Entrevista | Víctor Coyote Estrena SACO el viernes poniendo música a "El crack"

"Una de las virtudes de ‘El crack’ es que no pretende ser una película de Bogart"

"Le damos un ambiente un poco extraño a la película; el cine también ha ampliado su espectro y ahora las cosas de Lynch no parecen tan raras"

Víctor Coyote.

Víctor Coyote. / Antonio Alay

Chus Neira

Chus Neira

Víctor Coyote (Tuy, 1958) ha sido y sigue siendo un auténtico artista multidisciplinar. Por muy sobado que resulte el término, en el universo Coyote cabe su música, con banda y en solitario, escenarios y el cine, ilustración o pintura. No resulta raro, pues, que ahora se haya metido, con el músico Javi Álvarez, a ponerle música en directo a "El crack", clásico del cine negro patrio que Garci filmó en 1981 con un magistral Alfredo Landa. Ese cine concierto, este viernes a las ocho de la tarde en el Campoamor (invitaciones gratuitas disponibles a partir de hoy en taquilla y webs), será, además, la inauguración de la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO), que llega a su décima edición.

–¿Cómo llega a "El crack"?

–Me llamaron de un festival y me pareció bien. "El crack" es cine de los ochenta pero no mucho, y fue, entre comillas, la primera película seria que hacía Alfredo Landa. Había habido cine policiaco español antes, pero desde una perspectiva diferente. Y así me puse a trabajar con Javi Álvarez, de "Fluzo" y "Dúo Cobra", que normalmente trabaja desde un lado más electrónico.

–¿Ya habían estado juntos?

–Algo que era todo lo contrario. Estuvo de técnico en la grabación de la serie "Poquita fe", y aquí nos apeteció trabajar en algo no tan acústico, más así.

–¿Método?

–Vimos la peli. Teníamos unas líneas, música incidental y alguna canción mía. Se trata casi de acercarme yo a "El xrack". El planteamiento es mantener la narrativa y los diálogos de la película, la parte vocal se amolda a la película y lo que se ve en pantalla.

–¿Qué tal fue el estreno?

–Lo hicimos en Zaragoza hace quince días y esta de Oviedo será la segunda vez. La premier, muy bien. No se trata de hacer la película más moderna, ni de modernizar la banda sonora, sino de poner música a la película desde otro punto de vista. La música que había antes estaba más metida en algo más clásico, y como yo tengo tendencia a tirar hacia lo latino, sudamericano, hispano... A veces ese contraste incluso funciona. Por otra parte, es una película española, y aunque van a Nueva York no pretende ser una historia de gánsters.

–¿Qué le ha parecido ahora al volver a verla y trabajarla?

–Siempre me pareció que estaba muy bien. Una de sus virtudes es que no pretende ser una película de Bogart. Eso lo sigue teniendo. Y aunque el cine ha cambiado bastante, en cuanto a trepidación, a acostumbrarnos a digerir imágenes veloces, la película aguanta muy bien. Hemos intentado darle un ambiente un poco más extraño que, bueno, también el cine ha ampliado su espectro artístico y nos hemos acostumbrado a otros grados de extrañeza. A la gente ya no le parecen tan raras las cosas de Lynch.

–Para un inquieto como usted esto será un caramelo.

–Una batalla más, estoy contento. A mí me gusta mucho meterme en cosas en las que no me haya metido, aunque no sea del todo novedad. Todo lo que tenga un poco de movimiento y te saque de lo que haces normalmente está bien. Aunque yo no tengo una carrera muy uniforme. No hago siempre la misma actividad. Ahora estoy con una exposición de acuarelas en León. Pero estoy encantado. Poner música a una película, con canciones tuyas, al requiebro de dónde entra bien la música, siempre es interesante.

–¿Hubiera casado su música con alguna comedia landista?

–No me gustan especialmente. Además, nunca he tenido esa vena. Me gusta el humor y está en mis canciones porque el humor está en la vida. Y si una película no tiene humor no refleja la vida. Los "Talking Heads" tienen humor, pero "Los Mojinos" son un grupo humorístico. A mí el humor me gusta cuando está mezclado.

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