La Perdonanza cierra el Jubileo con un lleno en la Catedral para ver el Santo Sudario

El deán oficia la despedida religiosa de las fiestas con una solemne misa a la que acudieron, tras dos mandatos de ausencia, los ediles del PSOE

Los fieles acercándose al Santo Sudario en la Catedral.

Los fieles acercándose al Santo Sudario en la Catedral. / Luisma Murias

Víctor Delgado

La despedida religiosa de las fiestas de San Mateo llenó este jueves la Catedral de Oviedo, donde no cabía un alfiler. La Perdonanza, la misa que cierra el Jubileo de la Santa Cruz iniciado el pasado 14 de septiembre, permitió a los fieles ver la Cruz de los Ángeles y mostrar su devoción por el Santo Sudario, que, como ya ocurriera en la misa de apertura, fue descubierto al terminar la ceremonia. Al trozo sagrado de tela se acercó la multitud con el deseo de obtener el perdón de todos los pecados.

La misa estuvo oficiada por el deán, Benito Gallego, al que acompañaron veinte sacerdotes. Gallego aseguró, al igual que el año pasado, que el Jubileo convierte la Catedral "en un lugar privilegiado de peregrinación". Los bancos y las sillas se llenaron de devotos a ambos lados de la nave central y muchas personas tuvieron que seguir la ceremonia de pie.

El deán citó en su discurso un lema del Papa Benedicto XVI, llamando a "la revolución del amor". Definió San Mateo como "un día de alegría y convivencia", antes de tener un recuerdo para las personas que lo están pasando mal: "No podemos olvidarnos del paro, de la enfermedad, del miedo al futuro… Hay gente en el mundo que sufre desastres, como el terremoto de Marruecos o las inundaciones en Libia, y guerras en Europa y en África".

Gallego recibió a la comitiva municipal, encabezada por el alcalde, Alfredo Canteli, a la entrada de la Catedral. El regidor estuvo acompañado, en las primeras filas del lado izquierdo del altar mayor, por los concejales populares Mario Arias, Nacho Cuesta, María Velasco, María Concepción Suárez y Leticia González. En el lado derecho se colocaron la reina de las fiestas, Lía Díez, y las damas de honor, Aleida Noval y Marta García. Junto a ellas estuvo "Mateín", figura icónica de las fiestas ovetenses.

Una de las novedades de esta edición fue la presencia de los concejales del PSOE, que llevaban dos mandatos sin asistir a la misa de San Mateo. Con su portavoz, Carlos Fernández-Llaneza, a la cabeza, estuvieron allí seis de los siete ediles socialistas, a excepción de Marisa Ponga que se encontraba fuera de la ciudad. También acudieron las concejalas de Vox y el portavoz del PP en la Junta General, Diego Canga, junto a algunos de sus diputados, como el que fuera edil de Cultura en el anterior equipo de gobierno de Canteli, José Luis Costillas.

El Santo Sudario permaneció a un lado y cubierto durante la eucaristía, mientras que la Cruz de los Ángeles presidió la ceremonia, de algo más de una hora de duración. Como es habitual en las fiestas litúrgicas que se celebran en la Catedral de Oviedo, la ceremonia fue cantada por la Schola Cantorum. Con esta celebración terminan unos frenéticos días de actividad en la Sancta Ovetensis, que desde una semana atrás había acogido misas diarias bajo el lema de este año: "La cruz, santuario de Dios".

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