Sencillo y emotivo adiós a Jaime Ríos, "un ingeniero de éxito con un gran corazón"

Familiares y amigos despiden al que fuera director de la fábrica de explosivos de La Manjoya

Familiares y amigos de Jaime Ríos, durante su funeral, ayer, en la iglesia de Los Carmelitas. | Irma Collín

Familiares y amigos de Jaime Ríos, durante su funeral, ayer, en la iglesia de Los Carmelitas. | Irma Collín / V. D.

V. D.

Jaime Ríos, ingeniero de Minas y una de las mayores eminencias que ha tenido España en el mundo de los explosivos, recibió ayer en Oviedo su último adiós. La iglesia de Los Carmelitas, junto al campo de San Francisco, fue el escenario de un funeral sencillo, al que acudieron en torno a un centenar de personas y donde las emociones estuvieron a flor de piel de principio a fin. Los asistentes destacaron del que fuera el último director de la fábrica de explosivos de La Manjoya el éxito que consiguió profesionalmente, aunque todos coincidieron en que detrás de ese ingeniero brillante, había "un gran corazón". Su esposa, la pintora naif ovetense Marisa Norniella, y sus hijas, Covadonga e Inés, agradecieron las numerosas muestras de apoyo recibidas. Jaime Ríos falleció en su Madrid natal el pasado miércoles a causa de un cáncer, aunque su vinculación con Oviedo llevó a la familia a trasladar sus cenizas para celebrar este funeral en la capital asturiana, que trae "muchos recuerdos felices" a la familia.

La misa corrió a cargo de Roberto Gutiérrez, sacerdote titular de la parroquia de Los Carmelitas y duró algo menos de 40 minutos, con varias partes cantadas. En las primeras filas fue difícil contener las lágrimas durante la homilía. Antiguos alumnos y compañeros de Jaime Ríos aún recuerdan sus clases magistrales sobre explosivos en la Escuela de Minas de Oviedo, que impartió durante 50 años. De ahí, la nutrida presencia de miembros de la Escuela, así como del Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España. "Es de las personas más inteligentes que he conocido, pero además era muy gracioso", destacaba un excompañero. El funeral se celebró en el día de Santa Bárbara, que además de patrona de la minería, lo es de los ingenieros que se dedican al armamento. "No creo en la casualidad, creo en la providencia y por eso este funeral se celebra en un día tan especial. Deja atrás una vida de servicio y entrega a los demás, que nos tiene que servir de ejemplo", zanjó el párroco en su discurso, que aprovechó para pedir "un mundo más solidario".

Sencillo y emotivo adiós a Jaime Ríos, "un ingeniero de éxito con un gran corazón"

Jaime Ríos. / LNE