadas ajenas.

Este estado febril por el que España vuelve a pasar, al cambio, otro 15M pidiendo "Democracia real ya" no son nodos o redes, más bien son nudos gordianos que Sánchez dice desatar sin usar sable alguno, pero no.

La espada cuelga de un pelo de caballo. Es tiempo que los aduladores se pongan debajo tras opíparos faustos. A ver los nuevos ministros, Damocles varios, que adularon a "Dionisio" en busca de la cartera perdida.

Antes de volver a experimentos gaseosos, soberanistas, debería agudizarse el ingenio y gratificar a todas las naciones-regiones. Que Alemania nos vuelva a guiar, esa madre patria europea, la de Helmut Kohl.

Desmontar la corte, la indigesta fruta que tan mal sienta a dos provincias separatistas y a quienes le hacen el caldo gordo, con tal de regirnos.

Sin la corte, cada nación se las componga con las gallinas que le entran por las que salen, nada de enviar huevos de oro engordando a las de siempre.

Así, la embajada alemana y su currículo europeo, incluida inmersión patria de aquellos primeros submarinos espías, mejor aclaraba lo que nos diferencia, tal que la deuda sobre el PIB alemán es la mitad que la nuestra.

Alemania no amnistía, es un monte de piedad e inmobiliaria de chalés costeros nacionales. De aquellos submarinos estos predios. De aviones ni hablar.

La plenipotenciaria germana, ya que aprueba la constitucionalidad febril que nos asiste, que invite a los quince presidentes de comunidad que aún no son separatistas, independentistas o escapistas. Que vayan a Berlín y Bonn de ministros visitantes, como los profesores al cambio.

Alemania tiene quince ministerios federales. Pues bien, como eres tan constitucionalista con la constitución ajena, nos mandas en prácticas a los quince presidentes de la España autonómica, al "Pito, pito gorgorito" y que vuelvan reconvertidos a un país federal, a ver si dejamos la deuda a la alemana.

Cuando regresen a sus respectivas regiones, países, naciones y varios, los independentistas se darán de bruces, pues ya se acaban sus argucias.

Cuando quieran recomponer la "Expaña" de las diecisiete es tan simple como aumentar dos ministerios federales más. Total, andamos por veintidós.

Suscríbete para seguir leyendo