Oli, un jugador al que Lopera se lo dio "todo: "Gracias a él jugué UEFA y tengo un sentimiento bético que te cagas"

El exjugador del Oviedo y del Betis recuerda al expresidente del Betis con cariño: "Siempre me dio la sensación de que nos trató como si fuésemos sus hijos"

Oli observa el partido delante de su banquillo, en Miramar

Oli observa el partido delante de su banquillo, en Miramar / MARA VILLAMUZA

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

"Lopera hizo un gran desembolso por mí y me hizo jugar la UEFA, siempre se lo agradeceré". Son palabras de Oli, ex jugador del Oviedo y del Betis, al que en 1997, el ex presidente bético alistó en sus filas tras aportar una gran suma de dinero con el firme objetivo de reforzar su ataque.

Lo dice hoy tras enterarse de que Manuel Ruiz de Lopera ha fallecido a la edad de 79 años. El que fuera máximo accionista del Betis durante casi dos décadas y expresidente del club entre 1992 y 2010, ha perdido la vida esta madrugada en su domicilio de Sevilla.

Había salido hace unos días de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Santa Isabel de Sevilla como consecuencia de unos problemas digestivos derivados de una diverticulitis.

"Siempre tuve una relación extraordinaria con él. Era un personaje peculiar en todo, tenía una gracia especial. Era uno de esos prsidentes que no volverán: estaba ahí si necesitabas cualquier cosa, incluso si nuestras mujeres tenían algún problema. Era un tipo que hasta día de hoy seguía felicitándonos el cumpleaños", asegura Oli.

"Siempre me dio la sensación de que nos trató como si fuésemos sus hijos. Preocupado de los detalles, siempre se encargó de todo en el club, hasta el mínimo detalle. Cuando marché de Oviedo era la primera vez que salía de mi casa y me acogió de una manera extraordinaria. Cuando tenía que tener mano dura la tenía, pero nunca me faltó de nada. Hasta me buscó una casa para que estuviera cómodo, que ahora es de lo más normal, pero de aquella nos teníamos que buscar la vida", dice el exjugador, que ya conocía el estado del expresidente: "Sabía que estaba delicado y que podría pasar en cualquier momento. Es una pena porque era una gran persona, nunca le estaré lo suficientemente agradecido y gracias a él, tengo un sentimiento bético que te cagas", agrega.