La historia oviedista de Arsenio Iglesias: "Como futbolista ya concebía muy bien el fútbol"

Lo suyo fue hacer equilibrios. Entre brasileños que empezaban a despuntar en España y un grupo gregario con espíritu trabajador. Su Dépor sumó la magia de Bebeto y la clase de Fran a futbolistas con menos pedigrí como Ribera o Albístegui. La suma de fuerzas bajo su sabia batuta dio como resultado el irrepetible "SuperDépor", un equipo que surgió desde abajo para discutir de tú a tú con los grandes. El equipo que hizo llorar a España por un penalti fallado en el último minuto y que encontró consuelo poco después en la Copa. Arsenio Iglesias, el entrenador de aquel conjunto, falleció ayer en La Coruña a los 92 años. El mundo del fútbol está de luto por la pérdida de una figura irrepetible.

Pero antes de su espléndida etapa en los banquillos, la que le llevó a dirigir al Real Madrid en la segunda vuelta de la temporada 1995/96 tras el despido de Valdano, hubo un Arsenio futbolista que hizo carrera en Primera División y que dejó destellos de calidad en el Oviedo.

"Era un extremo técnicamente muy bueno, de los que siempre deja detalles. Llegó al Oviedo ya como veterano, pero se le veía que tenía mucha calidad". José María García Lavilla compartió con el gallego vestuario en aquellas dos campañas, 63/64 y 64/65, ambas con el equipo azul disputando la máxima categoría, aunque en la segunda acabó en descenso.

Arsenio contaba con 33 años cuando fichó por el Oviedo tras una dilatada carrera en los ataques de Deportivo de la Coruña, Sevilla y Granada. José María, con 21, estaba ya asentado en el equipo, en sus últimas dos campañas como azul antes de fichar por el Espanyol, club con el que se convertiría en leyenda.

El internacional recuerda nítidamente cómo era Arsenio: "Una persona excelente en todos los sentidos. Sencillo, agradable y que tenía una forma de hablar tan pausada que daba gusto oírle". Doce años separaban a ambos. Por eso, José María trataba de aprender del gallego. "Me llamaba la atención que ya por entonces, todavía como futbolista, veía muy bien el fútbol, lo concebía muy bien y lo explicaba aún mejor. Era como si ya se estuviera preparando para ser entrenador", recuerda el histórico atacante del Oviedo.

Arsenio Iglesias disputaría 41 partidos con el conjunto azul en aquellas dos campañas, en las que anotó 9 dianas. "Lamentamos el fallecimiento de Arsenio Iglesias, exjugador azul durante las temporadas 63/64 y 64/65", publicó el Oviedo en su cuenta de Twitter.

Iglesias nació en Arteixo el 24 de diciembre de 1930, comenzó a practicar el fútbol hasta que en la 1951-52 debutó como profesional en el Deportivo de La Coruña. Pasó por Sevilla y Granada antes de jugar en el Oviedo, su último equipo en Primera, aunque después siguió con su carrera en el Albacete, entonces en Tercera.

Su carrera en los banquillos fue aún más exitosa. Su primer banquillo fue el Fabril Deportivo, filial coruñés. En 1970 sustituyó a Roque Olsen en el primer equipo, entonces en Segunda División, y logró el ascenso a Primera. Entre 1971 y 1982 entrenó a varios equipos, pero su regreso a Coruña lanzó su carrera. En el 91 volvió a subir y empezó la etapa de oro del "SuperDépor": Estuvo presente en competiciones europeas, fue dos veces subcampeón de Liga (1993/94 y 1994/95) y conquistó la Copa del Rey de 1995, el primer título en la historia del club. Para el recuerdo quedó el penalti fallado por Djukic contra el Valencia, en los minutos finales del último partido de la temporada 1993-94 , que privó al Dépor de su primera Liga, que fue a parar a Barcelona.

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