Este es el bloque de pisos más altos de Oviedo y Unicaja lo ha puesto en venta

La entidad oferta 25 viviendas de cien metros del emblemático edificio construido en 1961, con precios de entre 108.000 y 130.000 euros

Peatones cruzan la calle con la torre de Teatinos al fondo.

Peatones cruzan la calle con la torre de Teatinos al fondo. / Miki López

La torre de Teatinos, el edificio diseñado por el arquitecto Julio Galán que en 1961 desbancó a La Jirafa como el bloque de pisos más alto de Oviedo, sale a la venta. Unicaja, entidad propietaria del emblemático inmueble, acaba de poner en el mercado inmobiliario 25 de los 40 pisos de unos cien metros cuadrados que conforman la torre. La inmobiliaria ha recibido ya "un aluvión de llamadas" para interesarse por unas viviendas cuyos precios oscilan entre los 108.000 y los 130.000 euros. Los otros quince pisos del complejo están ocupados por inquilinos en régimen de alquiler, aunque no se descarta que sean vendidos una vez que expiren sus contratos de arrendamiento, pues la entidad bancaria busca deshacerse de estos activos heredados tras absorber a la extinta Cajastur.

Cada uno de los pisos puestos a la venta cuenta con tres habitaciones, dos baños y otros espacios comunes, además de una terraza con vistas al exterior. El edificio, como parece obvio, cuenta con ascensor para acceder a sus veinte plantas, aunque tiene barreras arquitectónicas en el portal, que se pueden sortear con un salvaescaleras mecánico. Las ofertas destacan entre los puntos fuertes el sistema de calefacción central del bloque, pero también admiten que las viviendas precisan de reformas tras más de seis largas décadas de vida útil.

Los pisos más caros se sitúan en la parte alta del inmueble. Hacerse con uno de los situados en la vigésima planta conlleva un desembolso de 130.000 euros. Los más asequibles se ubican a los pies de la torre, siendo ofertadas por 108.200 euros las dos viviendas de la primera planta.

Además de los 25 pisos de la torre, Unicaja ha puesto a la venta cuatro pisos vacíos de los dos bloques anexos de cuatro alturas asociados a la misma. A estos dos bloques se accede por portales que dan a las calles Bermúdez de Castro y Aureliano San Román. La mayoría siguen ocupados por inquilinos a pesar de que los mismos carecen de ascensor.

Fuentes del sector inmobiliario consultadas encuadran esta operación en el interés de la entidad propietaria de deshacerse de unos activos muy devaluados por su avanzado deterioro. No obstante, consideran que su situación céntrica, unido al atractivo de vivir en el edificio civil más próximo al cielo de toda la ciudad puede ser un imán para personas interesadas en reformar los apartamentos y darles una segunda vida.

La torre de Teatinos tiene 66,8 metros de altura, justo dos metros más que La Jirafa, la otra gran torre residencial construida en Oviedo en 1952. En la capital asturiana, solo la antena del pirulí del edificio de Telefónica en Llamaquique, con 78 metros, el Calatrava (75,8 metros) y la Catedral (69,8 metros) están más cerca del cielo que el inmueble situado junto a la plaza de las Palomas.

La torre se convirtió tras su inauguración en 1961 en la puerta de entrada desde el norte y en la edificación de viviendas más alta de Oviedo. Fue una de las obras maestras de Julio Galán Gómez, autor del diseño de otros edificios emblemáticos de la ciudad como la sede del Colegio de Médicos, en la plaza de América, o el edificio de la Caja de Ahorros de la plaza de la Escandalera.

Galán diseñó en Teatinos una construcción de tres prismas de distintas alturas (la torre y los dos edificios anexos), levantados sobre un zócalo abierto de pilares en la planta baja que ocupa toda la parcela. Los arquitectos se refieren a la torre como un edificio resuelto con un lenguaje sobrio y sencillo en todos los cuerpos por igual, lo cual le da homogeneidad al conjunto a través de las líneas de forjados llevadas a fachada que unen a los tres volúmenes en uno.

Las vistas, un reclamo

Los primeros carteles anunciando la venta de los pisos aparecieron en el escaparate de una céntrica inmobiliaria de la ciudad. "Aunque hacemos ofertas por separado la intención de los dueños es vender toda la torre", comentaron los vendedores a las numerosas personas que en apenas dos semanas se pasaron a ver los pisos. "Las vistas desde lo alto de la torre son un reclamo, pero la inversión para poner los pisos al día echa a muchos para atrás", explican fuentes conocedoras del estado de las viviendas.

De momento no consta que Unicaja haya conseguido vender ninguno de los 25 pisos puestos en el mercado. No obstante, las ofertas empiezan a correr como la pólvora, tanto en Teatinos como en varios barrios colindantes. El teléfono de la inmobiliaria no deja de sonar, las agendas para visitar los pisos se llenan. Mucha gente fantasea con vivir en los pisos más altos de la ciudad, pero de momento ninguno se anima a poner los cuartos.

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