La Ruta del Cares espera (al menos) otros 164.000 caminantes en verano con una nueva pasarela provisional

La senda más icónica de los Picos, que el pasado agosto tuvo una afluencia diaria de 3.000 personas, reabre con un paso temporal en La Sota, tras un derrumbe de un muro

A. Rubiera

A. Rubiera

La llaman "La Garganta Divina del Cares" y es la ruta más transitada y quizá la más icónica de los Picos de Europa por su belleza y su espectacularidad. Y tanto que lo es.

El pasado año acabó el verano con algo más de 164.000 visitantes, 73.456 en julio y más de 90.600 en el mes de agosto, lo que supone que ese último mes la contabilidad diaria fue de casi 3.000 personas (2.923). "Al ser datos medios, la afluencia en sábado o domingo será mayor y menor el resto de días, particularmente en la primera quincena de julio", apuntan desde la dirección del Parque Nacional para el que esté echando cuentas. Se sabe que hay fines de semana con más de 4.000 senderistas deleitándose con la garganta.

Se espera que este verano los datos no sean mucho menores, dado el gran inicio que se está testando en Asturias con turistas por todos los rincones. Y todos esos visitantes se van a encontrar con una pasarela provisional y una abundante señalización de peligro y de precaución en torno al paraje conocido como La Sota (León). A 7,5 kilómetros en ruta si el camino se ha iniciado desde Poncebos (Asturias), o a 3,5 km si se cuenta desde Caín (León).

Arriba, operarios trabajando en el montaje de la pasarela del paraje  de La Sota, en la zona leonesa de la Ruta del Cares. A la izquierda, la pasarela ya montada.

La pasarela ya montada. / A. Rubiera

Una pasarela que seguro que no alcanzará la fama del Puente de los Rebecos, pero que no dejará de ser la novedad que este año distinguirá, frente a otros, las fotografías que se hagan en la senda del Cares. Se trata de un paso provisional que quedó instalado a última hora por operarios de la empresa Tragsa para asegurar el tránsito por una zona que sufrió, a primeros de año, un hundimiento en la calzada por el derrumbe de un muro de mampostería en seco en los que está apoyada la Ruta del Cares.

Hasta que no sea posible la reparación del muro los visitantes caminarán por la pasarela, de solo unos metros y con suficientes medidas de seguridad para que no haya problemas. Su colocación obligó el lunes al corte total de la Senda y en días previos de la última semana de junio hubo alguna incidencia puntual para que los operarios pudieran descargar los materiales y hacer los montajes preparatorios. Un helicóptero tuvo que hacer el porteo de los materiales desde el Puerto de Panderruedas.

Una vez completado el montaje de la estructura, el plan de obra sigue por la reposición del muro derruido, en esta ocasión con mampostería de piedra cogida con mortero y posterior relleno del tradós del muro hasta igualar el trazado del camino, explican portavoces del Parque. "La obra no es muy compleja, pues el derrumbe es de escasa longitud", afirman. Pero todo en el Cares tiene un plus.

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