SALUD

Coinfección de tuberculosis y VIH

Estudios recientes afirman que un tercio de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis

El urólogo Alberto Sánchez Trilla, en su consulta.

El urólogo Alberto Sánchez Trilla, en su consulta. / PABLO SOLARES

Elena Casero

Estudios recientes afirman que un tercio de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis, a ello han contribuido dos pandemias, por un lado la del coronavirus y por otro el VIH.

Así lo destaca el urólogo asturiano Alberto Sánchez Trilla, quien también desvela que, en la mayoría de los casos, el contagio se produce por inhalación de las bacterias de una persona infectada a una sana, influyendo diversas causas: tos, estornudo, gotitas de Flugge( que se expulsan al hablar). El cuerpo humano puede combatir e impedir que se multipliquen. No presentan síntomas ni transmiten la infección, sin embargo el riesgo de enfermar a lo largo de su vida es entre el 5 % y el 15 %.

La tuberculosis latente indica que esa persona se contagió en un determinado momento pero las defensas de su organismo le protegieron quedando un reservorio de gérmenes sin actividad alguna, es aquí donde una infección por VIH ( al disminuir las defensas ) puede reactivar ese reservorio de gérmenes apareciendo una tuberculosis activa.

La OMS señala que sin el tratamiento adecuado morirán en término medio el 45 % de las personas VIH negativas con tuberculosis y prácticamente la totalidad de las personas VIH positivas con tuberculosis.

La relación que se da entre esta dos enfermedades significa a escala mundial, que aquellos países que tienen frecuentemente infección por VIH, como los subsaharianos, tienen un elevado índice de ser infectados por tuberculosis.

Es fundamental que todas las personas con VIH se realicen una prueba de detección de tuberculosis en el momento del diagnóstico, si el resultado de la prueba muestra que tiene una TB latente, es necesario realizar pruebas adicionales para descartar una enfermedad tuberculosa.

La enfermedad tuberculosa se manifiesta con tos persistente que puede producir sangre o esputo, dolor de pecho, fatiga, adelgazamiento, inapetencia, fiebre y sudoración nocturna.

La infección aguda por VIH presenta síntomas similares a los de la gripe.