Un punto y algunas cosas buenas: el empate ante el Racing de Ferrol también dejó detalles positivos del Real Oviedo

Que el Oviedo ha comenzado la temporada algo espeso, sin juego y sin resultados, es algo que pueden refrendar todos los que vieron los dos primeros partidos de los azules y que ni siquiera el entrenador, Álvaro Cervera, niega. Lo mejor del empate a 1 el domingo en el Tartiere ante el Racing de Ferrol fue lo que no tuvo que ver con el propio partido: el homenaje a Cazorla tras fichar por el Oviedo, los más de 17.000 espectadores que acudieron al Carlos Tartiere o la elegancia de Cristóbal Párralo, exjugador del Oviedo que dio una lección en su rueda de prensa, sin quejas al árbitro por la expulsión de Delmás en el primer tiempo y deseando lo mejor a un equipo que le dejó una huella profunda.

Lo que hicieron los dos equipos fue poco edificante, especialmente el Oviedo, al que se exigía más por jugar en casa y por el mal comienzo que tuvo con su derrota en Tenerife. Sin fluidez, sin ocasiones, con algunos errores groseros, el equipo de Cervera hizo que sonara cierto murmullo de desaprobación en la grada en ciertos momentos. Pero no todo fue malo en el partido. Algunos jugadores dejaron detalles interesantes y demostraron que pueden aportar cosas al conjunto. Si este Oviedo es capaz de encajar todas esas individuales en un grupo cohesionado habrá dado un paso de gigante para ser uno de los equipos importantes de esta temporada en Segunda División.

Romario Ibarra, un jugador diferente. El extremo ecuatoriano fue quizás el mejor del Oviedo en la primera parte, siendo uno de los que más peligró generó en ataque cuando entró en contacto con el balón El jugador, además, demostró que ha entendido que para jugar con Cervera tiene que esforzarse en las dos dirección y se le vio también echando una mano en labores defensivas. El partido se le hizo largo, se fue diluyendo y en la segunda parte fue sustituido, pero la primera parte que realizó invita a ser optimistas con este jugador.

Mario Hernández aprovecha su ocasión. Otro que salió bien parado de este partido fue Mario Hermoso, el nuevo lateral derecho del Oviedo, que ocupó el puesto de titular por la lesión de Lucas Ahijado y que rindió a gran altura. El defensa se coordinó bien con Viti y por ese lado, el derecho, llegaron la mayoría de las jugadas de ataque del equipo azul, incluida la del gol del empate en el inicio de la segunda parte. En muchas ocasiones, por el recorrido de Viti, Mario Hermoso se fue al centro y cuando le tocó centrar lo hizo con bastante precisión.

Camarasa vuelve a marcar. Uno de los jugadores importantes en este Oviedo es Víctor Camarasa, un futbolista que ha disputado 140 partidos en Primera División, que ha jugador en la Premier League inglesa y que puede marcar la diferencia en el centro del campo azul. Que marcara su primer gol en cuatro años es un detalle importante, de los que dan confianza a un futbolista. Lo hizo tocando el balón con suavidad para colarlo por el lugar preciso. A pesar de su larga sequía, Camarasa era un jugador que acostumbraba a aportar algunas fotos todas las temporada. De hecho, en la temporada 2018-19, la última en la que marcó, hizo cinco para el Cardiff en la Premier League.

David Costas, jerarquía para subir el balón. Pero si hubo un jugador destacado en el Oviedo ese fue sin duda el central David Costas, sin errores en defensa y con personalidad para subir el balón y aprovechar el espacio que dejó un Racing de Ferrol con diez y algo echado atrás en los últimos minutos del duelo. El gallego tuvo mucho tiempo el balón en los pies y se equivocó muy poco con él, algo muy importante para el equipo de Álvaro Cervera.

Alemão, un delantero que le pega muy duro al balón. En sustitución de Romario entró Alemão para sumar piezas al ataque del Oviedo, que perseguía la victoria ante el Racing de Ferrol. El ariete brasileño no tuvo muchas opciones de marcar, pero en las pocas que tuvo fue valiente y lo intentó. La poca claridad que tuvo el equipo azul para pisar el área rival provocó que apenas tuviera opciones de marcar, pero en las dos ocasiones que tuvo de disparar lo hizo sin miedo y con una potencia que sonó en el Tartiere. Fue solo un aperitivo de otro jugador que ha de ser importante.

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