Del reflejo dorado de los 90 a la presidencia: la nueva vida de los exoviedistas Stojkovski y Tomic

Vivieron el último Oviedo en Primera y ahora ejercen como presidentes de pequeños clubes I El macedonio preside el FC Pelister y el serbio dirige un humilde equipo de cantera

Stojkovski

Stojkovski / LNE

Nacho Azparren

Nacho Azparren

A Mitko Stojkovski (Bitola, Macedonia, 1972) lo encuentra el Oviedo en el fútbol de Los Balcanes, allá por mediados de los 90, cuando la zona era su vivero de futbolistas. A Djurdje Tomic (Zemun, Serbia, 1972) le une la procedencia geográfica, aunque en su caso fue una apuesta decidida de Radomir Antic a comienzos del siglo XXI. Ambos disfrutaron del último Oviedo en Primera, el que en la década de los 90 se codeaba con la jet set de la Liga y se reservaba el comodín de darles algunos sustos a los grandes. Por ejemplo, Stojkovski ganó en el Bernabéu y Tomic, en el Camp Nou.

Aquellos episodios al calor del Tartiere, de dos estadios diferentes, les ha seguido una vida unida al fútbol. Ahora, a sus 50 años, los dos ocupan la presidencia de dos equipos especiales para ellos. Es la nueva vida de dos futbolistas que observaron el brillo del último Oviedo en la élite.

Máximos mandatarios

A Stojkovski el cargo le cayó encima apenas hace tres meses. «Fue el alcalde la ciudad el que me propuso entrar. Y me gustó el proyecto. La ciudad es propietaria del club y buscaban futbolistas en una directiva en la que también hay miembros del sector de los negocios», explica el que fuera lateral azul. Así que en enero se convirtió en el presidente del FC Pelister Bitola macedonio. 

En realidad, Mitko nunca se alejó del balón. Antes, entre 2005 y 2008, había actuado como director deportivo del club. El Pelister es un histórico en Macedonia que no pasa por sus mejores momentos: pelea por regresar a Primera. Es, como muchos clubes de la zona, un equipo enfocado a la cantera: cuenta con más de 400 niños de entre 7 y 18 años. «Los chavales cada vez salen más pronto de Macedonia para jugar, pero primero hay que formarse», señala.

El club que preside Tomic es algo más humilde. Es el FK Srem Jakovo, el equipo de toda su vida, al que acude en su ayuda cada vez que le necesitan. «No quería ser el presidente, pero me lo pidieron y no puedo decirles que no», explica. Juega a 15 kilómetros de Belgrado, donde él reside, y compite en la quinta categoría serbia, algo así como la Tercera asturiana.

Tomic

Tomic / LNE

El Srem Jakovo es también un club de cantera. Cuenta con unos 80 chavales en sus cuatro categorías, además del primer equipo, que se entrenan en un humilde pero coqueto estadio de césped natural con capacidad para dos mil personas. «Es un club sin presión, que trata de formar. Aquí es donde me inicié y es un orgullo echarles una mano», resume Tomic.

De los tres centrales de Brzic al juego de Lillo

Stojkovski, un lateral o central, era fuerte en la marca y rápido. Militó dos temporadas y media en el Oviedo, que se impuso a la Sampdoria en su fichaje. Fue importante con Brzic en la 95/96, siguió con protagonismo en la 96/97 y salió en el mercado de invierno de la 97/98 cuando no jugaba por el cupo de extranjeros. «Oviedo es una ciudad preciosa, guardo un gran recuerdo. Pero el clima es muy diferente al que estaba acostumbrado. Tanto a mi familia como a mí nos costó adaptarnos», cuenta.

Stojkovski celebra un gol ante el Sporting.

Stojkovski celebra un gol ante el Sporting. / JESUS FARPON; /LNE

El macedonio analiza su paso por el club azul. Con Brzic: «Sus entrenamientos eran muy duros, pero el equipo estuvo bastante bien físicamente ese año. Jugábamos con un 3-5-2 que era diferente de los otros equipos en Primera. Por eso, muchos tuvieron problemas jugando contra nosotros». Después llegó Lillo: «Tenía un estilo de juego completamente distinto. Al principio, el equipo respondió bien a las ideas tácticas del entrenador. En esa temporada tuvimos muchos altibajos, en la segunda vuelta tuvimos una mala racha y despidieron a Lillo. Pero al final terminamos quedándonos en Primera». Mitko recuerda que «aquel Oviedo tenía futbolistas de la talla de Jerkan, Onopko, Dubovsky… Y españoles como Oli, Armando, Carlos, Rivas, Mora…Y cita los choques que mejor poso le dejaron: «Las victorias contra el Sporting en casa y fuera, el 2-3 en el Santiago Bernabéu, el 1-4 contra el Deportivo y el 2-3 en Bilbao». Y añade: «El Tartiere era pequeño, pero con un ambiente muy caliente. Siempre nos apoyaba».

Tomic: feliz a pesar de los resultados

Tomic aterrizó en el Oviedo en un verano de contrastes, el de 2000. El oviedismo lloraba la muerte de Dubovsky y se mudaba, con ilusión contenida, al nuevo Carlos Tartiere. A Tomic le tocó cubrir la ausencia del eslovaco más querido. 

Tomic, ante Figo.

Tomic, ante Figo. / OSCAR MORENO

El serbio hace gala de una memoria prodigiosa cuando repasa su carrera en Oviedo. Por ejemplo, se le menciona su gol de falta ante el Málaga, un zurdazo agónico que le dio el triunfo a los de Antic 3-2 y se lanza a enumerar los jugadores de los andaluces: «Tenían a Dely, a Darío Silva, Rufete, De los Santos, Movilla, aquel portugués que jugaba tan bien en la izquierda (Agostinho)… ». 

«Me duele mucho recordar aquella temporada. Era un buen equipo, Eugenio Prieto cuidaba cada detalle, salieron muchos chicos de la cantera… Pero no tuvimos suerte», analiza. «El día de Osasuna fue clave», dice en referencia a aquel choque aciago en el que el Oviedo se dejó remontar un 2-0 en el que fue para muchos el inicio del desastre: «Lo perdimos nosotros». Y está, por supuesto, el contubernio vasco navarro, ante el que el serbio prefiere morderse la lengua.

Tomic aguantó otra temporada, ya en Segunda, pero ya no era lo mismo. Se fue al final de su segunda campaña perdonando dinero. «Aunque no salió bien deportivamente, Oviedo es un pasaje que nunca olvidaré. Disfruté allí, pero creo que con un poco más de suerte podría a ver sido aún más bonito», defiende. Y acaba con el futbolista que más le impresionó de los que vistieron la azul: «Onopko. Era muy completo. Tenía calidad y defendía muy fuerte, con carácter… Marcaba con la derecha, con la zurda, de cabeza… Podría haber jugado en el Madrid o en el Barça».

Seguidores azules en la distancia

Otro aspecto en el que coinciden: desean ver al Oviedo pronto en la categoría que ellos conocieron. «Desde que me fui no dejé de estar pendiente. Ahora trato de seguirlo en Segunda, pero no es sencillo subir. Ojalá vuelva pronto a Primera, que es donde merece estar», señala Stojkovski. «Lo sigo, sí. Vi algún partido este año, como el de la Copa ante el Atleti. Me gustó mucho Viti. Ojalá pueda volver pronto porque quiero enseñarles a mis hijos Oviedo», cierra Tomic.