El Paragües

Secuelas

Vicente A. Montes Álvarez

Vicente A. Montes Álvarez

Salvo por la necesidad de uso de mascarillas en centros sanitarios y farmacias, apenas se ven vestigios de la pandemia. Aunque siguen produciéndose contagios tenemos la percepción de que la situación respecto a este virus se ha normalizado. No existe un protocolo rígido y las personas afectadas suelen tener una sintomatología similar a una gripe o un resfriado, pero el bicho ha dejado huella. Los procedimientos de atención al público siguen ejecutándose casi como en pandemia aunque se esté en "normalidad".

En la panadería donde habitualmente compro, la gente hace cola en la calle y a veces es bien larga, dentro solo una persona, aunque llueva. En nuestro Ayuntamiento, para acudir al registro, sigue siendo necesaria una cita previa. Los centros de salud tienen una lentificación en la atención que es escandalosa. Las gestiones ante ciertos organismos públicos, caso de la Seguridad Social, son inalcanzables. Las cosas llegan al extremo de que en determinados centros hospitalarios, el cirujano, tras una intervención, informa telefónicamente a la familia y no de manera presencial.

Creo que ya llegó el momento de que las cosas tengan la normalidad a la que estábamos acostumbrados antes, porque estos procedimientos, que no sé por qué son, solo sirven para ralentizar los servicios y bajar la productividad.

En el caso de la Administración, nunca como ahora se ha percibido tanto descontento. Todos tenemos la impresión de que en los centros de salud se atiende a menos pacientes que antes, que en el Ayuntamiento se hacen menos registros diarios o que comprar el pan supone a lo largo del mes casi una hora más de tiempo. El bicho deja en la sociedad sus secuelas.

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