Industrias Doy presume de "futuro sostenible" en Trubia para celebrar su 75º aniversario

Industrias Doy celebra su 75.º aniversario prometiendo actividad en Trubia para los próximos 20 años. Su fábrica de producción de coque, propiedad del Grupo Roces, invitó este miércoles a diversas autoridades a una visita guiada por sus instalaciones, que incorporan desde hace un año una nueva planta para el aprovechamiento energético y el tratamiento de los humos. Esta adaptación garantiza el futuro de la fábrica ante unas normativas de emisiones cada vez más estrictas y su construcción costó más de 13 millones de euros. "Es una inversión para seguir aquí mucho tiempo", apuntó Bruno Pedregal, director gerente de la planta y encargado de comandar la visita.

Paco Cosmen, director ejecutivo del Grupo Roces, recibió a las autoridades. La representación política estuvo formada por Nieves Roqueñí (consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado de Asturias) y Nacho Cuesta (concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Infraestructuras y Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Oviedo). También asistieron representantes de la FADE; el presidente de la Cámara de Comercio de la capital, Carlos Paniceres y la consejera de Grupo Roces, Eva Roces. Tras conocer a través de un vídeo la historia de una empresa pionera, fundada por una mujer en plena época franquista, tocó ponerse el casco, las gafas y el chaleco para ver la fábrica a pleno rendimiento.

"Han sabido adaptar un sector tradicional como el carboquímico a los nuevos requisitos ambientales", aseguró la consejera Nieves Roqueñí, que no dejó de hace preguntas durante la visita. La fábrica, que mantiene el aspecto industrial del siglo pasado, cuenta actualmente con 94 trabajadores, que garantizan su funcionamiento las 24 horas del día durante todo el año. Importan miles de toneladas de carbón de Estados Unidos, del que extraen el coque, un material que luego exportan a empresas españolas y extranjeras de automoción, obras civiles o aislamiento.

Los asistentes contemplaron el proceso de deshornado de las baterías de coque, que se realiza cada media hora. Después, avanzaron por la nueva instalación hasta la turbina y los depósitos, antes de cerrar la visita en la sala de control, donde una pizarra muestra que no todo son mensajes técnicos y existen instrucciones más simples en la planta como "no tocar botón", "avisar al mando" o "enviar correos".

Con la nueva planta, Doy ha conseguido recortar las emisiones contaminantes de gases SOx y partículas sólidas. Además, se aprovecha del excedente energético que produce para ser autosuficiente y generar una ventaja competitiva en una fábrica que, según sus responsables, está al 65 por ciento de rendimiento. "Es una planta ejemplar, que marca el camino al que nos lleva el futuro con la descarbonización", remató la consejera.