Opinión

Nuestros mayores vulnerables

La repercusión en las pensiones de no actualizar el IRPF con la inflación

Hace unos días, encontré a mi padre muy preocupado. Le había llegado una carta de Hacienda en la que le comunicaban la cantidad percibida en el año por su pensión. Su preocupación era debida a que en ella se le anunciaba que se pasaba en 105 euros del mínimo percibido para tener que hacer su declaración, y por lo tanto, necesitaba calcular el dinero que debería tener que abonar en concepto de impuestos.

Si tiene mayores en su entorno, se habrán percatado de varias cosas. La primera es que este tipo de cartas en ocasiones están redactadas de tal manera que no son nada claras y generan ya de por si incertidumbre, más aún en este tipo de colectivos tan vulnerables, nuestros mayores. También se habrán dado cuenta que las retenciones por jubilación alcanzan en la mayoría de los casos porcentajes muy bajos, lo cual es beneficioso si su cómputo global no llega al límite mínimo de contribución. Pero qué ocurre cuando esto no es así, es más, qué ocurre cuando la subida anual que el Gobierno utiliza como una herramienta de propaganda produce en lugar de una recuperación de poder adquisitivo todo lo contrario. Trataré de explicar esta aparente contradicción.

Estos años, se han ido incrementado en porcentajes acorde con la inflación la media de las pensiones. Esto ha hecho en un primer momento felices a nuestros mayores, pero muchos de ellos, pasado ese primer momento y sobre todo cuando se acerca el momento de realizar la declaración de la renta, es posible que les hay llegado la famosa carta en la que por un margen muy pequeño superan el mínimo exigido, y si no hacían declaración este año sí toca.

Todo parece muy normal y lógico, pero recuerden que esta pretendida subida está causada por la pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas debido al encarecimiento de la vida en los últimos años, muy por encima de esos porcentajes de mejora salarial, y por lo tanto incluso ganando más no consiguen alcanzar el mismo nivel de vida de hace unos años. Es decir, por ejemplo este año, si hacen bien las cuentas, van a tener que devolver más dinero del que han recibido con la subida… ¡gana la casa!, es decir, gana el Gobierno, que no solo recupera lo gastado sino que recauda más, y a cuenta de los más vulnerables.

¿Por qué ocurre esto? No por azar, se debe a la falta de actuación por parte de algunas comunidades autónomas que no hacen la deflactación de los tramos de cotización. ¿Qué significa esto?, de forma sencilla se puede decir que los gobiernos deberían ajustar en base a la pérdida de poder adquisitivo y aumento de la carestía de la vida los tramos de cotización, aumentando estos límites, de la misma manera que se ajustan las subidas salariales, así se mantendría un equilibrio en el poder adquisitivo.

En pocas palabras, no solo vale subir las pensiones si con ello no se ajustan al precio de la vida, a los costes. El salario con subida de hoy debe permitir al menos el mismo nivel de vida que en años anteriores, no podemos creer que solo aumentar soluciona el desequilibrio social, debe además evitar que una subida signifique lo contrario, que el espejismo de cobrar más al mes nos evite ver que tenemos menos al final del año. Y que año tras año la brecha se vaya haciendo más grande, consiguiendo hacer aún más vulnerables a nuestros mayores.

Suscríbete para seguir leyendo