El club de ajedrez ovetense que sopla 30 velas y hace "jaque mate" a los estereotipos: "Esto ya no es solo de frikis"

El Ciudad Naranco cuenta con más de 150 jugadores en sus filas y sus profesores dan clase a otros 500 en asociaciones, colegios e institutos

Alberto Llaneza, a la izquierda, y su hermano Víctor, también de verde y a la derecha, miran cómo los alumnos soplan las velas del 30.º cumpleaños del Club de Ajedrez Ciudad Naranco.

Alberto Llaneza, a la izquierda, y su hermano Víctor, también de verde y a la derecha, miran cómo los alumnos soplan las velas del 30.º cumpleaños del Club de Ajedrez Ciudad Naranco. / Luisma Murias

Cantaba Gardel en su tango que veinte años no es nada, pero treinta ya son unos cuantos. Ese es el tiempo que lleva funcionando el Club de Ajedrez Ciudad Naranco, que este 2024 celebra su trigésimo cumpleaños y se encuentra en la flor de la vida. A día de hoy, más de 150 personas se pasan cada semana por el centro de tecnificación de la entidad, que permanece abierto desde 2021 en el barrio que le da nombre. Además, los profesores del club enseñan a jugar al ajedrez a otro medio millar de aficionados de cuarenta asociaciones, institutos y colegios de la región. "La verdad es que el interés por este deporte crece cada año; a los niños que empiezan ya no los miran raro ni los tratan de frikis como a nosotros cuando nos iniciamos", explica con gracia Alberto Llaneza, director técnico de una escuela que preside Alberto Sánchez Vergara.

Paradójicamente, fue un vecino de Buenavista el que tuvo la idea de poner en marcha el Club de Ajedrez Ciudad Naranco en el año 1994. No es que Javier Madera renegase de su barrio, bautizó así a la entidad porque su primera sede fue el centro social de esta zona de Oviedo, lugar en el que el club estuvo afincado hasta hace solo tres años. Madera, junto con otros ajedrecistas ovetenses, había empezado a dar clases en colegios y pensó que no era mala idea reclutar a los niños que destacaban para ayudarlos a progresar en un centro avanzado.

Arriba, el niño Timofei Demchenko, con el Gran Maestro Internacional Silvino García. Abajo, varios niños, durante una de las clases. | Luisma Murias

El niño Timofei Demchenko, con el Gran Maestro Internacional Silvino García. / Luisma Murias

Por aquel entonces, Gabino de Lorenzo se sentaba en el sillón de la Alcaldía y decidió apostar por el deporte del tablero. De aquella había "perres" para el ajedrez. "Oviedo fue de las primeras ciudades españolas en ofrecer clases de ajedrez en los colegios de forma sistemática. Eso sirvió para que a finales de los noventa del siglo pasado fuésemos una potencia a nivel escolar en todo el país", señala Llaneza.

Después de Javier Madera también fueron presidentes del club José Ramón Artime y Pablo Martínez, al que relevó en el cargo Alberto Sánchez Vergara. Todos ellos vieron pasar por la entidad a grandes jugadores, niños que en su momento decidieron darle jaque a otros deportes con más arraigo en Oviedo, como el fútbol o el baloncesto, para enrocarse en el ajedrez y convertirse en figuras muy reconocidas. Entre ellos están Marcos Llaneza, que es maestro internacional y cinco veces campeón de España; David Recuero, campeón de Europa sub-18, "top mundial" y, sin duda, uno de los mejores jugadores asturianos de la historia; Lucía Fidalgo, maestra internacional y campeona de España juvenil, o el Gran Maestro Jaime Santos Latasa, que, aunque es leonés, estuvo durante años jugando con el Club de Ajedrez Ciudad Naranco. Fue, asimismo, muy sonado el fichaje de Carlos Suárez, también conocido como "Kaká", porque los ovetenses se las arreglaron para quitárselo a uno de sus eternos rivales, el Grupo Covadonga de Gijón. "Fue el campeón de Asturias más joven de la historia. Aquello fue como cuando el Madrid se trajo al brasileño del Milan", ríe Alberto Llaneza.

El Club de Ajedrez Ciudad Naranco sopla 30 velas

Varios niños, durante una de las clases. / Luisma Murias

El club de Ciudad Naranco suma infinidad de títulos a todos los niveles y organiza un montón de eventos, como el Open Internacional "Ciudad de Oviedo", el Torneo Nacional "Judit Polgár" o el Memorial "Pablo Morán" de ajedrez a la ciega, "el más longevo de España y quizá del mundo".

Entre los jugadores que militan actualmente en el club destaca uno de los más pequeños, Timofei Demchenko, que ha llegado a Oviedo con sus padres desde Rusia hace tan solo un año y ya es subcampeón de España sub-8. Tiene ahora 7 y se dice de él que es un crack. "Lo más importante es que me divierto mucho viniendo al club y que aquí hago amigos", cuenta Timofei.

Entre los profesores también hay jugadores de la talla de Silvino García Martínez, un Gran Maestro Internacional cubano con una historia de película que ahora vive en Ciudad Naranco junto a su mujer y da clases a niños en un club situado a un par de cientos de metros de su casa. García, una auténtica institución en Cuba, amigo y rival del Che Guevara y Fidel Castro en partidas ocasionales, fue cuatro veces ganador del Campeonato de Cuba de ajedrez –1968, 1970, 1973 y 1979– y participó en diez Olimpiadas de este deporte, entre otros muchos logros. Se enfrentó a pesos pesados de la talla de Karpov, Kasparov, Tigrán Petrosián, Borís Spaski, y llegó a codearse con el icónico Bobby Fischer, pero ahora enseña a los más pequeños a mover correctamente las piezas. Silvino García sabe que el Ciudad Naranco tiene mucho futuro y que no se quedará en los treinta. "El Che lo decía siempre y yo pienso lo mismo: difundir el ajedrez es la verdadera victoria para los que nos gusta. Aquí, en el club de Oviedo, por ejemplo, hay niños que van a darle a Asturias su primer gran maestro de ajedrez", pronostica.

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