Entrevista | Ana Lena Rivera Escritora, hoy presenta su nueva novela, "La niña del sombrero azul"

"Buscamos referencias femeninas en la ciencia o el deporte, pero nos perdemos las referencias vitales"

"Las mujeres del siglo XX nos trajeron hasta aquí: vivieron todo lo que les tocó, pasaron de todo, penurias y una guerra, sin que les impidiera ser felices, y nos procuraron una vida mejor"

La novelista ovetense Ana Lena Rivera.

La novelista ovetense Ana Lena Rivera. / Grijalbo

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

"La niña del sombrero azul" (Grijalbo) es el título de la nueva novela de Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972). En ella la escritora, de vocación temprana, aunque se estrenó editorialmente ya en la edad madura, sigue el rastro de sus protagonistas a lo largo del siglo XX, apuntalado sus biografías con acontecimientos históricos. Hasta "La niña del sombrero azul", que presentará esta tarde a las 19.30 horas en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en conversación con la escritora sierense Leticia Sierra, llega el eco de su libro anterior libro, "Las herederas de la Singer", todo un éxito de ventas.

–Debutó en la literatura con la novela "Lo que callan los muertos" hace nada, en 2019.

–Miro atrás y me da vértigo. He superado las expectativas, que eran muchas. Mi propósito es que cada libro sea mejor al anterior, que sea algo nuevo, y transmitir un mensaje, recuperar una parte de la historia que está olvidada, de la historia social. Ese es el marco. En este caso lo que me interesa contar es la historia de las mujeres, la generación que vivió en el siglo XX, mujeres que pasaron penurias, escasez, la guerra, de todo, y, pese a todo ello, vivieron con alegría, yendo de romería, cantando, bailando, enamorándose y sacando a los suyos adelante en los peores tiempos y circunstancias. Es muy importante dar voz a estas mujeres y que no se pierda su historia.

–Usted escribía, pero tardó en publicar su primera novela.

–Desde pequeña quería ser escritora, tenía grandes sueños, pero serlo partiendo de cero no es fácil. Empiezas y no sabes cómo te va a ir y económicamente es imposible vivir de la literatura. Mi momento llegó tarde, pero fue el momento en el que tenía que llegar, con 44 años. Yo confiaba en que iba a llegar. Hice cursos de escritura, un máster de novela en la Escuela de Escritores... No quiere decir que así te vaya a ir bien, pero se trata de que la parte técnica, el oficio, te la conozcas al dedillo. Mi ilusión era dedicarme a esto profesionalmente. A mí me parece que ha pasado una eternidad desde entonces, aunque no hace nada, y siento un agradecimiento que me llena.

–"La niña del sombrero azul" está protagonizada por mujeres, ¿es una novela feminista?

–Para nada. Es una crónica social, del siglo XX, desde el punto de vista de las mujeres. Hay personajes femeninos y masculinos. Era un tiempo en el que se daba menos voz a las mujeres, pero eso no quiere decir que no hubiera protagonistas femeninas fuertes, ahí están las de "Fortunata y Jacinta", sin ir más lejos. Tampoco tiene tinte político, aunque la novela está enmarcada en un sinfín de acontecimientos políticos. La novela es políticamente neutra. Lo que me interesa contar es cómo vivían estas mujeres, y esos hombres, la historia de nuestros abuelos.

–¿Historias más domésticas?

–Buscamos referencias femeninas en el campo científico, en el deporte, en la literatura, para ofrecérselas a las niñas y los niños, pero nos perdemos las referencias vitales. Nuestros antepasados son ejemplos de superación, no de resignación. Consiguieron cambiar el mundo y traernos hasta aquí. Aquellas mujeres hicieron heroicidades, y no hay que meterles más épica de la que ya tienen. Ellas son las que nos decían: estudia, no dependas de nadie económicamente, vete a la Universidad... Vivieron lo que les tocó vivir, sin que les impidiera ser felices, y nos procuraron una vida mejor, para sus hijas y sus nietas.

