Opinión

Un espejo de la nación

El brillante desfile del Día de las Fuerzas Armadas y el papel de los reservistas como ejemplo de compromiso

El Principado de Asturias, reconocido como la cuna de la nación española, se convirtió en el vibrante escenario del Día de las Fuerzas Armadas 2024. Este evento anual, que simboliza la unión entre las Fuerzas Armadas y la sociedad a la que protegen, congregó a casi 6.000 militares de toda España. Profundamente arraigados en nuestra rica historia, los asturianos comprendemos plenamente la trascendencia y la importancia de las Fuerzas Armadas. Nuestro compromiso con la defensa de la patria es evidente y se ha manifestado constantemente a lo largo de la historia. Debemos mencionar al Regimiento Príncipe N°3, una de las unidades más prestigiosas y operativas del ejército. El cuartel de este regimiento rinde homenaje al heroico cabo Noval, un asturiano que, al sacrificar su vida, exaltó a la patria y reafirmó a otros dignos hijos de esta tierra.

El epicentro de las celebraciones fue Oviedo, con un brillante desfile que irradiaba orgullo y respeto por las tradiciones. Los eventos comenzaron días antes, incluyendo actividades que mostraron la versatilidad y el compromiso de las Fuerzas Armadas con la ciudadanía. Desde la solemne jura de bandera hasta la impresionante parada naval y las exhibiciones aéreas en Gijón, los actos demostraron cohesión y fuerza. Además, se realizaron izados de bandera y exposiciones, como las organizadas por la Delegación de Defensa y la Fábrica de Trubia en Trascorrales, abiertas al público hasta el 5 de junio, acompañadas de conferencias y conciertos que enriquecieron esta conmemoración.

Es crucial recordar que la defensa de España trasciende las operaciones militares convencionales, involucrando a toda la ciudadanía en esta tarea esencial. A través de la Reserva Militar de Voluntarios, a la que orgullosamente pertenezco, ciudadanos comprometidos de diversos ámbitos profesionales se integran voluntariamente para fortalecer las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas. Este compromiso, basado en el deber jurídico y convicciones éticas y morales profundas, nos permite encarnar la unión entre las fuerzas armadas y la sociedad, fortaleciendo el vínculo y el entendimiento mutuo. En Asturias, la colaboración entre la Asociación ARES de Reservistas Españoles y la Delegación de Defensa es ejemplar.

Mientras que en España el número de reservistas ha disminuido de 6,000 a 3,000, Francia, que tiene nuestro mismo modelo, ha expandido los suyos a 80,000, con planes para duplicar esta cifra en 2030. Inspirados por las potentes reservas anglosajonas, los líderes franceses, desde Hollande hasta Macron, han reconocido la reserva como el cemento de unidad y la reserva moral de la nación, respaldando explícitamente este concepto.

El Día de las Fuerzas Armadas en Asturias va más allá de una mera celebración; refleja la identidad de una nación que, a pesar de enfrentar desafíos y tormentas políticas, conserva su integridad y soberanía. Recordemos que España, en palabras de san Isidoro de Sevilla, es una tierra de loas, cuyas virtudes han sido consistentemente elogiadas y defendidas a través de los siglos por nuestros antepasados. Que cada acto celebrado, cada desfile observado y cada himno escuchado nos inspire a mantener nuestro compromiso compartido de ser dignos de ese legado. Así, el Día de las Fuerzas Armadas se convierte en un espejo donde reflejamos no solo nuestro pasado glorioso, sino también nuestro presente resistente y nuestro futuro prometedor. Para ello, como nos enseña la historia, primero hay que creerlo y luego actuar con decisión. El legado de las Fuerzas Armadas es eterno, tan inquebrantable como el compromiso que cada uno de nosotros debe asumir para honrarlo y perpetuarlo.

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