El bisturí del Oviedo: el equipo ya compite, ahora solo falta que gane

El conjunto azul recuperó ante el Levante la identidad que quiere Cervera y levanta la cabeza

Bastón intenta hacerse con el balón bajo la presión de Postigo, capitán del Levante. | Área 11

Bastón intenta hacerse con el balón bajo la presión de Postigo, capitán del Levante. | Área 11

Xuan Fernández

Xuan Fernández

El Oviedo por fin fue Cerverista y esa es la mejor noticia para el respetable azul. Cabreo –con razón– carbayón al margen por un arbitraje para llorar, los del Almirante sumaron un puntín (1-1) que duele por escaso, pero que puede acabar siendo valioso en una competición tan exigente. A largo plazo, lo importante es que los pupilos de Cervera se reencontraron con la identidad pasada. Bien. Falta hacía. La semana fue de diván tras un pésimo inicio que ya empezaba a mosquear y tuvo sus frutos en Valencia ante uno de los gallitos, que con una propuesta a priori más atractiva fue inferior a los azules y tampoco inquietó más de la cuenta con uno más. Conclusión: se puede tener una propuesta más defensiva y no ser cobarde. La expulsión de Colombatto fue decisiva. Hasta ese momento, el Oviedo lo tenía controlado. La versión de ayer, analizada en frío y polémicas al margen, es en realidad lo que se espera exactamente del equipo azul –y del entrenador– este curso. Una propuesta que no pierda ni una pizca de la identidad que da el entrenador, pero que sea capaz de mejorar en lo ofensivo con las vitaminas que ha mandado México. Algo así se vio, con Colombatto de líder en el centro del campo, Viti a la carrera y Bastón de rematador. Falta mucho por pulir y hay muchos puntos que ya no volverán, pero el Oviedo de ayer muestra el camino. El Almirante tenía razón. Hay luz al final del túnel y el Oviedo ya compite. Ahora solo falta que gane.

El momento en el que empujan a Masca. | Retransmisión de Movistar

El momento en el que empujan a Masca. | Retransmisión de Movistar

La polémica

El Oviedo acabó muy enfadado por el arbitraje de Milla Alvéndiz en Valencia. La expulsión de Colombatto, rigurosa para la plantilla, ya caldeó los ánimos y el posible penalti a Masca, por un empujón de Álex Muñoz, acabó por prender la mecha. El VAR no intervino y el cabreo en el Oviedo es de aúpa, aunque se lleva en silencio. Cervera no quiso hablar más de la cuenta, por si las moscas. Otra cosa es lo que pasa en México. Jesús Martínez, presidente del León, peso pesado de Pachuca e hijo del máximo accionista azul, no ocultó su enfado. "Vaya robo", escribió en sus redes sociales. Bastón también hizo ver su malestar, aunque con más mimo: "Nos pareció penalti claro".

Cervera, ayer. | Área 11

Cervera, ayer. | Área 11

Bastón reaparece

Viejo rockero nunca muere. Con la presión encima tras la lesión de Alemão y una mala racha que pesaba –no anotaba desde diciembre, en el derbi ante el Sporting–, Borja Bastón resurgió. El capitán azul perforó la red de la portería del Levante. Su gol valió un punto valioso en un campo muy exigente. El ariete estuvo fresco, aportando incluso lejos del área. Estuvo muy cerca de anotar un doblete: otro remate suyo en la primera parte acabó en el poste. Bastón, que tendrá protagonismo mientras Alemão se recupera, quiere estar de vuelta.

La historia se repite

Para desgracia del Oviedo, la historia parece repetirse. Centrocampista talentoso que debuta de azul, expulsión al canto. Hace una semana, en Burgos, Seoane se estrenó con la camiseta del Oviedo y fue expulsado en la primera parte. Ayer ante el Levante fue el turno de Colombatto. Ambos se fueron a la calle por doble amarilla tras hacer faltas. Para el club, las dos expulsiones son rigurosas.

Hay quien en el club incluso intenta sacar el lado positivo: "Al menos no expulsaron a los dos en el mismo partido". De momento, el Oviedo ha acabado con un futbolista menos en la mitad de los partidos que van de Liga. Hasta su expulsión, Colombatto fue ayer uno de los destacados en el Oviedo. Ahora, si no llega el derbi – a ver ese recurso–, Seoane podría sustituirle en el próximo partido.

Cambio de dibujo

Habrá que ver que sucede cuando todos estén disponibles, pero tiene pinta que el cambio de sistema en el Oviedo, de cuatro a cinco defensas, ha llegado para quedarse. Cervera, fiel a sus ideas, decidió ayer no enrocarse y optó por pequeños cambios que se demostraron acertados. El equipo azul tuvo más defensas, pero atacó con mucho más criterio ante el Levante. En ninguno de los partidos anteriores tuvo tantas ocasiones. Además del gol, dos palos. Este nuevo sistema benefició sobre todo a Viti, el más destacado ayer, que dejó un derroche físico en la derecha y fue el que creó más peligro. A ver que prepara el Almirante para el derbi, pero costará que vuelva a modificar el sistema.

Suscríbete para seguir leyendo