Una peluquería de Lugones se especializa en cortes de pelo a niños con autismo

David Álvarez usa pictogramas que muestran a los menores el proceso que se va a seguir para que la experiencia no les resulte traumática

Una peluquería de Lugones se especializa en cortes de pelo a niños con autismo

Lucía Rodríguez

Lucía Rodríguez

Para las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) acudir a la peluquería, aunque solo sea para realizarse un sencillo corte de pelo, no es una tarea fácil. Las máquinas y los secadores hacen ruido, el profesional tiene que mantener con ellos contacto físico y, a menudo, reciben una serie de órdenes. Aspectos que no suelen gustarles y pueden convertir el proceso en una experiencia, cuando menos, desagradable. Pedro tiene cinco años, es autista y desde hace un año acude a la peluquería Valdés Barber Company, de Lugones, a cortarse el pelo. "Tanto para él, como para mí, venir a cortarle el pelo es toda una odisea", explica su madre, Esther Fernández. Ella es la responsable de que, desde este jueves, el salón cuente con una serie de pictogramas que anticipan, no solo a Pedro, sino a otros niños de su misma condición, todo el proceso por el que van a pasar. Y eso lo hace todo más sencillo y agradable.

"Cuando acudí por primera vez a la peluquería, David Álvarez, su responsable, me preguntó qué podía hacer para que la experiencia fuera menos traumática para Pedro. Con una empatía enorme, me pidió que le dijera abiertamente qué había que hacer para que todo fuera más fácil", recuerda Fernández. La mujer, que trabaja activamente en un grupo de autoayuda para padres en la Asociación Nora, se puso en contacto con los especialistas del colectivo para que les dieran algunas recomendaciones. "Llegamos a la conclusión de que lo mejor era utilizar pictogramas, a través de los cuales, con imágenes, viene muy bien para anticiparse, para que hagan peticiones o, incluso, demuestren sentimientos".

Hace casi siete años que David Álvarez abrió las puertas de su local en Lugones y, a lo largo de ese tiempo, son muchos los niños con trastorno autista que han pasado y que siguen acudiendo a su peluquería. Así que cuando Esther Fernández le hizo la propuesta, no lo dudó ni un instante. "Me pareció muy bien porque cuando atiendes a estos niños, aunque siempre intentas hacerlo lo mejor que puedes, a veces no es suficiente", afirma.

A través de la Asociación Nora se dieron una serie de pautas para que el proceso fuera más sencillo, tanto para el cliente como para el profesional. "Solemos darles cita a horas donde no haya mucha gente, bajar la música o, incluso, apagarla, y utilizar las máquinas menos ruidosas para que no se asusten", señala el peluquero. Antes, el único recurso que tenían era "tirar de tablet para que ellos estuvieran más tranquilos", añade.

Patricia Vázquez trae a su hijo Nel a Valdés Barber Company desde que el niño tenía cuatro meses. "La verdad que para él es más fácil porque el nivel de autismo que tiene es más leve y lleva viniendo desde que era muy pequeño", indica. Sin embargo, como madre que vive la experiencia en primera persona, califica la iniciativa como "excepcional". "Para ellos, el hecho de tener un apoyo visual como es el del pictograma, les da mucha tranquilidad", asegura.

Esther Fernández, David Álvarez y Patricia Vázquez, de la mano de la Asociación Nora, son solo el principio de lo que definen como "un largo camino". Y tienen la esperanza de que esta iniciativa que comienza en la peluquería, se extienda a otro tipo de negocios: "Favorecería mucho su independencia y autonomía", resumen.