–¿Quién es la niña del sombrero azul? No es la protagonista.

–La protagonista es Manuela, Nace en 1912 y con ella la novela recorre el siglo XX. La niña del sombrero azul es Telva, su hija. En esta novela hay mucho de las historias que yo escuchaba de niña en el taller de costura de mi tía. Me impresionaban lo que contaban de los niños que mandaban en barcos fuera para protegerlos de la guerra, me horrorizaba, sentía pánico. A Telva le toca ir a Rusia, y los niños que fueron a Rusia fueron los que no volvieron, porque los rusos decían que esos niños se los había entregado la República española y solo los devolverían a la República. No sabían que aquello iba a durar 40 años. La protagonista de esta novela, Manuela, está marcada por esa ausencia de la hija. Las madres, los padres, no sabían nada de los niños: ¿estarían vivos?, ¿los querrían? En esta novela, hay mucha amistad entre mujeres, una amistad intensa y entre mujeres que luchan para que sus hijos sobrevivan. Y hay muchas máquinas de coser.

–También muchos escenarios asturianos.

–Aparece la fábrica de sombreros de Gijón, que por trabajar en ella es por lo que Manuela se convierte en sombrerera. La narración comienza en una aldea de Pola de Lena, pero los escenarios asturianos son Oviedo y Gijón, básicamente. Manuela entra a trabajar un verano en la casa de unos marqueses en Somió, y allí conoce a la otra protagonista de la novela, Alexandra. También está Madrid; Jerson, en Ucrania –entonces Rusia–, Cuba… Y todos los temas del siglo XX: violencia de género, emigración, la guerra, el sida, la carrera especial, la guerra fría…

–Le da un buen repaso.

–Soy incapaz de escribir una página sin que pase algo. "La niña del sombrero azul" es una novela lineal, lo que facilita la escritura y la lectura. Es la vida de Manuela, y se va viendo cómo va cambiando la vida y como las protagonistas, sin darse cuenta, van cambiando también. El siglo XX tuvo los cambios más convulsos de la historia: la nevera, la televisión, empezaron escuchando la radio y terminaron mandando SMS por el móvil.

–La novela avanza sostenida por los grandes hitos históricos del siglo.

–Es fácil transportarte a una época cuando te citan un acontecimiento histórico: si muere Freddie Mercury sabemos dónde estamos, o si los personajes van al cine a ver "Sissi", por eso empiezo la narración con el hundimiento del "Titanic". Lo del "Titanic" tiene una segunda intención: la protagonista es la quinta niña que nace en la familia, que vive de una pequeña explotación agrícola y que está esperando el nacimiento de un varón; el nacimiento de Manuela, como el hundimiento del "Titanic", es la gran decepción.

–La novela salió a la venta el 1 de febrero y ahora usted está inmersa en la promoción. ¿Sufre o disfruta de esta etapa?

–Me encanta la promoción, el trabajo del escritor es muy solitario. Es con los editores cuando empiezas a sentir que eres parte de un equipo. Ahora, en las presentaciones, llega gente con la novela leída, es cuando ves si les gusta el tema, si les atrae. Luego, los clubes de lectura, y ahí es cuando la historia empieza a crecer, a cada uno le transporta y le trae un recuerdo diferente, sus vivencias, lo que han vivido o les han contado. Es un viaje por los recuerdos, y cada uno tiene sus propios recuerdos.

–¿Quedan mujeres tan valientes como las que protagonizan "La niña del sombrero azul"? ¿Qué opina usted?

–Cuando estaba escribiendo pensaba qué sería capaz de hacer yo en las situaciones que estaba describiendo. Creo que todos estamos hechos para adaptarnos al medio y que desarrollamos las habilidades que necesitamos para sobrevivir, pero para mí ellas fueron auténticas heroínas, sin ellas no estaríamos aquí. Son nuestra referencia y ahora tenemos que hacer lo que nos toca, y dejar el pabellón bien alto, estar a su altura, para que si nos vieran pudieran sentirse orgullosas.